Un socio muy convenenciero

La Teoría de la Evolución de Darwin, de manera generalizada se trata que toda la vida está relacionada y ha descendido de un ancestro común, es decir, evolucionan a partir de ancestros más simples naturalmente con el tiempo. En resumen, las mutaciones genéticas aleatorias ocurren en el código genético de un organismo a lo que ocurre la evolución de las especies también conocido como la selección natural.

En nuestra especie desde el hombre primitivo, hasta el homo sapiens y la aparición del hombre moderno, posiblemente su mayor cambio o evolución ha sido su capacidad de pensar y adaptarse a las situaciones de su entorno.

Este cambio lo vemos en nuestro acontecer sin darnos cuenta en la vida diaria y es que ahora la sobrevivencia no es protegernos de gigantescos depredadores carnívoros como sucede en las sagas de “Jurassic Park”. Sino ahora se trata de sobrevivir de un mundo en donde el dinero es necesario para la adquisición de alimentos y servicios.

El caso muy en particular de nuestro país, en donde la crisis ha obligado a muchos mexicanos a adaptarse a la inflación económica, algunos han tenido que dejar de consumir artículos de lujo o cancelar su membresía de algún club social, otras familias, en condiciones más modestas han reducido su gasto en el consumo de alimentos y eliminando lo que se considera como un gusto alimenticio, han pasado a lo que ahora sí como dicen, nada más lo necesario.

La crisis se encuentra en todos lados, muchos negocios emplean nuevos métodos de mercadotecnia para hacer frente a los tres enemigos del comercio: La caída de ventas, la competencia desleal de la informalidad y el mejor socio “incómodo”, que lo es la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

El segundo enemigo mencionado anteriormente que es el comercio informal curiosamente se empieza a convertir en el mejor aliado de quienes anteriormente lo hacían de manera formal, en donde incurren a ésta práctica, quedan más convencidos de que la economía de que las ganancias son mayor porque se ahorran los altos compromisos de la formalidad como son la carga fiscal, Seguro Social e INFONAVIT.

Es definitivo que ante éste panorama donde los impuestos llevado a pie de la letra como lo marca la ley, se lleva no menos del 50 por ciento de la utilidad representando éste como el peor de los socios que pudiera tener cualquier generador de trabajo incluyendo si se tratara de una sola persona y que con solo estirar la mano reciben dinero fácil sin ningún esfuerzo.

Los efectos de la crisis dan lugar a la aparición de un velo en los ojos que imposibilita ver o analizar acciones para salir adelante y esa pasajera ceguera acaba con la capacidad de pensar positivamente y absorbe el pensamiento que se encierra en una vendetta publicitaria oficial: Reforma Fiscal.

Las consecuencias de esta transformación económica la estamos pagando todos a un precio alto. Ha sido la madre del cinismo y pérdida de ética dentro de la política. Ha generado la destreza del mexicano para luchar en contra de pobreza, fomentando la delincuencia en todos los sentidos como la piratería en donde golpea duramente al sector formalidad.

Tan solo por mencionar un rubro de la industria que han sufrido más descalabro seguramente es el de la música y todo lo que conlleva su cadena de elaboración como trabajadores en grabación, producción y distribución del mismo sucediendo igual en los equipos electrodomésticos, en la industria de la computación y muchos otros más los que se pueden encontrar con facilidad en los puestos denominados “pulga” o “tianguis”.

También existe aquellos que hacen su luchita para poder salir de la crisis, como el auto robo para hacer efecto un seguro del mismo, es decir, la situación donde una sociedad formal se ve ahorcado por la doble tributación de impuestos; va orillando a que gente buena a que empiece a delinquir.

Hay quienes piensan de manera positiva que toda crisis genera oportunidades, pero no ante una recesión por la que estamos pasando, pero nos negamos a reconocerla y le seguimos llamando equivocadamente “crisis”.

La situación por la que pasa el país, es evidente de que las oportunidades son para el crimen organizado, que sí tienen algo que ofrecer a los grupos sociales más indefensos o vulnerables para reclutarlos a sus redes del crimen organizado, aunque lo paguen con la vida.

Son muy pocos los mexicanos que logran modernizarse para salir adelante aparentemente, porque el peor de los socios, es decir, “Lolita”, no tiene llenadera y se los acaba cobrando sin piedad con los impuestos, y aún peor con su nueva disposición aprobada antes de terminar la administración de un expresidente de la república y lo mismo sucede con la entrada de una nueva administración sin importar el color del partido.

La falta de incentivos fiscales y mecanismos que involucren la parte rezagada de la economía ha provocado una creciente desigualdad en la riqueza y en las percepciones de la población respecto al futuro, donde solamente existen tres grandes grupos en donde encajar para sobrevivir ante una crisis y recesión; la primera quedando más que comprobado es el sector gubernamental, todo mundo busca un trabajo de gobierno puesto que son los únicos que sobreviven; el segundo el comercio informal y por último la delincuencia en todos los niveles en donde cada vez va en aumento como única salida.

Tampoco tenemos un incentivo en la inversión extranjera y lo único que vemos es como nuestro dinero -vía impuesto- va directo a la basura o placeres de otros, todo depende, con el color del cristal con que lo vea uno, pero con todos esos viajes, que hacen los Presidentes de la República como lo sucedido en administraciones pasadas como la “luna de miel” del expresidente Vicente Fox y Martha Sahagún, por Estados Unidos, España, Roma y República Checa, cuya giras de placer en nada beneficiaron al país, porque nunca se concretó nada para salir de la crisis y lo mismo sucedió con Felipe Calderón Hinojosa en donde nunca se formalizó inversiones extranjeras que realmente iban a generar un impacto en el país con más empleo y oportunidades para los millones de profesionistas recién egresados que terminaron ser contratados en puestos de obreros. Y con el actual presidente Enrique Peña Nieto que toca el mismo son que sus antecesores homólogos.

Nunca se podrán ver reflejados dichos viajes internacionales para nuevas inversiones mientras exista una doble tributación tan elevada, la cual en ninguna parte del mundo se paga un impuesto sobre una utilidad que todavía no se tiene y no se sabe hasta al final del año, sin embargo, aquí en México se paga anticipadamente, porque así lo dice el peor socio de los mexicanos: La SHCP.

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