*Siempre Protagonistas

*Grandes “Campeonatos”

*Deportes y Excelencia

¿Quién dice que los ex presidentes dejan de tener influencias luego de cumplir con sus respectivos mandatos? Aquel que lo sostenga no será sino un ingenuo con los ojos semivendados y una tenaz afiliación a la egolatría que empieza cuando se pretende saber más y se desdeña a cuantos lo cuestionan; realmente estos personajes, cuyo efecto social es la intolerancia, son los “contras” –por llamarlos de algún modo- de la democracia, incapaces de asimilar opiniones contrarias o incluso sólo por ser ajenas. En este punto se reúnen dos de las más devastadoras condiciones humanas: el egoísmo y la suficiencia.

Hoy, durante las elecciones en Colombia, existe un verdadero cóctel de mandatarios, quien está y algunos de los que ya fueron, en busca de recuperar o mantener los escenarios del poder. Esto es como si la ciudadanía sólo fuera convocada para reunir el requisito de la supuesta voluntad popular de antemano inducida, con la parafernalia propagandística, por los mayores concentradores de fuerza política en los años precedentes. Por ejemplo, el presidente Juan Manuel Santos Calderón -¡cuidado con este segundo apellido, amigos colombianos!-, tuvo a bien designar como coordinador, para la fase final de la controvertida campaña, a César Gaviria Trujillo, el ex mandatario que cubrió una de las etapas más siniestras en la vida político-social de Colombia agobiada por el fenómeno desbordado del narcotráfico y los enfrentamientos entre los cárteles de Medellín y Cali, entre 1990 y 1994. Por cierto, salió ileso de atentados y planes para asesinarlo, en ocasiones milagrosamente, hasta que pudo observar el cadáver de Pablo Escobar Gaviria el 2 de diciembre de 1993 y, con ello, comenzó a amainar, sin extinguirse jamás, el negocio de las drogas cuando menos en cuanto toca a las ejecuciones.

No olvidemos un rasgo importante de Gaviria Trujillo: también fue coordinador de la campaña de Luis Carlos Galán Sarmiento, candidato del Partido Laborista y quien era vanguardista de cara a la conquista de la Presidencia; y fue Gaviria quien, como ernesto zedillo en México, un lustro después, terminó en la silla presidencial. Por cierto, Escobar fue responsable de los asesinatos de otros dos candidatos a la Presidencia: Bernando Jaramillo Ossa y Carlos Pizarro Leongómez. En la misma línea, entre vaivenes extremos, durante el periodo de Gaviria en la Primera Magistratura se agudizaron, en contrapartida, las acciones “revolucionarias” de las FARC y otras células subversivas con enorme cobertura en aquel país.

Lo último es digno de subrayar porque, en este momento, los mismos grupos rebeldes, sobre todo la FARC cuyas negociaciones de paz siempre descarrilan en la fase final, decidieron declarar una tregua unilateral respecto al gobierno de Santos para posibilitar con ello el curso de los comicios. Una interesante postura que delinea la posibilidad de sus intereses en torno de alguna de las dos fuerzas principales.

Por otra parte, el aspirante del Centro Democrático, opositor al gobierno santista, Oscar Iván Zuluaga, es observado como un auténtico “títere” del ex mandatario, Álvaro Uribe Vélez, quien gobernó a su país durante ocho años, desde 2002 hasta 2010, y ganó fama como mediador excepcional e incluso valeroso aun cuando su predecesor, Andrés Pastrana Arango, le había allanado la ruta cortando malas yerbas y descabezando a los capos más encumbrados.

Tal batalla, efectiva allí, condujo a los narcos mexicanos a convertirse en los líderes de la exportación de estupefacientes y la distribución de los mismos en Europa y Asia, con ganancias multimillonarias, inimaginables hasta para el discreto semanario Forbes, experto en dar cuenta de fortunas pero sin investigar los embrollos políticos evitando señalar a los ex presidentes igualmente como algunos de los mayores multimillonarios del planeta. ¿O dónde situamos a salinas y zedillo?¿Y a calderón y los fox, habida cuenta de sus heredades a la vista de cualquiera?

De los antecedentes se desprende la importancia de los comicios en Colombia y sus inevitables repercusiones sobre México en donde los ex presidentes, por cierto, están más activos que nunca defendiendo sus parcelas de impunidad en plena batahola por ocupar los vacíos de poder en sus respectivos partidos políticos. Pasada la elección interna del PAN van cumpliéndose los pronósticos de división, adelantados en esta columna, con maniobras planificadas desde los centros donde opera, como si se tratara de una agencia de espionaje, felipe calderón; mientras, los fox, en apariencia sin meter las manos en el proceso, sí invierten lo suyo en mantener seguros a algunos de sus cómplices mayores, específicamente en el rango financiero –los españoles, para decirlo con claridad-. Y no se diga de los priístas salinas y zedillo en pleno frenesí por dominar las acciones a control remoto pero con frecuencias radiales en Los Pinos.

Presidentes van y vienen mientras ls mexicanos permanecemos en la odiosa condición de testigos silenciosos. Y ello se debe, en gran medida, a la ausencia de juicios, no sólo políticos sino judiciales, contra los ex mandatarios predadores, no sólo por los crímenes a ellos imputados sino, además, por las escándalos prevaricaciones y los peculados, de monto similar, evidenciados a simple vista. Nunca se ha procedido contra un ex presidente mexicano a no ser para sacar buen provecho politiquero de los juicios sobre genocidio, en el caso de echeverría después exculpado contra toda norma procesal básica, y los predadores financieros, digamos zedillo, fox y calderón, unidos por sus ambiciones comunes más allá de siglas y partidos. ¿Acaso zedillo, alguna vez, se pronunció como priísta? Salvo en el día de los funerales de Luis Donaldo Colosio y tras su protesta como candidato, pese a su cortísima campaña, siempre optó por tomar distancia del organismo político hasta traicionarlo grotescamente, no cuando reconoció la evidente victoria de fox en 2000 sino cuando le preparó el terreno a éste para que pudiera andar sin traspiés hasta el Palacio Nacional.

Ahora, naturalmente, en el PRI también hay turbulencias cuando debiera tener el terreno plano gracias a las divisiones, cada vez mayores, en los extremos: la derecha y la izquierda, en donde no sólo los “generales” Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y Andrés Manuel López Obrador, extreman diferencias, sino incluso al interior del PRD por la poca disponibilidad de los jefes de las distintas corrientes a aceptar la imposición de un “dirigente de unidad” como ha solicitado el ingeniero Cárdenas aun cuando, poco después, dejó entreabiertas las puertas para una breve competencia, seguro de obtener el aval mayoritario… que no lo tiene tan firme.

Todo ello es consecuencia de las intervenciones de los expresidentes quienes buscan, precisamente a costa de tomar ciertas riendas y espacios, asegurar el mantenimiento de la impunidad dentro de la cual se cobijan y muy bien. En este sentido, el papel del presidente peña nieto, es bastante menor aun cuando se reduje a aclarar que él no interviene en los procesos partidistas. Y es posible que así sea a pesar de que ya comienzan a moverse algunos grupos de priístas a quienes no convence la anodina dirigencia de César Camacho Quiroz, mexiquense, unido a la ramplona yucateca Ivonne Ortega Pacheco, quien dejó legado en su tierra, el infeliz y torpe gobernador Ronaldo Zapata Bello, quien tiene, como una de sus prioridades, escoger la moda mestiza con la que viste la secretaria general del PRI. Una vergüenza inconmensurable para los yucatecos.

Un día, echeverría, ya decadente luego de dejar en manos de lópez portillo la mancillada banda tricolor, propuso que los “ex” pasaran a formar parte de un Consejo –en este caso sería el C-5-, al estilo del Senado Romano en donde los “ancianos” tenían voces y tribunas preponderantes. La respuesta fue tremenda, brutal: el mandatario en ejercicio, el culto señor de las amadas, lo envió a Canberra, el punto geográfico más alejado de la patria mexicana, como embajador plenipotenciario si bien sus críticos modificaron la designación a plenhipotecario, por los rastros de una deuda ya incontrolable y las devaluaciones consiguientes que acabaron, me temo para siempre, con el antiguo modelo del nacionalismo estabilizador. Pero, otra vez, nunca se procedió contra él por esta causa y su arraigo domiciliario –extendido a unos cuantos meses- se realizó en su mansión de San Jerónimo en la cual puede hasta hacer turismo sin salir del tremendo latifundio urbano… extendido a “Los Laureles” de Cuernavaca, una especie de advocación de Los Pinos así como los fox se dieron a la tarea de edificar una copia del despacho presidencial en sus posesiones de San Cristóbal, cerca, muy cerca, del cementerio de “Las Poquianchis”.

Estas son las líneas que tocan a Colombia y México en una hora definitoria.

Mirador

Somos los primeros en secuestros, ejecuciones y bandas delincuenciales de distinto peligro. Contra los que insisten en la solvencia institucional del país, es evidente que sobre nuestro territorio corren y se desarrollan buena parte de las bandas multinacionales cuya influencia se deja sentir sobre las incipientes “democracias” latinoamericanas. La reelección, por ejemplo, contraria al espíritu democrático en pro de la renovación de cuadros, confirma el peso de las alianzas soterradas entre las mafias dominantes y los gobiernos vulnerables. Y tal esquema está en franca expansión en el continente.

Alguien me preguntaba, hace unos días, por qué en México, pese a sus debilidades estructurales, no se había desarrollado el terrorismo internacional. Respondí que parecían suficientes, desde el punto de vista de los predadores internacionales, el narcotráfico y la cada vez más exitosa industria del terror con acentos locales. No hace falta más para asegurar la inestabilidad, tan rendidora en términos especulativos, y la consiguiente expansión de los consorcios intocables en las inversiones claves, como las energéticas por ejemplo. Al buen entendedor.

Lo anterior no significa que nuestro entorno esté contaminado por la presencia inocultable de cuadros etarras y hasta de redes conectadas con la mafia rusa. (Al respecto se ha divulgado la versión de que algunos “capos” célebres, como el conocido “muerto viviente” Amado Carrillo Fuentes, han sido protegidos por ésta en escenarios controlados por la misma. Pero, claro, para la Procuraduría General el expediente no puede abrirse porque, oficialmente, “el señor de los cielos” es difunto desde 1997. Muy conveniente, claro. Espero que los amables lectores, para extender este juicio, puedan asomarse al balcón de “Las Tumbas y Yo” –Grijalbo, 2008-. Por supuesto esta versión tiende a descalificar, sumariamente, a quienes la sostienen contra el peso de los partes gubernamentales).

Las coincidencias son reveladoras. También las coincidencias. ¿Desde hace cuánto tiempo sostenemos que la geografía del narcotráfico se da en las mismas latitudes que la de las guerrillas, allí por donde pasó López Obrador por los extensos territorios de Chiapas, Guerrero y Oaxaca? Igualmente hemos mencionado que los supuestos grupos “revolucionarios”, digamos como el EPR, nutridos con información privilegiada que brota de las instancias oficiales, no hace sino ir sumando botines celosamente distribuidos entre cómplices y cabecillas.

Pese a lo expresado, una y otra vez, las reacciones son tímidas. El sector público responde con infinidad de reuniones, encuentros de toda índole, acuerdos y alianzas publicitadas, pero escasa efectividad práctica. Me temo que a cada junta gubernamental, como la muy reciente, más se exhiben las limitaciones de los cuadros oficiales mientras se pertrechan los delincuentes. ¡Cómo deben haber disfrutado durante toda la semana anterior con la parodia política de moda!

Por las Alcobas

El justo medio, insisten, es factor de supervivencia. Quien no lo ocupa puede sufrir arteras consecuencias, no así aquel que lo hace asegurándose un porvenir tranquilo. Tomemos a dos héroes deportivos para analizar sus respectivos contextos:

1.- Humberto Mariles Cortés, militar, se indisciplinó contra una orden presidencial, de Miguel Alemán entonces en funciones, para competir en los Juegos de 1948 en donde obtuvo dos preseas áureas. Pese al cinismo de la recepción al vencedor, el establishment no le perdonó. El coronel murió, confinado en París, en 1972, bajo acusaciones de traficar con drogas. Quienes conocen su historia alegan que le tendieron una trampa.

2.- Felipe “el Tibio” Muñoz, ganador de una medalla de oro en la Olimpíada de México en 1968 fue presentado como ejemplo de la juventud productiva que en nada se identificaba con los subversivos del Consejo Nacional de Huelga en 1968. Y, desde entonces, vivió de aquella proeza, trepando cargos públicos. Finalmente, con la bendición del cacique Mario Vázquez Raña, pasó por el Comité Olímpico Mexicano aun cuando no dejó de cargarle el portafolio a su verdadero patrón.

No quisiera sacar una conclusión de lo anterior. Los amables lectores tendrán la suya.

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E-MAIL: loretdemola.rafael.com.mx

LA EUFORIA FUTBOLERA NO SÓLO DISTRAJO, DISTRAE, A LA SOCIEDAD INDEFENSA Y A LOS POLÍTICOS CALLEJEROS SIN IMAGINACIÓN. ¿CUÁNDO SEREMOS CAPACES DE USAR EL RACIOCIONIO?