Guillermo Robles Ramírez

Siempre hay más inteligentes que “Lolita”

Por Guillermo Robles Ramírez

Para todo el comercio formal es muy conocido el nombre de “Lolita” para referirse a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, quien hace más de veinte años se hiso muy famoso por un spot televisivo para invitar a los contribuyentes a cumplir con el pago de impuestos. La invitación lo hacía una mujer de nombre Lolita, quien se convertía en “Dolores”, al momento de no realizar el pago de impuesto a tiempo y todos los problemas causados por lo mismo de no hacer las contribuciones obligatorios.

Así que tenemos a “Lolita”, y los contribuyentes formales, habiendo muchos que están al margen de la legalidad, que siempre estarán peleando eternamente en que Hacienda quiera que todos paguen impuestos por lo que reciben en operaciones mercantiles, servicios, honorarios, compra-venta de bienes e inmuebles, ventas en general etc., y los últimos, es decir, los contribuyentes buscan los recovecos de la Ley Hacendaria, para cometer triquiñuelas para evadir el pago de contribuciones.

En concreto actualmente la modalidad del comercio electrónico que se reguló en teoría para dar inicio a partir de este mes de junio, solo es para aquellas plataformas más conocidas o grandes que estén en nuestro país, como es el Mercado Libre y CanastaRosa.com, así como aquellos centros comerciales departamentales para surtir los vivieres.

Aquellas plataformas electrónicas como el primero mencionado harán esas retenciones de impuesto a quienes vendan por medio de su sistema, afectando principalmente los pocos contribuyentes formales, mientras que aquellos que no están dados de alta ante el SAT, siguen operando con normalidad, resultado injusto para el comercio formal que poco a poco han preferido retirarse de esos portales y crear su propio sitio web para evadir el pago de impuestos, y más cuando utilizan servidores estadounidenses.

En nuestro país estamos todavía en pañales en este tema, lo cual me recordó hace años cuando se implemento la factura electrónica y la modalidad del envío por correo electrónico, “dizque” lo enviarían al día siguiente siendo esto aprovechado por muchos para evitar enviarla siendo un dolor de cabeza.

En ese tiempo y al parecer todavía continua la ley hacendaría donde en ninguna de sus partes establece que el envío o entrega sea exclusivamente de manera “electrónica”, sino la reglamentación es clara y precisa al establecer que al causante se le entregue de inmediato la factura y, además, se envíe al correo electrónico.

Una práctica que actualmente continúa existiendo o bien esos contribuyentes que están buscando recovecos para evitar el timbrado de facturación lo hacen aún más complicado en donde en el mismo negocio te envían en un módulo especial para que tú mismo lo generes.

Por lo pronto, ha quedado bien establecido por el SAT que son simples pretextos de algunos contribuyentes para evadir el pago del impuesto de la operación comercial realizada o el pago o cobro de servicios prestados, etc.

Esto mismo sucedió hace años atrás cuando se creó el famoso Registro Federal de Causantes, los primeros años y más en sus meses iniciales del RFC, fueron muchos los sufrimientos de infinidad de causantes para que les entregaran la factura.

Entre el pretexto más usual fue que el vendedor ponía de condición para dar una factura, el que se le entregara una copia del RFC, lo mismo con la caratula principal que el reverso.

Muchos fueron las víctimas de esos contribuyentes vivales para no regresar el IVA y reducir el monto de sus ventas, consiguiendo con esa artimaña y falsa condición de que tenía que entregarse copia del RFC.

Lamentablemente, el SAT y en general nuestras autoridades hacendarías, responden y despiertan siempre tarde al clamor y denuncias públicas de aquellos contribuyentes que pedían una factura y les era negada por falta de una simple copia.

Justo es lo que hasta ahora sigue imperando, cerrando los ojos Lolita a través del SAT, cuando un comprador no recibe la factura a que tiene derecho y acude a las oficinas de Hacienda y en ese lugar se desligan con una simple frase: Acuda a PROFECO y presente su denuncia.

Supuestamente, PROFECO fue creado para atender quejas sobre la inconformidad del consumo en el servicio que recibió y es de entenderse que el SAT y “Doña Dolores” o sea Lolita, está para atender las denuncias o quejas de los abusos e incumplimientos del comerciante, vendedor o contribuyente en otros giros.

La realidad es que Hacienda no cuenta con personal suficiente ni siquiera para atender a su “clientela” o sean los causantes en sus propias oficinas dejando esa responsabilidad a nivel nacional a los Estados mediante convenios de “Coordinación” que no es otra cosa que “tú Estado cobra por mí” y por cada peso el Estado recibe míseros centavitos que no cubren el sueldo del supervisor o inspector comisionado para localizar a los evasores, esto al margen del gasto de gasolina, tiempo, etc. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org

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