Guillermo Robles Ramírez

25 años y se le sigue recordando

Por Guillermo Robles Ramírez

            A diferencia de otros años resurgió la nostalgia, el orgullo y la decepción de un personaje el cual nunca sabremos el curso que tendría en nuestro país. Es correcto sentimientos encontrados por un político mexicano, que en este mes se le recuerda tanto por su discurso, así como la de su muerte.

            Hace 25 años atrás no fue solo a una persona a la que se le traicionó o se le creó la hipótesis de un complot dentro de un partido, sino fue el perjurio a toda una nación que estuvo a tiempo para evitar lo que hoy es una realidad.

El único mexicano que tuvo la visión de dar soluciones y no propuestas huecas como las campañas políticas que se escuchan en la actualidad en   donde suelen hacer promesas, pues como dice el dicho “prometer no empobrece”.

            Es correcto si muchos de ustedes pensaron que ese hombre que tuvo esa visión de un México moderno y próspero; fue Luis Donaldo Colosio Murrieta, quien dejó testimonio en su discurso con motivo del LXV aniversario del Partido Revolucionario Institucional.

            En aquel discurso del 6 de marzo de 1994, Colosio tuvo la sensibilidad y con una cruda realidad lo que le pasaría al país en caso de no hacer algo desde aquel entonces, dejando puntos importantes sobre la mesa que le costó la vida para quienes iban a resultar afectados por los intereses de la avaricia prefiriendo asesinar a un ser humano antes de tocar el bolsillo de unos cuantos.

            Colosio siempre se refirió a una nueva etapa,  en pocas palabras dejaba atrás y enterraba a los dinosaurios priistas, es decir, se requería un cambio de raíz, pues anticipó la derrota del mismo partido antes de que llegara el PAN: “Hoy vivimos en la competencia…para hacerlo se dejan atrás viejas prácticas… un PRI que sólo dialogaba consigo mismo y con el gobierno, las de un partido que no tenía que realizar grandes esfuerzos para ganar… hoy no tiene triunfos asegurados, tiene que luchar por ellos…”

Fue el primer candidato del PRI, en busca de la presidencia que supo reconocer que existían errores en el pasado e irresponsabilidad.

            Ahí está el discurso de Colosio, que desde 1994 ya le decía al país la existente de la crisis de  comunidades nativas agraviándose más con la actual sequía como lo están sufriendo en la actualidad los tarahumaras de la sierra de Chihuahua y, además, sin ir tan lejos tenemos vivo y real un  ejemplo precisamente en Coahuila, en el ejido Morelos, municipio de Múzquiz, donde están “asentados” los mascogos aquellos descendientes africanos que fueron traídos a México y específicamente a Coahuila por los indios Kikapú, que igualmente no tienen alimentos para sus familias.

            Un ganado que se muere por falta de agua y forrajes, afectando a una población mayor de las cien mil personas, pero existen más, que por razones desconocidas no se denuncian o son comunidades que siguen en anonimato: “…veo un México de comunidades indígenas, que no pueden esperar más a las exigencias de justicia, de dignidad y de progreso. Campesinos que aún no tienen las respuestas que merecen… un campo empobrecido, endeudado…”, siguió diciendo en su histórico discurso Colosio Murrieta, antes de ser asesinado en Tijuana.

            Ahora esos campos son trabajados por los narcotraficantes que se aprovechan de la falta de conocimiento y de saber cómo usar herramientas de gobierno, es decir, programas federales para trabajar las tierras, pero sobre todo agarran a un campesino hambriento y lleno de impotencia para sacar adelante la necesidad más básica de cualquier familia, que es el poder llevar comida a sus hogares.

            El joven y visionario priista que aspiraba ser Presidente de México, Colosio Murrieta, siguió recalcando en su discurso: “veo un México de trabajadores que no encuentran los empleos ni los salarios que demandan de jóvenes que enfrentan todos los días la difícil realidad de la falta de empleo, que no siempre tienen a su alcance las oportunidades de educación y de preparación.  Jóvenes que muchas veces se ven orillados a la delincuencia, a la drogadicción…”

            Durante todo ese periodo nunca se hizo nada al respecto habiendo suficiente tiempo como para poder evitar vivir lo que se dejó crecer sin tomar ninguna medida, posiblemente el discurso de Colosio se consideró como exagerado o alarmista restándole importancia, como lo han venido haciendo a la fecha en la lucha por la equidad de géneros, a la falta de oportunidades y burocratismo.

            Hace 25 años atrás, alguien ya nos había dicho lo que sucedería si no cambiamos, nuestras políticas y formas de gobernar, condenándonos a los problemas sociales por las que pasa el país.

            Y en la actualidad tenemos un Presidente de México quien tuvo la oportunidad de convivir dos días antes de su muerte, o al menos eso fue lo que dijo López Obrador en el 2012, e incluso ceno con él en la casa de Clara Jusidman, activista y defensora de derechos humanos. Pero tal parece que dicha velada de nada sirvió porque AMLO, está haciendo de México un retroceso en todos los rubros de la economía y política como si fuera en los años setentas cuando estuvo Luis Echeverría Álvarez.   (Premio Estatal de Periodismo 2011, 2013; Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org