Por Guillermo Robles Ramírez

Tiene pocas semanas que anda circulando en redes sociales, la crítica de una señora hacía unos turistas que se encontraban visitando una parroquia por el simple hecho de traer unos shorts, señalándolos como pecadores y que estaba prohibido vestirse de esa manera inmoral ante la casa de Dios. Pero no siendo suficiente con ello hasta les aseguró que estaban cometiendo un pecado.

Lo anterior no es algo nuevo, y tampoco será la última vez que lo vea no solamente esa feligrés, ya que es algo repetitivo en diferentes puntos del país, y más en aquellas cabeceras municipales en donde no se está acostumbrado al calor por haber sido ciudades que años atrás eran consideradas como comunidades frescas.

Un tema que siembra la controversia y cuestionamiento en la grey católica, es decir, al grupo de creyentes de la Iglesia,  pues están muy divididas las opiniones y criterios de cómo debe irse a visitar y estar en las casas de Dios o sea en las capillas, parroquias, iglesias y catedrales.

Algunos sacerdotes católicos, al menos para un grupo de ciudadanos, están exagerando al poner condiciones de que un creyente católico masculino no puede entrar a una iglesia con shorts o pantalones cortos, mientras que en el caso de las mujeres las cosas están que arden, pues se están poniendo reglas y medidas para que a los templos no deben ir con minifalda, enseñando los hombros, falda muy ceñida, exhibiendo algo o mucho de bubis, etc.

Dentro de este tema, el Obispo de Saltillo, no se le ha escuchado una opinión al respecto en su papel de consejero espiritual, y espero que el día que lo llegue a hacer, sea con mucha cordura, madurez; pero sobre todo pintando una línea que separe a opositores y extremistas que inventan pecados así como sin sustento alguno condicionan la vestimenta de mujeres y hombres para visitar ya sea como turistas o bien asistiendo a misa a cualquier iglesia, parroquia o cátedra de la religión católica.

Al menos en mi opinión considero que no debe la iglesia limitar formas de vestir y para ser más concreto; la Iglesia Católica no debe imponerse sino enfatizarse en la educación como parte elemental para la formación de las personas en cuanto a los principios y valores.

Hasta el momento nadie ha sustentado en algún pasaje bíblico, mandamientos de Dios, o en cualquier otro sacramento, sobre el tipo de vestimenta, en lo particular del uso de shorts, o minifaldas.

Considero que nada se gana que tanto sacerdotes o feligreses pretendan imponer las cosas, o inventando, ya que los tiempos han cambiado y lo mismo debe de suceder con la Iglesia, el cual debe de entender que la gente tiene esa libertad de vestimenta y que la forma de vestir tanto de la mujer, así como la del hombre  no tiene que ser definido como una falta de respeto hacia la Iglesia o la casa de Dios, sino se encuentra dentro de la educación de cada ser humano.

Más allá de reglas que se establezcan no solo en la iglesia o inventadas por el criterio de cada persona, se encuentra en las enseñanzas dentro de los hogares de cada familia, y son los padres quienes deben de orientar, aconsejar, y decirles a los hijos, desde su niñez, qué es lo bueno y lo malo, incluyendo las reglas morales, etiqueta y de comportamiento general.

Si bien es cierto que algunos hijos e hijas tienen sus propios estilos de vestir y comportarse, en función de nosotros los padres, al menos es la perspectiva personal que tengo de ello, decirle a la niña, niño, adolescente o adulto, qué debe y no debe hacer, pero agregar a esto, las razones y fundamentos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org