Por Guillermo Robles Ramírez

Se gasta mucho en ellas, pero por tradición siguen siendo inútiles. Un sector las quiere mucho, pero otro, las rechaza y, sobre todo, no las toma en cuenta para nada.

Nadie les hace caso, pese a que sabemos que pueden ser útiles y que es conveniente tomarlas en cuenta.

Nuestras autoridades gastan demasiado en ellas, porque cuestan bastante, aunque sean unas inútiles y más porque la mayoría de la gente las “perrea”, es decir, las ignora e insistimos, muy a pesar de que ellas le cuesta mucho dinero a todos, es decir, pobres, ricos, y hasta a los medianamente ricos o pobres.

En fin, por el bien de todos, tenemos que poner toda nuestra buena voluntad y esfuerzo para que esas inútiles, dejen de serlo.

Me refiero a las cientos y sin exagerar, pueden sumar hasta miles, de las señales de vialidad que hay instaladas en todas las ciudades de Coahuila, esas señales que si les hiciéramos caso no sería inútil su instalación.

Por cualquier sector de la ciudad coahuilense que usted escoja, se dará cuenta personalmente de que aquellas señales que marcan “no estacionarse” con letra grande y tacha gigante a la “E” que indica no hacerlo, son donde más vehículos se estacionan como si se les invitara hacerlo.

Lo mismo sucede con todo tipo de señalización para personas con discapacidad como son los estacionamientos, entradas de acceso o el uso exclusivo en los baños para personas que usan silla de ruedas, etc., suelen ser otra invitación para que personas que no tienen una capacidad diferente las usen sin respetar el para quién están destinados.

Igualmente, hay señales que nos marcan los máximos de velocidad; sin embargo, es una invitación para que los conductores aceleren más rebasando hasta tres veces o más el límite máximo indicado en la señalización. Tanto como automovilistas del sector privado, comercial, industrial y público.

También las hay las que marcan exclusivos para bajar y subir mercancías a negocios, o bien, las zonas para que lleguen vehículos pesados ya sea para carga o descarga de productos y servicios al sector comercio e industrial, así como paquetería o mensajería que son invadidos por particulares, que nada los justifica porque por algo existe una señalización.

Aunque la mayoría de estas señales o símbolos son vehiculares, también hay otras que están ahí y que son igualmente ignoradas, como las señalizaciones peatonales, las de cultura vial o ecológicas en donde no se debe de tirar la basura, así como aquellas de no pisar el pasto o áreas verdes.

Si ellas son inútiles, es porque los coahuilenses en general son irresponsables y les vale, pese a que se pagan de los impuestos que pagamos, ricos, pobres o “medianones”, ya que todos poco, mediano o mucho pagamos un predial, IVA en las compras en general, etc., dinero con el que se compran las miles de señales de vialidad, peatonal o ecológicas, a las que tratamos con desprecio al no respetar lo que nos indica.

Si queremos demostrar que vamos avanzando como un Estado norteño, progresista y moderno, o como dice el Gobernador de Coahuila, Manolo Jiménez Salinas; “echados pa’ delante”, y para ello debemos respetar las señales y demostrar la enseñanza que las autoridades municipales y estatales por diferentes medios, nos han expuesto a lo largo de los años.

Ya basta de convertir y verlas como inútiles a las señales que para la mayoría de los coahuilenses las que ven con indiferencia y apatía. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org