Por Arturo Ríos Ruiz    

*Layla: “AMLO, Líder y poesía” 

*Otros más en la apuesta  

En su visita a Campeche, con Layda Sansores la gobernadora, el presidente recibió una serie de halagos por parte de la mandataria quien llamó “líder, guía, libro y poema al tabasqueño” y afirmó que su administración cumplirá con su mandato de no mentir, no robar y no traicionar al pueblo. Una estulticia sin límites. 

Hay competencia entre los funcionarios actuales como si pelearan a ver quién es más estruendoso en zalamerías para congraciarse con el mandatario sabedores que le encantan los arrumacos que hasta se mismo se auto alaba.  

El contraste de Layda, siempre rijosa, bélica y estruendosa en sus expresiones con quien se enfrenta e incluso en asuntos donde no la llaman, su entrega, en esta ocasión rayana en la pobreza indigna que le rebota en su imagen de la indignación. Ha sido tundida en redes sociales. 

Con la sola expresión que vaga por los medios hasta internacionales que la exhiben como tal, desplaza a Claudia Sheinbaum, que se desvive como resonancia de lo que dice el mandatario en claro servilismo sin darse cuenta que solamente se desgasta como pretensa aspirante al carecer de iluminación propia. 

También llama la atención Ante violencia en Acapulco, la alcaldesa Abelina López, acusó a los medios de causar alarma sobre la ola de inseguridad que hay en el puerto, por lo que decidió terminar con la conversación con reporteros sin dar respuestas. Un desplante de incapacidad que no da confianza respuestas. Un desplante de incapacidad que no da confianza  

El calificar a los medios de exacerbar la violencia es una réplica de la actitud del presidente que al llegar la emprendió contra los medios, resentido porque durante su lucha por la presidencia por década, no le dieron el apoyo que requería y echó a andar su venganza y los exhibió y calificó de chayoteros. 

Abelina, recién llegada huye la responsabilidad que le ordena el voto ciudadano y se va por la fácil y pueril, al descardar semejante y magra respuesta que elude el compromiso exigente de su cargo. 

Cuitláhuac García, gobernador de Veracruz, llegando a la gubernatura dijo: ““Yo siempre quise una foto de Andrés Manuel,la perseguí, yo llegaba ahí para que llegara Andrés Manuel y ya era el momento y se pasaba”. Palabas claras de una pobreza inaudita de un mandatario local, que en la función resultan un fiasco. 

Alejo Sánchez Cano del Financiero, escribió una excelente opinión sobre los candongos de la $T: “Cuando los zalameros y los picochulos pululan por doquier en eso de tirarse al piso, aun a costa de su dignidad, todo se puede esperar, como la ocurrencia del exlíder del Barzón de entrar a las casas de todos los mexicanos para ver su patrimonio.” 

Así vamos al 24, el entreguismo, más ansiosos por adular al macuspano que goza sin parangón las oficiosidades en pique, aunque los resultados sean deprimentes en la atención de los severos problemas que padece el país. 

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