¿Y ladrilleros, hasta cuándo?
Por Guillermo Robles Ramírez
En Coahuila tenemos determinadas regiones en donde la fabricación de ladrillo, piso y otros productos del ramo de la construcción, representan fuentes de trabajo y, lógico, la contaminación ambiental por seguir permitiéndose el cocimiento de piso, ladrillo, etc., en hornos a base de quema de llantas, aserrín, aceite quemado y plástico que producen una liberación de hidrocarburos policíclicos aromáticos.
Si bien es cierto que, en algunas de nuestras ciudades, se han tenido ciertos avances y la quema de llantas se ha sustituido por equipo de gas, la verdad es que siguen imperando las ladrilleras que usan rezagos o llantas viejas y fuera de uso, aserrín, aceite, etc.
Aunque como bien lo señala la Revista Global de Negocios, en su volumen 3, Numero 6 en el año 2015; se señala que para el año 2002 en el caso particular de la ciudad capital de Coahuila se prohibió quemar llantas, acumuladores o plástico para el proceso como combustión durante el proceso de la fabricación de ladrillo de arcilla, hormigón, silicocalcáreos o refractarios. Y aunque en un principio se intentó con gas, en el mismo trabajo de investigación de los cuatro investigadores pertenecientes de la Universidad Autónoma de Coahuila; titulado como “Análisis Estratégico para el Desarrollo de los Productores de Ladrillo en la ciudad de Saltillo, Coahuila, México”; hacen mención que no fue posible siendo en el año 2002 que el gobierno local, estatal y federal hicieron un programa tripartita, para financiar a los productores de ladrillo para la utilización de quemadores y combustóleo, recurso proveniente de Fondo Nacional para Empresas en Solidaridad y la Secretaría de Desarrollo Social.
Un programa que no duró para siempre, y evidentemente muchos productores no se alinearon a la prohibición del uso de combustión con materiales prohibidos, haciéndolo en las noches para que las autoridades locales no detectaran el humo negro.
Siempre o al menos se ha hecho costumbre que cuando hablamos de la contaminación que provoca la quema de llantas, nos referimos al medio ambiente y entendemos eso por nuestros suelos y aire, pero jamás los daños que causa este antigua y dañina forma de hacer ladrillo, piso, etc., no lo reflejamos en daño irreversible que ocasiona a quienes habitan alrededor de las ladrilleras, pero especialmente a los que viven en su entorno, en particular niños.
Existen muchas investigaciones no solamente por el mencionado antes sino también existen investigadores del departamento de toxicología de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, quienes también hace algunos años atrás realizaron un estudio con niños y adolescentes que trabajaban en los hornos de las ladrilleras, así como de aquellos que viven en sus cercanías.
Apoyados en esos estudios, se ha encontrado que las personas que están tan cerca de esos hornos han registrado daños en sus pulmones y en la vejiga que puede causarles cáncer.
Dentro de los estudios a diario se estuvo monitoreando el flujo respiratorio, síntomas respiratorios y genotoxicidad, encontrándose que sus funciones respiratorias eran bajas y presentándose daño genotóxico debido a la exposición de hidrocarburos que se encontraron en esos niños y adolescentes.
Otra de las revelaciones a que se ha llegado durante esas investigaciones de la Universidad de San Luis Potosí, es que los afectados por esta contaminación, concentran 3.5 micromole o sea la medición de la contaminación en las ladrilleras, si se supone o se considera que la concentración de los micromole no debería existir.
Existen muchos estudios, investigaciones de campo y artículos sobre la contaminación de las ladrilleras no solo en Coahuila, sino en diferentes entidades de México. Y no es de sorprender encontrar mismos resultados negativos tanto para personas y medio ambientes en otras partes del mundo como en la ladrillera Santa Rita en el distrito de Calana, en Perú; ladrilleras Cullpa Alta, Huancayo, y la quema clandestina en las ladrilleras en el distrito de San Jerónimo, también en Perú.
Es cierto y no se puede ocultar, que las ladrilleras existentes y que funcionan en diferentes municipios de Coahuila; representan el sustento de cientos de familias, pero igual, no se puede ni debemos ver o dejar a la indiferencia, los daños que en la salud pueden ocasionar a mediano y largo plazo la contaminación que producen las ladrilleras, por muy patrimonio y sustento económico que sea para cientos de coahuilenses, al menos en protección no sólo del ambiente, sino de la salud de pequeños y adolescentes que por diversas circunstancias se ven obligados a participar con sus padres en esa actividad o bien que sus casas están en las cercanías de estas contaminantes ladrilleras. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
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