Guillermo Robles Ramírez

Solo faltan 537 días

Por Guillermo Robles Ramírez

Con motivo del primer periodo vacacional que se ha vivido en nuestro país, se puede resumir a nivel nacional, exceptuando Coahuila, quien tuvo saldo blanco, pero al menos en aquellos Estados y municipios de mayor afluencia de turismo; los vacacionistas han sufrido más que nunca, asaltos en carreteras, y sobre todo en las playas de México.

Algo que por cierto el Secretario de Turismo, Miguel Torruco Marqués; minimizó a todo acto violento, durante la Semana Santa, diciendo ante los medios de comunicación; “… Este tipo de aspectos son parte de la herencia, de la cuota que se ha tenido que pagar por haber tenido un narco-gobierno de Calderón”.

¿Será una buena justificación?; pregunta que me hago a mí mismo como ciudadano mexicano que soy, puesto que observo que el Presidente de México; Andrés Manuel López Obrador; quien desempeñó su cargo desde el 01 de diciembre 2018, a la fecha de hoy lleva 1 mil 593 días, es decir, 4 años, 4 meses y 11 días; quien se la ha pasado culpando a los expresidentes Felipe Calderón Hinojosa, Vicente Fox Quesada, Enrique Peña Nieto; argumentando lo mismo, es decir, culpándolos sobre el tema de violencia, crimen organizado, extorsiones, corrupción, pobreza, desigualdad social, femicidios, y la lista sigue.

Sin embargo, fuera de estos señalamientos y pretender llevarlos a juicio para ser exhibidos, como en la época medieval, cuando eran quemadas en hogueras a las brujas frente al pueblo para hacer justicia.  Algo que en lo personal considero que ningún mexicano se beneficia o bien, creo que a muy pocos les interese. La mayor interrogante es: ¿Y qué ha hecho López Obrador, o la Cuarta Transformación para mejorar?

Estamos hablando que en su recta final como Presidente de México, es decir, 1 año y 5 meses, ya no hizo nada de sus promesas, es decir, si en sus 1,593 días que ha estado frente al país; el crimen y violencia organizada en lugar de bajar subió con su sistema de “abrazos y no balazos”; aumentó en las extorsiones; censura a la prensa; incremento de pobreza en el campo, así como en otros sectores vulnerables de la sociedad; el gobierno federal sufre de un problema de financiamiento para pagar las participaciones a los gobiernos estatales y municipales; falta de medicamentos peores que en los últimos tres o cuatro expresidentes de México que tanto crítica y culpa de estar pagando todavía la “cuota”.

Al igual que muchos mexicanos, nos seguimos cuestionando qué fregados es la Cuarta Transformación, es decir, hacia dónde va, porque la imagen presidencial se ha definido solo en el famoso informe conocido como “las mañaneras”, que por cierto solamente lo ve el 1% de sus seguidores “chairos” en sus plataformas de redes sociales lo anterior revelado por la consultora SPIN.

La Cuarta Transformación, en mi opinión, no es nada más que palabras sin intención de transformar a un mejor país, si no solo ha sido un instrumento de persecución política en los medios de comunicación, así como periodistas amenazados, otros terminan muertos o, bien, desaparecidos.

Una transformación en desarticular instituciones gubernamentales con argumentos falsos de corrupción sin comprobación alguno más que su palabra, y la bandera con la que pregona de “austeridad”, pero la medida de desarticular o deshacer instituciones de gobierno o no gubernamentales, solo le da poder a él mismo, para imponer su propia voluntad.

Una transformación que solamente dio dinero directo a la gente pobre, y a estudiantes con la política de bienestar, y tanto ese sector como a las personas de la tercera edad carecen más ahora que antes, y los estudiantes becarios, reciben dinero, pero no se les ve en las instituciones de educación.

Una transformación de una Guardia Nacional, que no tienen dinero para salir a cuidar las carreteras federales, por eso, tanto asalto no solo a turistas sino al sector empresarial, quienes están teniendo pérdidas económicas.

Transformó un aeropuerto que no llegan vuelos internacionales y que trabaja en números rojos porque nadie quiere llegar ahí, es decir, vuelos comerciales y carga empresarial, pero el gasto operación del mismo se paga con presupuesto del erario público.

Transformó en un barril sin fondo a la CFE y PEMEX, para «dizque» bajar costos, pasando todo lo contrario, los reclamos en estas últimas semanas en diferentes diarios donde la gente de Chiapas, Oaxaca y otras entidades del sur de México, piden a gritos que cumpla su promesa porque, los recibos de luz siguen llegando por cantidades de dos mil, tres mil y hasta más, en casas particulares. También el reclamo de esos apagones de energía que no solo duran horas, sino días, echándose a perder alimentos refrigerados.

Transformó el costo de la canasta básica en un total fracaso, siendo ésta una de las más caras en la historia de México.

Transformó una refinería que no genera gasolina barata y sigue subiendo la cuenta de dinero público, triplicando su costo original en la construcción de la Refinería Dos Bocas, a más de 20 mil millones de dólares, y un Tren Maya inconcluso destruyendo no solo el medio ambiente, sino ríos subterráneos, miles de monumentos arqueológicos.

Desde mi opinión particular considero que solo ha convertido de la Cuarta Transformación, un poder personal para hacer cumplir una ideología utópica. Y sin nada qué heredar a este movimiento del que tanto se habla de Cuarta Transformación, y dejando a un México inoperante.  ¿Acaso en 537 días que le queda de su gobierno, podrá cumplir sus promesas cuando buscó la presidencia de la república?: Yo no lo creo. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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