Siguen sin enmendarse

Por Guillermo Robles Ramírez
De las tragedias hay que aprender, aunque esto no va con muchas autoridades del país, incluyendo a las de los municipios de Coahuila, las causadas por la naturaleza, que se agravan por la apatía e indiferencia de las autoridades.

Un ejemplo de las desgracias por naturaleza se tuvo en junio del año 2013 en Piedras Negras en donde mas de  40 mil habitantes de Piedras Negras, Coahuila,  en distintos grados fueron afectados por las prolongadas e intensas lluvias registradas la noche del viernes 14 de junio y que continuaron aún durante el siguiente día, así como la madrugada y mañana del sábado 15 de ese mes, saliendo a la luz pública una gran cantidad de irregularidades que solaparon y fueron cómplices los responsables de las áreas de las Direcciones Municipales de Planeación de Desarrollo Urbano y de Obras Públicas, al conceder permisos y autorizar la construcción de viviendas en terrenos de los márgenes del río Escondido que cada vez que recibe grandes caudales, se desborda y arrasa con lo que encuentra a su paso.

Una vez desalojados los escombros o lo poco que quedó de la infinidad de casas “desaparecidas” por las turbulentas aguas del Río Escondido, quedó a la luz pública construcciones que contando con autorización oficial municipal, se levantaron en las cercanías de las orillas del río Escondido y lo peor, muchas sin cimiento, probablemente para abaratar sus costos y sin medir los riegos y peligros como vino ocurriendo.

En otros casos, en nuevos fraccionamientos como “Río Escondido” se “taponearon” arroyos que eternamente fueron cauces o rutas hidráulicas complementarias de arroyos, lo que motivó a que el agua recobrara su cauce natural, pero por desgracia, se llevó construcciones, además de toda la infraestructura de un parque recreativo que se había levantado encima de ese “desaparecido” cauce.

Toda esta reseña sucedió hace 12 años atrás, y reitero que aun así pasando tragedias el mexicano sigue sin aprender de sus errores, siendo suficientes años como para corregir los mencionados y por sentido común aquellos futuros, sin embargo, quedó nuevamente al descubierto que siguen cometiendo las mismas omisiones. Al menos a lo que han publicado en periodicos de la localidad y algunos nacionales de la tormenta registrado el 7 de septiembre del presente año, es decir, el domingo pasado en donde todavía se continua contabilizando los daños.

Los preliminares fueron afectaciones en las principales vialidades dejando varados vehiculos, así como el daño en viviendas. El levantamiento de bardas en varias de casas de distintas colonias que en este caso de inundaciones sirvieron de contención del agua para anegar otros sectores hacía donde se fue el líquido elemento producido por las precipitaciones pluviales.

Y aunque no sirve como consuelo pero a diferencia de hace 12 años atrás cuando se desbordó el “Río Escondido”, afectando a las colonias cercanas sumando un aproximado de 40 colonias. En esta ocasión el pasado domingo se hace mención de arroyos desbordados aunque no se dieron a conocer los nombres de los arroyos.

Cómo es posible que las autoridades de Desarrollo Urbano, o Desarrollo de Planeación Municipal y Obras Públicas hayan tenido la osadía de continuar autorizando permisos de construcción en el caso de nuevas colonias sin considerar un sistema de drenaje suficientemente efectivo, así como también no haber corregido las omisiones de hace 12 años atrás en hacer un colectivo pluvial acorde a sus necesidades. Y continuar sin denunciar la construcción fuera de la ley por estar en ubicaciones de alto riesgo a los márgenes de arroyos que peligran desbordamientos aunque sea juridiscción federal no es correcto lavarse la manos o hacerse de la vista ciega sino debe de existir esa sinergia entre las tres autoridades, es decir, municipal, gobierno del estado y gobierno federal.

Esto, además de las violaciones a los reglamentos de construcción, muestran de los titulares de esas Direcciones una falta de responsabilidad en sus funciones, además de traicionar la confianza de la ciudadanía que les otorgó para cumplir dentro de las normativas todo lo concerniente a su área.

Las deficiencias en la supervisión de todo tipo de construcción y la complicidad que hay al tolerar y cerrar los ojos ante esas irregulares situaciones, no son exclusivas ni privativas de Piedras Negras, Coahuila, pues sucede en los distintos municipios de la Entidad y de manera muy particular en los de mayor población que es donde se construyen más fraccionamientos.

El costo que a los meses o años tienen esos disimulos de las autoridades, al final, los vienen pagando los mismos contribuyentes porque tras cada desgracia sean o no motivados por la madre naturaleza, los gobiernos en el poder precisamente en el momento de esas desgracias, tienen que afrontar el costo de apoyo que hay que dar a los damnificados, lo que lógico redunda en la reducción de los presupuestos oficiales.

Los desarrolladores de viviendas, al menos por ahora, en el caso de Piedras Negras, incluyendo a quienes autorizaron los permisos de construcción y no supervisaron su proceso, deben ser llamados a rendir cuentas si es que se desea enderezar el turbulento camino de muchas irregularidades que persisten y afectan a todos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org

Deja un comentario