Por Guillermo Robles Ramírez

Por enésima ocasión, México vuelve a ser reprobado en el programa internacional conocido como PISA, que es la Evaluación Internacional de Estudios de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos. Y se encarga de saber sobre la capacidad de los jóvenes con edad promedio de 15 años, sujetándose a evaluar el conocimiento, aptitud y competencia en Matemáticas, Lectura y Ciencias.

Forman parte y participan en el programa de PISA más de medio centenar de países de África, América, Europa y Oceanía y en la revisión de cada tres años los jóvenes que son sometidos a estas pruebas tienen que demostrar además de los factores mencionados líneas arriba, entendimiento para la resolución de los problemas, lo que por desgracia y al menos no se mencionan las razones, no han podido lograr los jóvenes mexicanos sometidos al Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes.

Una vez más, los mexicanos demostramos varias de nuestras facetas, criticamos después del “muerto”, es decir posterior a los resultados que se dan en cualquier faceta en que participamos, pues hasta ahora no se conoce una intervención antes de llegar al final de un plan o programa y siempre andamos queriendo sacar del pozo al ahogado, cuando lo correcto o al menos lo recomendado es que esto se vea mucho antes de llegar al final.

No es la primera ocasión que México fracasa en las pruebas que pone PISA pero tampoco se conoce al menos hasta el momento plan de trabajo para superar esas fallas en las que entre los grupos de jóvenes estudiantes de una edad promedio para alcanzar la habilidad de superar y enfrentar problemas que pueden presentarse en el curso no solo de sus estudios, sino del desarrollo de su propia vida.

En este reciente resultado de PISA, y publicado el día martes 5 de diciembre del 2023, es un parte aguas, en la educación en México; ya que no existe ningún régimen neoliberal o Administración pasada a quien culpar. Solo para recordar que en mayo del 2019, fue  el mismo Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador; quien dio a conocer en sus “mañaneras”, la derogación de la reforma educativa del sexenio de Enrique Peña Nieto, y a su vez la aprobación de la Reforma Educativa de AMLO, publicado en el Diario de la Federación.

Aseguró en muchísimas ocasiones que la solución para mejorar la educación en México, radicaba en brindar alimentación a todas las escuelas de zonas pobres y marginadas; becas mensuales; prioritario fortalecer Escuelas Normales y la Universidad Pedagógica Nacional actualizando métodos de enseñanza, aprendizaje, y mejorar la calidad de la educación; autonomía a trabajadores de la educación; y el famoso “¡nunca más una reforma educativa sin el magisterio!”, consistiendo lo anterior en la elaboración de un plan de estudio en conjunto con padres de familia y pedagogos especialistas mejorando así la calidad de la enseñanza.

El resultado de todo lo anterior gracias a Morena, Partido del Trabajo, Partido Verde Ecologista de México y Movimiento Ciudadano; ya que fueron sus diputados quienes aprobaron la reforma de Obrador; fue el retroceso en la educación en México, reprobando una vez más la evaluación PISA. Le guste o no el fracaso de estos partidos así como el del mismo López Obrador, que por mucho que niegue, desconozca o minimice los resultados; el hecho es que México está reprobado en las materias básicas de Matemáticas, Lectura y Ciencias.

Mas allá de desconocer y aseverar que pertenecen a un sistema inexistente de ser neoliberal como lo afirma López Obrador, y el motivo de asegurar a que PISA no es neoliberal, es por el simple hecho de que una evaluación carece de personalidad o rasgos políticos. Y lo que sí es un hecho es que tiene que existir un sistema de evaluación para cada uno de los rubros competitivos a nivel mundial, es decir, tiene que haber un punto de comparación, partida y final.

Sobran las opiniones en las que se afirma que de estos fracasos somos responsables todos, al no hacer las críticas y pedir correcciones antes de tiempo. Se hacen muchas cosas y se pregonan en presentaciones que tienden a ser solamente autoelogios, pero no autocríticas, pero lo crucial, no se preguntan si se cumplió con el propósito de la dizque nueva reforma de la Cuarta Transformación, en donde solo se ve el estancamiento en la educación en México. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org