Una promesa histórica

Por Guillermo Robles Ramírez

La ciudad de Torreón, Coahuila, fue fundada en una planicie y cada vez que llueve no se escapa de graves desastres, siendo los daños causados por el agua más serios y con mayores pérdidas que en el resto de los municipios que forman la Región Lagunera, que nacieron también en asentamientos con las mismas características topográficas que la Perla de la Laguna, es decir, en una gran llanura.

La actual temporada de lluvias, no ha sido la excepción y en estas fechas recientes se está enfrentando con inundaciones de gran magnitud y sobre todo en áreas donde en el pasado sus pobladores no se enfrentaban a estos embates de lluvias atípicas.

Presidentes Municipales y gobernadores han pasado por la historia de esta ciudad y entidad y todos han prometido dotar a Torreón de un eficiente drenaje pluvial, sin que a la fecha se hayan rebasado esos compromisos, quedando todo y sigue siendo igual, simples promesas que han quedado para la historia de esa comunidad.

El actual sistema de drenaje pluvial de Torreón, es inapropiado y no ha resuelto las inundaciones, siendo cada vez mayor los inconvenientes debido a la expansión de esta comunidad, cuyo crecimiento poblacional no ha ido acorde a sus reales necesidades y aunque sus mandamases públicamente han anunciado que pondrán más atención y prioridad en el asunto con la construcción de un colector general pluvial; ha sido una continua espera para en alguna Administración municipal se haga realidad.

La no funcionalidad del drenaje pluvial lo han reconocido las diversas autoridades del PRI y PAN que han tenido la oportunidad de estar al frente de su Administración local, mismas que solo se comprometen a llevar a cabo la costosa obra, ofreciendo hacer gestiones ante el gobierno federal para al final de cuentas quedar todo en promesas históricas. A la fecha no se ha sabido alguna de las tantas Administraciones municipales ha hecho alguna promesa para hacer sinergia con algún gobernador coahuilense.

A la problemática no puede pasar desapercibida la irresponsabilidad, tolerancia e impunidad que han recibido de las autoridades, las y los líderes de colonias que han hecho grandes negocios llevando a su “clientela” a invadir terrenos inapropiados donde con programas sociales gubernamentales se han creado esas comunidades que tarde o temprano muestran su debilidad ante las lluvias, pues se trata de terrenos en donde no se contempla la salida del agua.

En las lluvias de estos dos meses pasados, sobre todo las recientes colas de huracanes que han golpeado a nuestro país, han dejado expuesto no solo la ineficiencia, sino hasta la carencia de drenaje pluvial. Hay sectores en donde el agua ha alcanzado hasta más de un metro, dejando a la ciudad incomunicada en vías principales como bulevares y calles, salida en colonias quedando atrapadas por no encontrar una calle por donde transitar.

Y es en estos momentos de lluvia que también ante la ineficiente e insuficiente capacidad de drenaje pluvial, que solo se va construyendo con la mínima especificación para cumplir un requisito legal, pero con cero visión o proyección de que algún día ese sector crecerá no solo en población sino en viviendas y negocios entrando el agua dentro casas y comercios, destruyendo los enseres de sus propietarios que en su gran mayoría no tienen familiares cercanos ante quienes acudir para al menos tener dónde pasar las noches, particularmente sus pequeños hijos en el caso de las viviendas, y en las situaciones del comercio se quedan sin patrimonio por carecer de algún seguro de comercio que cubra este tipo de desastres. Se trata de negocios que en su mayor parte nacieron de manera humilde y fueron creciendo a lo largo de los años; pero no dejan de ser negocios que carecen de infraestructura y dinero ahorrado como para volver a edificarla.

Disculpando nuestra falta de credibilidad y por lo que hemos visto pasar en los últimos ciento catorce años, no existe ninguna posibilidad de un plan de gran envergadura que resuelva el problema, por tanto, la solución más recomendable es que los gobiernos dejen de prometer lo que están conscientes de que no se podrá llevar a cabo y se enfoquen a poner uno hasta aquí al engaño y fraude que ha enriquecido a falsos dirigentes que en la mayoría de los casos son protegidos por las mismas autoridades. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org

Deja un comentario