Por Ernesto Madrid

Las ganancias que arroja el delito de trata de personas son tan jugosas como las que obtiene el narcotráfico, pero lamentablemente, el enfoque de las autoridades está basado en el riesgo que rige el funcionamiento del sistema antilavado lo cual está muy distante de la realidad para identificar la ruta del dinero de las organizaciones criminales.

En el caso de la trata de personas se calculan ganancias de mil 500 pesos al día por cada víctima que es sometida a este delito que, si lo multiplicamos por los 5 mil 698 casos reportados en los estados fronterizos y la CDMX sólo en el fuero común entre 2015 y el primer semestre de 2022, estaríamos hablando de casi 9 millones de pesos de acuerdo con cifras del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC).

En contraste si lo sumamos a las 3 mil 338 denuncias por trata de personas reportadas en el último año por el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia (CCSJ), la suma se incrementa a más de 5 millones de pesos que juntos supera la cifra de 14 millones de peso.

Ahora que, si nos vamos al ámbito internacional, el delito de trata de personas afecta prácticamente a todos los países, ya sea en la modalidad de origen, tránsito o destino que de acuerdo con la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) en 137 estados se ha explotado a víctimas de por lo menos 127 países.

Estamos hablando que el mercado ilícito de este delito se estima en 32 billones de dólares, ahora que de acuerdo con el informe de la Iniciativa Global contra la Trata de Personas (UNGIFT) de las ganancias globales que se mueven detrás del mercado ilícito de la trata de personas 1.3 billones de dólares que equivalen al 4.1% son generados en América Latina, y el 49% se genera en países industrializados caracterizados por ser los principales destinos de las víctimas que provienen de Latinoamérica, el porcentaje restante, no está identificado.

Lo anterior en el entendido que se estima en 2,5 millones el número de personas víctimas de la trata, aunado a que, se calcula que por cada víctima de la trata de personas identificada existen 20 más sin identificar.

Tan solo en Europa la trata de personas es uno de los negocios ilícitos más lucrativos en donde los grupos criminales obtienen beneficios de 3 mil millones de dólares cada año, siendo éste un negocio del ‘mercado negro’ que se abastece de la población mundial más marginalizada de acuerdo con la UNDOC. El Reporte Global de la ONU sobre la Trata de Personas señala que cerca de 50 mil víctimas de trata de personas fueron detectadas y reportadas en 148 naciones.

En México la realidad es preocupante, ya que se registra un grave problema de trata de personas, destacan el OCN y el CCSJ, por ser destino, territorio de paso y lugar de origen de niñas, niños, mujeres y hombres víctimas de este delito y las propias autoridades de las fiscalías, policías locales y fuerzas federales, saben que se comete con mucha frecuencia en todo el país solo que la falta de denuncias de las víctimas por miedo y amenazas y de acciones de la autoridad, por no estar federalizado, no se avanza en su lucha.

Ambos organismos coinciden en que dos de cada tres víctimas son mujeres, el 51% de las víctimas son menores de edad; que, tras las restricciones por la pandemia, la explotación sexual volvió a ser la modalidad de trata más reportada.

La principal forma de captación es la oferta de empleo, en un 35%, y los tratantes utilizan métodos similares a los de áreas de Recursos Humanos, además de que se registran casos de enganche por medio de redes sociales o videojuegos, como Free-Fire o Call of Duty, sin dejar de lado que hay un aumento de 118% en los reportes de pornografía infantil, un delito que confluye con la Trata de Personas, además de que las y los migrantes son víctimas de estafas y secuestros, y amenazados con ser entregados o vendidos a grupos del crimen organizado.

No obstante, el extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) Santiago Nieto declaró que “es importante combatir las estructuras financieras y la corrupción política que les da cobijo’’. Explicó que los desafíos encontrados por parte de la dependencia que dirige fue entender que en muchas ocasiones el delito de trata tiene que ver con un componente financiero y con un mecanismo de explotación sicológica de las víctimas.

Sin embargo, la alianza que habían conformado diversas organizaciones civiles para seguir la ruta del dinero, con la UIF y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), fue desechada a la llegada del nuevo titula de Unidad de Inteligencia Financiera, Pablo Gómez, que acuerdo a los ONG’s dicho funcionario está más preocupado por “atacar a políticos que le incomodan al presente gobierno”, que enfrentar este delito de enormes ganancias ilícitas, por lo que la explotación de seres humanos, seguirá sin ser una prioridad en esta administración.