Una gota en la historia

MÉXICO D.F., a 18 de marzo.- Pasar clandestinamente y en pleno día por uno de los arcos del Monumento a la Revolución Mexicana de la ciudad de México, por parte del piloto Jacobo Fernández Alberdi, fue todo un acontecimiento y escándalo periodístico.
El desacato y atrevimiento del piloto, fuepara impresionar a la señorita Elisa Flores Morales, su novia, quien demostró ser una dama de polendase inaudita valentía.
Evidentemente, que después del vendaval que detallaremos que se le vino encima a Jacobo Fernández Alberdi, se casaron, fueron felices y la hija de esa unión cuenta con orgullo lo que recuerda de lo contado por sus progenitores.
“Aproximadamente en 1946, mis padres estaban saliendo como novios. Mi papá quería impresionar a mi mamá al tiempo que le quería pedir que se casara con él, así que un buen día la invito a salir a «dar una vuelta».
Cuál sería la sorpresa de mi mamá cuando fueron al aeropuerto en donde ya mi padre tenía listo un avión de dos plazas en el cual se subieron para sobre volar por la ciudad.
Al acercarse al monumento a la Revolución, todo fue rápido y mi padre cruzo por debajo de él dos veces y un turista que estaba por ahí, tomo esta foto que salió publicada en revistas y periódicos. Una de las publicaciones fue en la revista Moto Club.
Se preguntarán si es que al final el piloto impresionó a la novia…pues sí, porque se casaron y aquí estoy yo!
Mi papa murió unos cuantos años más tarde, en Tapachula, Chiapas el 13 de mayo del 51 en un accidente de aviación, por cierto que en ese vuelo el no era el piloto, solamente iba acompañando a sus compañeros en ese fallido vuelo.Yoera muy pequeñita y mi madre murió en 1981. El nombre de mi papa: Jacobo Fernández Alberdi”.
Mirenchú A Fernández, es el nombre del producto del amor de dos valientes que merecen nuestro recuerdo y agradecimiento; pues el hecho que exhibe la reciedumbre de las leyes de antaño, cuando se hacían respetar,nos deja una lección que debe renovarse, el espíritu de la legalidad que se ha perdido.
Pero no podemos negar hoy, que ese evento ilegal, hoy, es un acto histórico que asombra y se aplaude la valentía de dos jóvenes que del amor, se convirtieron en inmortales.

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