Hendidura se abre a lo pecaminoso

Leyendo una nota periodística de un diario local de Saltillo, alertando a los saltillenses sobre 400 sexo servidoras fuera de la zona de tolerancia, siendo éste un riesgo para el contagio del VIH, entre otros focos de infección por transmisión sexual, por una parte las autoridades lo niegan, pero por otra, entrevistas de quienes practican la prostitución aseguran hacerlo libremente en primer cuadro de la ciudad en donde algunas cantinas lo permiten y en otras no.

Pero mientras son peras o manzanas lo que no puede negarse es la importancia de tener un cerco sanitario y convencido de que es un mal necesario para evitar precisamente eso, es decir, la prostitución clandestina fuera de control, sin embargo, la situación ha cambiado para las pocas zonas de tolerancia que hay en el país, pues su forma de operar desde anuncios de páginas en Internet ha dejado fuera del mercado a las prostitutas que se encuentran dentro de las zonas de tolerancia.

Por otro lado, me hizo recordar que las nuevas generaciones torreonenses desconocen lo que antes se le conocía como la zonguirirongui, la zonaja, la zopa, zona roja, sector pecaminoso o de tolerancia, también conocido como el Sector Cuatro, por estar conformado por sus cuatro limitantes poniente Colón, Norte la Bravo, Oriente la Comonfort y al Sur la Allende, clausurándose años después y “trasladándose“ al Poniente de Torreón.

Para los jóvenes laguneros que no llegaron a conocerlo, su clausura representó el clandestinaje de la prostitución y la proliferación en todo el centro de la ciudad de Torreón.

La función de la zonguirirongui, había cumplido su objetivo durante décadas que era concentrar en un solo lugar a todas aquellas mujeres que practicaran el oficio más antiguo del mundo que también se les conocía como “damas galantes”, “mariposillas de media noche”, y no como ahora teiboleras o para los hombres jóvenes empresariales “escorts” o “damas de compañía”.

Pero aparte de tener un lugar en específico para que se ejerciera de manera legal la prostitución porque aparte de construirse un perímetro en su alrededor se llevaba un registro con sus generales incluyendo fotografía para que una vez a la semana acudieran a su chequeo médico para saber si no tenían alguna infección peligrosa de transmisión sexual y el municipio hacía sus rondines todas las noches al sector cuatro para checar que sus tarjetones estuvieran en orden y actualizado para que pudieran trabajar.

En ese glamour de los bajos mundos e instintos, siendo un mal necesario se concentraban cantinas abiertas durante toda la noche y madrugada sirviendo bebidas alcohólicas sin que ninguna autoridad interviniera, a excepción si se presentaba algún acto violento que no pasaba de los típicos pleitos de borrachos teporochos en donde intervenía hasta lo que entonces se conocía policía rural y por otro lado estaba también la cacería de los policías al momento de salir de la zona de tolerancia siendo presa fácil y por el delito de manejo en estado de ebriedad.

La zonguirirongui se le decía así porque desde el momento que entrabas se escuchaba la música popular en donde no faltaba alguna noche las canciones de “Chico Che” donde la raza podía bailar ahí o simplemente aprender el baile de la cumbia tropiquera y con unas cuantas copas encima se aprendía rápido y hasta la improvisación de nuevos pasitos.

Pero aparte de representar un control sanitario; precisamente ahí siempre iban a dar los raterillos comunes como los carteristas o los ladrones de domicilio que más tardaban en revenderlas para gastárselo en la zona roja, que en atraparlos ahí acompañados de alguna “dama galante”.

Después de su existencia por más de noventa décadas fue necesario su clausura, ya que cada vez su degeneración en el interior del sector cuatro, en donde las autoridades se percataron que vivían familias con menores de edad en su interior obligó a las autoridades en mejor cerrarla para acabar con todo “dizque” de raíz.

También fue una temporada donde migraron muchos travestis y otros simplemente salieron del closet para darse la vida loca ofreciendo sus servicios al igual que una sexo servidora y compitiendo considerablemente con las “damas”. Su motivo de mayor importancia para la clausura fue la falta de planeación y urbanización de mantener resguardado los límites del “sector cuatro”, pues la ciudad fue creciendo e invadiendo el perímetro de la zona de tolerancia y el descontrol poblacional en su interior, tomando la decisión de su cierre por el entonces presidente municipal Carlos Román Cepeda y desalojo de familias que vivían adentro.

Su decisión fue muy aplaudida por los torreonenses en un principio de su administración en el año del 91, más nunca pensó su proliferación en el centro de la ciudad se iba dar en donde no se podía mantener un control sanitario y con el tiempo causó molestia para la ciudadanía la mala imagen que se estaba dando en la ciudad siendo cada vez más común encontrarse prostitución de ambos sexos en las calles de Torreón.

Administraciones posteriores al de Carlos Román Cepeda, se hicieron propuestas para reabrir una zona de tolerancia ubicada fuera de la ciudad pero hasta ahorita no ha sido posible.

En la actualidad ya no se trata de un problema de reubicación sino de liquidez; pero no por parte de las administraciones municipales sino la falta de dinero es por parte de los clientes que no han requerido los servicios de los placeres pecaminosos. Otras formas de prostitución han surgido mediante citas por Internet casas clandestinas en donde el recomendado son los clientes abriendo nuevas oportunidades para que el crimen organizado entre encontrando un nuevo nicho en ello.

Se han discutido muchos problemas sociales en las agendas tanto de alcaldes como de gobernadores, empero, no se puede dejar este fuera porque a final del día no deja de ser un problema de salud pública en donde una doble moral y el temor de ser señalados los ha dejado mudos pero ha sido un principio en donde organizaciones criminales han podido penetrar por la vulnerabilidad del silencio.

Este rubro del placer seguirá siendo la práctica y profesión más antigua del mundo cuyo camino siempre encontrará una hendidura para abrirse camino, pero se si legalizara sería un buen tema a discusión para evitar el clandestinaje de cualquier tamaño acabando con el problema de la trata de blancas. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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