Se valora solo en una fecha

Por Guillermo Robles Ramírez
En diferentes lugares de la Tierra, en donde antes hacía frío o al menos se consideraba como una localidad en donde predominaba el clima fresco, con el tiempo se ha acabado. Lo mismo para lugares en donde normalmente en época de lluvias éstas se han atrasado y en aquellos en donde habitualmente nunca falta la lluvia ésta se ha extendido durante varios días.

Como si se tratara de una película de ficción en donde la lluvia de granizo es algo inverosímil porque antes nunca había pasado, y en aquellas zonas geográficas en las que sí su tamaño grande representa un peligro para la integridad de cualquier ser vivo.

Mientras que los escépticos o la ciencia pueden verlos como sucesos aislados, así como las explicaciones científicas, algo que no se puede negar es que ambas situaciones son reacciones que nuestro planeta está haciendo principalmente por causa de la especie que domina La Tierra, con el paso de su modernidad, y consecuencia de su crecimiento demográfico, así como la civilización en donde requiere espacio para vivir invadiendo por ende nuestro hábitat natural.

Pero no siendo suficiente con ello la industrialización y la experimentación de su armamento nuclear causa cada vez mayor daño a la Tierra.

Hablar del Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado cada 5 de junio es algo que solamente sucede en nuestro calendario, es decir, una fecha simbólica a la que solamente con discursos o actos públicos que sobrepasan a lo ridículo porque el plantar un arbolito de apenas un metro y echarle tierra y agua para posteriormente dejarlo en el olvido no es suficiente para poder ayudar a cuidar el medio ambiente y a la Tierra.

Sin importar el nivel de autoridad, se han quedado pequeños en sus campañas del medio ambiente porque, por otro lado, hacen lo contrario al continuar autorizando el crecimiento de la urbanización en lugares en donde se cometen ecocidio porque puede más los intereses, que el cuidado del medio ambiente, en la que irónicamente se echan la culpa entre las autoridades locales, estatales, y federales así les convenga en las que cada una defiende su jurisdicción o se deslindan de ella según el caso.

El calentamiento global, la fusión de los icebergs, los mares y el aumento de las zonas bajas inundadas, inundaciones repentinas en ciudades donde nunca caía una gota de agua, huracanes, sequías, maremotos, olas de calor y otros desastres naturales son cada vez más comunes. La Madre Naturaleza nos está reclamando con cada uno de los impactos climatológicos.

Y eso es algo que por más miopes quieran ser nuestras autoridades, así como los exceptos, solamente existe una cruda verdad de la cual no podemos escapar que son los ahora llamados “fenómenos naturales”, pero alguna vez se han preguntado cómo fueron creados.

Estoy seguro de que la respuesta usted ya lo sabe y quiera creer o no sobre de ello las únicas víctimas de nuestro propio error es el ser humano, es decir, nuestra especie está acabado con lo poco que nos queda como medio ambiente y causando un desequilibrio a nivel mundial.

La finalidad real del Día Mundial del Medio Ambiente; es crear conciencia sobre la importancia de los millones de especies que habitan en la Tierra, así mismo también como su entorno, bosques, océanos, ríos, montañas, todo aquel ser vivo encontrado en el planeta azul, llamado Tierra.

Su campaña para la concientización ha bajado como la espuma del mar, ya que por el año 2006 publicó una película documental presentado por el expresidente de los Estados Unidos, Al Gore; sobre el cambio climático y años posteriores fue bajando ese tipo de trabajos documentados en formato de película, así como investigaciones que no han logrado el impacto a la humanidad, pero sobre todo a los líderes de cada nación.

Tampoco aquellas campañas y participación para la concientización del medio ambiente realizado de gente famosa del mundo del espectáculo desde personalidades del cine, televisión y cantantes; no han logrado el impacto que se busca que es el coexistir entre los seres humanos y un hábitat de la naturaleza.

Las principales naciones en llevar las campañas de concientización para vender más productos biodegradables sin encontrarle un verdadero significado son irónicamente aquellos países que más contaminan el medio ambiente, es decir, los más desarrollados o calificados como potencias mundiales. Un título que lo ha liderado y ganado a pulso ha sido la misma industrialización de los Estados Unidos, y Rusia.

Su necesidad de conservar una falsa imagen y lavar conciencia ante cualquier sociedad los ha orillado a invertir millones de dólares en publicidad o mercadotecnia, como método para someter a la gente en un trance para que las personas opinen que dicha empresa o, compañía está ahí, para el beneficio de la gente. Y gracias a esa compañía genera empleos vendiendo de manera barata el compromiso que se tiene con la ecología.

En los últimos años nos hemos encontrado anuncios en diferentes medios electrónicos e impresos lanzando “productos verdes”, o “productos azules” es decir todos aquellos que son a favor del medio ambiente como el aire acondicionado de bajo consumo, computadoras, unidades móviles todos ellos respetuosos del medio ambiente; los celulares con fabricación reciclable.

¿Hemos hecho algo para cuidar nuestro medio ambiente o, simples campañas?

Somos parte integral de un ecosistema llamado Tierra; un sistema donde el aire, agua, tierra, animales terrestres y acuáticos, así como la misma vegetación está siendo sometida bajo mucho estrés por la misma humanidad en su afán de expansión, dominio y actividades económicas.

Una sobre población humana que busca no solo nuevas maneras de vivir mejor, es decir, con mucha tecnología y comodidades. En términos simples la especie humana se ha convertido en una plaga que se acaba los recursos naturales para poder alimentarse y abrirse espacio para vivir. Por lo tanto, afecta al resto de los seres vivos tanto en su hábitat como entorno para que puedan sobrevivir acabando con especies que ya no existen en la Tierra y que alguna vez no solo dominaron el globo terráqueo, sino que también era parte del mismo planeta.

En cada país existen eventualidades que lamentar, en cada localidad pasa lo mismo y México no se ha quedado atrás, tenemos como ejemplo la destrucción de miles de árboles, vegetación y especies de todo tipo, en la construcción del Tren Maya. Nadie puede hacer nada al respecto sino pasando los años y pase una catástrofe causada por la intervención del ser humano es cuando no se sabe el cómo actuar. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org

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