Siguen dando migajas

Por Guillermo Robles Ramírez

Para ningún gobernador ni mucho menos para los alcaldes de todo el país, es desconocido que el centralismo económico de la Federación, es el principal verdugo y atadura para el desarrollo de las regiones y que precisamente esa aferración del gobierno del centro de querer ser el dueño de la mayor parte, por no decir que de todo el dinero que se recauda por concepto de impuestos, ha provocado ríspidas relaciones entre la provincia y el llamado centro.

La posición de los estados y municipios ha sido desde siempre humillante frente al gobierno federal por la “limosnera” forma de estar siempre pidiéndole dinero para hacer tal o cual obra o realizar programas sociales.

Por todo lo anterior y otras razones, se escucharon falsas e hipócritas, pero además difamadoras, las palabras del Presidente Andrés Manuel López Obrador, cada vez que les miente a los mexicanos, gobernadores y alcaldes de todo el país, que en su gobierno se ha fortalecido la autonomía municipal y de los estados, porque según él se han dado los recursos económicos como nunca.

Algo que todos sabemos que es una incongruencia cuando se tiene una política de austeridad extrema en la que confunde el ahorro con dejar de asignar dinero a programas sociales que antes ayudaban a millones de ciudadanos.

Una discrepancia total cuando cada vez que propone y dice mandar dinero directamente a las familias para evitar la corrupción por medio de programas, mientras que, por otro lado, la mayoría de esas asignaciones son falsas, dicho por los mismos sectores acreedores a esos beneficios que a ellos no les han depositado nada y que solo los traen con vueltas para alargar más esa agonía.

Únicamente existen asignaciones autorizadas en puro papel porque de sus transferencias no existe registro alguno y, esto declarado en los informes que hace la Auditoria Superior de la Federación, y muy en particular a las universidades públicas, y si no ahí está el ejemplo con la UAdeC, fecha que le siguen debiendo dinero de dos o tres años atrás.

La autonomía de los gobiernos estatales y municipales, no se ha dado porque el Presidente de México, esté dando dinero, sino que se debe a que las autoridades municipales y estatales están buscando capital en nuevas inversiones y con mucho apoyo de la Iniciativa Privada, al igual que en el extranjero aunque este último no ha sido muy prometedor por las condiciones de incertidumbre de la falta de decisión de AMLO para ponerse a trabajar en el crecimiento económico del país, en lugar de estar usando la política y el poder como Ejecutivo para acabar con sus adversarios que son todos aquellos que no piensen igual que él y con la Cuarta Transformación, es decir, literalmente como el comentario Bíblico de Juan Calvino Mateo 12:30, “el que no está conmigo, está contra mí…”

Pero, aun así, si el gobierno del caudillo López Obrador, enviara el dinero que corresponde, en tiempo y forma, a los gobiernos estatales y municipales, sigue siendo injusta distribución porque la mayor parte del dinero que se perciben por concepto de la recaudación de impuestos vienen por parte de las entidades federativas y municipales que las migajas que regresa el Presidente de México.

Los Estados y Municipios siguen dependiendo económicamente del gobierno federal, muy a pesar de que es de esos lugares de donde salen los miles de millones de pesos con que el gobierno central quiere hacer todo directamente minimizando las funciones de las autoridades locales y convirtiéndolas de hecho en pagadoras de nómina.

Acaso nadie se ha preguntado de dónde salió el dinero para hacer el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles que inauguró el “Peje”, y que de nada sirvió porque no ha sido funcional para quienes llegan ahí y encuentran que no existe infraestructura para trasladarse fuera del mismo aeropuerto.  Un derroche de dinero tirado por necedad porque tampoco las aerolíneas internacionales no quieren llegar a ese aeropuerto porque no cumplen con las normativas internacionales.

También de dónde ha salido el dinero para la construcción del Tren Maya, que en estos momentos se encuentra suspendido por la falta de estudios de impacto ambiental, porque a la Cuarta Transformación le importa un carajo la flora y fauna de nuestro país.

Está por demás decir que sus dos mega obras con las que quiere ser recordado, el “Peje Lagarto”, es evidentemente con dinero de los impuestos que generó las diferentes entidades estatales y los 2,457 municipios. Y nunca ha hecho referencia de ello, es decir, presume dinero ajeno como si fuera propio.

Tal parece, por los hechos que hablan y son más elocuentes que las palabras dichas por el Presidente de México, mientras que los municipios y Estados continuarán recibiendo migajas y más migajas que en forma de participaciones de impuestos les hace llegar la federación. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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