Tierra de nadie

Por Guillermo Robles Ramírez

En ningún otro municipio, como en el de Frontera, de los 38 que tiene Coahuila, en la actual Administración municipal, habían resultado tan mordelones o corruptos los agentes de tránsito, como en el presente.

Probablemente, se debe porque no hay cabeza o mano enérgica que los someta o les impida convertirse en los principales atracadores de conductores de vehículos o bien los malos sueldos que perciben, la verdad es que los automovilistas agotaron su tolerancia y paciencia y están pidiendo a gritos un hasta aquí.

Las quejas han menudeado ante el alcalde fronterense, Roberto Clemente Piña Amaya, pero hasta ahora no han encontrado eco y, por el contrario, se resiente el problema con tendencia preocupante porque hay visitantes o automovilistas de paso que poco a poco van reduciendo y procurando no pasar ni siquiera cerca de Ciudad Frontera, convirtiendo a esta ciudad no solo en tierras solitarias y desérticas, sino en tierra de nadie, pues hasta el momento no hay autoridad que los detenga o al menos procure ponerles un alto y erradicar estas corruptelas.

Los principales clientes de estos dizques servidores públicos son los “paisanos” a quienes cuando no se les comprueba violación alguna al reglamento de tránsito, los comprometen y obligan a comprar un boleto para dizque rifas que jamás se realizan y cuyo pretexto y bandera es para apoyar a compañeros enfermos del coronavirus.

Dicho por algunos automovilistas quejosos que pasan por la cabecera municipal de Frontera, Coahuila, que en el último de los casos y cuando se agota el argumento de las rifas, estos malos servidores públicos venden calcomanías de verificación vehicular que a saber son falsas, pues se trata de paquetes de documentos que ellos mismos, es decir, los agentes viales o de tránsito, mandan imprimir y como nadie les dice nada, pues es normal que, persistimos, Frontera se convierta en tierra de nadie. Aunque lo anterior no esté confirmado de ser cierto o no, pero al menos son de los rumores que cada vez escuchan más fuertes; podemos decir, como dicho popular; sí el río suena porque piedras trae.

Conductores radicados en San Buenaventura, Nadadores, Escobedo, Cuatro Ciénegas y La Madrid, son los más perjudicados y quienes ante la apatía de las autoridades de Frontera, piden la intervención de la Secretaría Estatal de Seguridad Pública para que intervenga y acabe con los bravos y arbitrarios mordelones fronterenses.

En definitiva, el municipio de Frontera, Coahuila; en lugar de salir de un abismo, como dijo el Edil, Clemente Piña Amaya; lo está hundiendo más al abismo de la impunidad, ya que ahora se ha ganado la fama de “machista”, lo anterior señalado por la regidora, Estefanía Rodríguez López; cuando le propuso la construcción de una Instancia de la Mujer, así como lo marca la ley, mientras que Roberto Clemente Piña Amaya hizo como si la Virgen le estuviera hablando ignorando la recomendación.

(Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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