Todos tienen la culpa
Por Guillermo Robles Ramírez
Al menos para los ciudadanos que son afectados por las lluvias, siempre será legítimo su reclamo ante las autoridades, así como sus demandas porque cada vez que llueve se inundan las calles y avenidas principales.
Algunos podrán verlo como demandas justas o, injustas. Pero la verdad de las cosas es que las autoridades locales no pueden hacer nada para evitarlo. En donde estos últimos se justifican que no pueden hacer nada al respecto porque la gente es muy cochina al tirar no solo desperdicios, mugrero; sino todo tipo de basura y objetivos inservibles a los ríos y arroyos que a final de cuentas viene a contaminar de una u otra manera los yacimientos del agua del subsuelo.
Lo mismo sucede en el primer cuadro de las ciudades, en donde realmente se muestra la falta de cultura ciudadana al no depositar la basura en su lugar. Lo mismo pasa con aquella publicidad de volanteo que termina en el piso de banquetas y calles.
En Coahuila, no existe cabecera municipal que no cuente con arroyos, ríos y arroyuelos que crucen en sus principales ciudades siendo que solo son recordados en tiempos de lluvias porque arrastra infinidad de objetos, como son sillones, colchones, desechos de televisiones, refrigeradores, y cualquier otro artículo electrodoméstico.
Tampoco podemos olvidar las toneladas de basura en las ciudades en donde los coahuilenses todavía no hacen conciencia con respecto a no tirar desperdicios en las calles. Algo que la gente no tiene la óptica, ya que consideran que un simple papel, envoltura de comida, chicle o cualquier cosa comestible sea suficiente para causar obstrucción en una coladera pública o alcantarilla. Sin embargo, ese mismo pensamiento y acción hay que multiplicarlo por miles de ciudadanos que, al final, y sumando cada uno de esos papeles insignificantes, llegan a pesar toneladas de basura obstruyendo las alcantarillas.
El sector de la construcción tampoco hace lo suyo en cuanto a escombro se trata porque, también participan en la contaminación de todo lo que es considerado cauce natural de agua que en épocas de sequía se encuentran con los cauces secos, es ahí cuando aprovechan en la mayor parte del año para tirar escombro justificándolo que es algo que sirve, como parte de un relleno para construcción en un futuro.
Estos ríos, arroyos y arroyuelos existentes en las 38 cabeceras municipales de Coahuila representan sin duda algunos miles de kilómetros, haciendo imposible la vigilancia las 24 horas por parte de las autoridades locales, estatales o federales.
Las denuncias de pocos o muchos coahuilenses a las autoridades cuando algún “cochinón”, tira basura o desperdicios en los ríos o calles son inútiles, pues ya no se puede hacer nada al respecto porque pierde su legalidad para proceder, ya que el acto ya fue consumado.
Incluso existen denuncias de ciudadanos coahuilenses en donde empresas vierten grandes cantidades de vísceras de animales clandestinos o no, pero ambos van a terminar en los ríos o alcantarillas sanitarias, otras empresas simplemente los tiran en las aguas negras que terminan en algún arroyo.
También existen aquellas denuncias de grupos de ciudadanos de Coahuila, que han señalado empresas dedicadas a la renta de sanitarios portátiles que los desechos son convertidos en aguas negras, vertiéndolas descaradamente a los ríos.
Así como estas demandas de pocos coahuilenses que se atreven a denunciar con el tiempo son enfriados porque los procesos civiles o penales, son frenados por tecnicismos o vacíos en las leyes en donde las mismas autoridades ya no pueden actuar, e incluso la competencia de las mismas; terminan en otras que implica iniciar nuevamente el proceso. A lo anterior resulta todo un fastidio para quienes todavía tienen un interés en mantener limpio nuestro medio ambiente.
Los legisladores coahuilenses tienen mucho trabajo que hacer por corregir los procesos ante este tipo de denuncias para que no sean frenados, pero también ser más enérgicos en crear nuevas normas para que los ayuntamientos puedan proceder con castigos administrativos y económicos, pero no solo eso sino también la asignación de recursos para que puedan implementar una vigilancia para todos los “cochinones” sin importar sean coahuilenses o no. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
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