Y luego quién fomenta la informalidad
Por Guillermo Robles Ramírez
La economía informal, según datos de la Organización Internacional de Empleos, da a conocer que el enemigo que no se ve ante los recaudadores de impuestos de cada nación, es la economía informal que absorbe a la mitad de la población activa a nivel mundial.
El fenómeno de los productos piratas se da en todo el mundo, no siendo un problema exclusivo de México. Nada más para tener una idea, el 75 por ciento de la economía de África está dentro de la informalidad; el 92 por ciento en Asia y el 65 por ciento en Latinoamérica. Su razón de existencia es muy básica, tratándose de una cuestión en el bloque o mundo del capitalismo; a éste se le llama falta de liquidez o como diríamos aquí “andamos bien charros”.
La falsificación de productos ha tenido un incremento representando un 60 por ciento en el comercio mundial, sin perdonar ningún rubro del mercado porque existe desde todo tipo de artículos domésticos, textil, accesorios de todo y para todo, aparatos electrónicos, cosméticos, juguetes, bebidas y medicamentos; siendo éste último uno de los más peligrosos como el de los productos milagrosos que debido a ellos han mandado un centenar de personas al hospital peligrando la vida humana.
Hay quienes opinan que el fenómeno de la piratería es una cuestión de cultura; pero en realidad no hay mexicano alguno que se escape de haber comprado cuando menos más de una vez en su vida algún producto falsificado, ya sea con pleno conocimiento o sin querer.
Las grandes compañías siempre alegarán que es un gran impacto negativo en sus ganancias, debilitando la economía del país y además atenta a un delito fiscal.
Para muchos expertos una manera de asegurar el producto y exigir ante las autoridades que se tiene que registrar la marca, diseño, patentes, derechos de autor para poder proteger la exclusividad contra el uso ilícito de los mismos por parte de quienes se dedican a comercializar con ellos.
Obviamente esto encarece más el producto viéndose reflejado en su costo final al destino del consumidor siendo un impedimento para su posible adquisición por la falta de dinero para comprarlo y más cuando se vive en un país sumergido con una problemática económica por la falta de generadores de trabajo, complejidad en su sistema tributario provocando el cierre mismo de muchas empresas o la migración de otras por la falta de incentivos hacendarios.
Mientras sigamos siendo un país manufacturero y no, uno como productor, creador de nuevas tecnologías o procesos para hacer las cosas, existirá y seguirá en aumento la piratería.
A la falta de incentivos fiscales y complejidad burocrático para la instalación de cualquier empresa, éstas han decidido irse a otras partes del mundo donde sus costos bajos de producción lo hacen más atractivo para poderse instalar, y un ejemplo de ellos es China que su crecimiento se debe a las grandes facilidades e incentivos fiscales que tiene allá.
En la ciudad de Torreón, la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (CANAINPA), ya en alguna ocasión había solicitado a la autoridad correspondiente a que se le dé una solución por la baja de ventas de las panaderías provocadas por los productos “piratas” de aquella localidad, es decir, es el pan casero que muchas amas de casas han tenido que recurrir para tener un ingreso más dentro de sus familias de las que quieren se regulen como cualquier negocio establecido que paga impuestos y permisos.
Actualmente en la misma cabecera municipal, es decir, en Torreón, Coahuila; hay un incremento de las “cocinas piratas”, es decir, comida hecho en casa por que ofrecen platillos verdaderamente económicos y anunciados por redes sociales, con la modalidad de envío en taxi o recoger a domicilio.
Estas amas de casa encontraron un nicho en el mercado laboral de oficinistas, es decir, para aquellas personas que trabajan en alguna oficina particular o gubernamental que aburrido de las comidas rápidas, o saturación de restaurantes, se benefician de una rica comida casera y sobre todo que favorece a su bolsillo de lo económico que está su venta.
Personalmente considero que no hay nada de malo ante ello, ya que es el mismo fomento del comercio informal que ha venido provocando y promoviendo el actual Gobierno Federal, ante la falta de crear detonadores laborales. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
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