Un día que pasa sin pena, ni gloria

Como ya es muy conocido, los festejos no solamente en las redes sociales sino también de manera interpersonal el concepto de alegrarse sobre semana chiquita o fin de semana larga, son comentarios motivos de singular alegría tanto para los estudiantes de educación básica y media porque éste viernes pasado al igual que el último de cada mes por disposición de la Secretaría de Educación se suspenden clases para que los maestros de cada instituto educativo hagan una evaluación y puedan definir las nuevas estrategias de estudios para el mes entrante.

Aunado a los días feriados, es decir, los días de descanso obligatorio en donde en este año 2015 tendrán siete que de acuerdo a las disposiciones federales aquellos que caigan entre semana se recorrerán al día siguiente de descanso en la que se forman los famosos “puentes” oficiales en donde todo en su mayoría aprovechan para salir de vacaciones.

Nada más como simple aclaración los “puentes” están conformados por aquellos días en los que se conmemora alguna fecha histórica y su descanso pasan los lunes para juntarlos con el fin de semana.

En ésta ocasión el día de hoy como todos saben el próximo 5 de febrero se celebra la Promulgación de la Constitución Mexicana de 1917, siendo ésta con la que actualmente se sigue rigiendo el país, sin haber cambios sustanciales en ellas sino cada vez que entra un nuevo Presidente de la República solamente hacen un parche a la misma Constitución dejándola cada vez peor.

Pero con el tiempo se ha ido perdiendo el peso de la importancia de la Promulgación de la Constitución Mexicana de 1917, teniendo un nuevo significado e importancia resumiéndose simplemente en un día más de descanso o de puente para poder descansar y en otros casos salir de vacaciones, quedando ahí guardado en el baúl de los recuerdos la celebración del 5 de febrero.

Para otros no significa más que un montón de páginas llenas de palabras o leyes que no se cumplen pasando a ser letras muertas vestigios de una historia a la que cada vez México queda en el olvido de su grandes luchas.

La afirmación se puede deducir fácilmente con solo observar todas las corruptelas existentes en el sistema de gobierno de los tres niveles con el simple hecho de ver los modos de interpretación y aplicación de la ley o derechos constituciones que se retuercen según quién tenga más poder, dinero e influencia política.

Hay quienes consideran que la Constitución Mexicana no está bien hecha, es decir, tiene muchos Artículos que proporcionan garantías individuales y que realmente fue hecha para defender los derechos de los mexicanos, sin embargo son los mismos funcionarios públicos y quienes practican la ley quienes aprovechan de ciertos vacíos legales o a la falta de una actualización a los nuevos tiempos modernos y necesidades del México de hoy. Quedando así en muchas de las ocasiones o bien en su mayoría sin efecto e impunidad los grandes delitos que no solamente dañan a la sociedad sino también éste repercute en la economía de nuestro país y en los bolsillos de la ciudadanía mexicana quedando sin efecto al momento de aplicar el código de procedimiento civiles y penales de cada entidad.

Se está perdiendo cada vez su importancia de la existencia de nuestra Constitución Mexicana, pues hay ahí derechos y obligaciones necesarias para cualquiera sociedad para la subsistencia de una comunidad con armonía, sin embargo, la realidad es que se requiere de darle una reestructura de fondo para poder reactivarla con una actualización a los tiempos que está requiriendo las necesidades de un México que hace más de 98 años nunca se imaginó que estaría en un comercio internacional y que figuraría con tratados mundiales no solamente comerciales sino también como garantías para la humanidad.

En sus tres modificaciones que ha sufrido en su historia han sido pensando en los ideales de aquella época y la última fue en los problemas sociales que se vivían con Venustiano Carranza, en donde se trató de garantizar la seguridad de los bienes y las personas principalmente y el reparto de la tierra como la protección laboral.

Desde aquel entonces no ha existido otra reforma sustancial más que puros remedios o parchecitos con iniciativas y modificaciones que han servido únicamente para exprimir más al mexicano con pesos menos que llevar a los hogares, sin fomento al trabajo, y aumentando el hambre y favoreciendo los intereses de los partidos políticos para no verse afectados con el costo del voto del castigo y el abuso de los líderes sindicales que muchos de ellos no han querido soltar el huesito que llena los bolsillos de quienes son representados por la parte laboral.

Aunque es muy cierto, las leyes secundarias no pueden contradecir o violentar la Constitución Mexicana, también es una realidad que no se les ha tomado muy en cuenta la constitucionalidad porque el proceso o quienes están en el sistema de la justicia lo hacen disfuncional dejando cada vez más un amargo sabor donde la gente cada vez están más convencidos de que en México no hay leyes.

Éstas solamente están al servicio para quienes puedan comprar a los funcionarios o chantajearlos como se ha venido observando en diferentes medios de comunicación. Posiblemente por éstas lamentables prácticas de corruptelas dentro del sistema legal, la gente no le da un sentido lógico para celebrar sino simplemente un día más de descanso. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org

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