Guillermo Robles

Unos cavernarios en el volante

Por Guillermo Robles Ramírez

No existe municipio en México, que sufra del transporte público, en donde solamente quienes usan estas concesiones, nunca les interesa el bienestar de la ciudadanía siendo más que evidente el descuido de sus unidades, así también como el mal estado de sus máquinas u cualquier otro tipo de desperfecto mecánico.

Tampoco se diga más los vejestorios vehículos que realmente muchos de ellos son dignos de haberse ganado un espacio en algún museo de camiones y carros viejos del país.

Por lo general cuando alguna nota informativa o columna editorial, u opinión se refiere al tema de transporte público, lo primero que viene en mente es seguramente los camiones urbanos. Sin embargo, también existe y están dentro de las mismas características todo aquel taxista que circula en las diferentes ciudades de nuestro país.

En esta ocasión al transporte público al que me referiré es a los taxistas que durante años han hecho de las suyas, sin que ninguna autoridad haga algo al respecto más que puras “llamaradas de petate”, ya que, aparte de sentirse los amos y dueños de las calles, son los primeros en causar los problemas viales.

La mayoría de sus choferes son unos cavernarios en el volante, y sin mencionar, que también son agresivos entre ellos mismos, con conductores privados y hasta con los mismos peatones. Tal parece que son las características necesarias para poder cumplir los requisitos para ser taxistas.

Durante años han cobrado tarifas fuera de la realidad o razonable y una vez que les pusieron los taxímetros estos se los han pasado por el “arco del triunfo”, pues al fin y al cabo no hay quienes los castiguen de una manera simplificada sin necesidad de tanta burocracia como para interponer alguna denuncia, es decir, sí hay leyes y reglamentos que deben de cumplir, pero no hay quienes hagan que se cumpla por la falta de personal y presupuesto.

No fue hasta que llegó el servicio de la compañía extranjera “Uber Technologies” conocido como simplemente Uber, así como algunos similares a esta empresa, y en un principio hubo muchas polémicas asegurando un fracaso su servicio, pero a la fecha de hoy ha sido todo un éxito, prestando un verdadero servicio económico, buena calidad, y sobre todo educados.

Todas sus unidades son vehículos de modelos recientes, impecables por dentro y por fuera, pero sobre todo no se comportan como animales en el volante como suelen suceder con el tradicional transporte público de los taxis.

Una alerta a los ciudadanos ya que sería mucho pedir a las autoridades puesto que, en los horarios nocturnos de los taxistas, es cuando abusan de sus pasajeros y evidentemente fuera del horario laborales de la Presidencia Municipal.

Durante el turno nocturno de éste pésimo servicio de transporte público, los taxistas están cada vez más desesperados siendo evidente y descarado sus abusos en tarifa nocturna a la que ellos le llaman “tarifa libre”, y el costo del viaje es aplicando el dicho popular “dependiendo el tamaño del sapo es la pedrada” o bien otros aplican el asalto bajo un servicio de cobrar lo que ellos quieran y de no pagar bajo la amenaza de no irse del lugar del destino final y hablar a la policía argumentando no pagar el servicio de su “tarifa libre”.

La competencia siempre será bien recibida cuando trae al consumidor mejores beneficios y opciones a escoger ya que es decisión del ciudadano si continúa soportando los abusos por parte de este gremio del transporte público.    Existe una gran ventaja el uso de Uber en donde tiene seguridad y ahorro en su bolsillo, así que ya lo sabe, no usen el servicio del taxista tradicional pero sí el Uber, que verás que te costará menos y sin discusiones o pretender usar la fuerza de seguridad pública bajo falsos argumentos y abusos.  (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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