Se rompe el balance o la báscula: cuestión de enfoque
Por Guillermo Robles Ramírez
Es tan fuerte el interés y propósito del Gobierno de Coahuila; de quitarle no unos cuantos, sino varios kilos a coahuilenses, pero en sobrepeso. Algo que ha sido un duro trabajo desde hace unas cuatro administraciones pasadas y no con el interés equivocado que algunos pueden pensar que se trata de un tema estético, sino se trata de una situación de salud, que ha formado parte de la agenda pública.
Sin embargo, al momento de hacer el balance sobre la reducción de peso de los coahuilenses, se ha llegado con el triste resultado de la creciente población con sobrepeso, y obesidad.
Hay que reconocer que nuestro gobierno estatal no se ha limitado en esfuerzos ni recursos para junto con su comunidad lograr las metas deseadas, particularmente por la salud de sus habitantes. Pero por desgracia, los mismos coahuilenses han defraudado a las mismas instituciones estatales y municipales, al no bajar de peso, algo que se ha convertido en un gasto para las instituciones de salud pública.
Sin embargo, hay áreas donde las autoridades municipales y estatales también han fracasado, y hay que decirlo no por falta de programas o difusión de salud, sino por falta de voluntad de nuestros servidores públicos, como aquellos que pertenecen a los cuerpos policíacos, donde muchos de sus elementos; sobre todo en el nivel municipal después de cierto tiempo salidos de la academia empiezan a engordar, subiendo muchos kilitos además quedando en condiciones nada óptimas para desarrollar las actividades encomendadas.
Para mucha gente, el que un policía esté excedido de peso y no pueda alcanzar a un ladrón, es una situación de burla para los ladrones.
En la época en que fue Presidente Municipal de Monclova, Armando Castro, mantenía otra óptica, ya que en su opinión pedía que no debiera discriminarse en los corporativos policíacos a los «gorditos y viejitos», viendo injusto las nuevas disposiciones de acreditación para el cuerpo que resguarda la seguridad de la ciudad.
La perspectiva del ex edil, Armando Castro, tenía mucha sensibilidad humana al considerarlo un motivo de discriminación, pero también como todo, hay necesidad de actualizarnos y modernizarnos, para poder tener un buen desempeño en cualquier actividad laboral.
Por mencionar el caso de un médico cirujano que durante su edad productiva logró tener un gran reconocimiento dentro de su ámbito, al pasar el tiempo tiene que llegar a una edad en donde sus funciones motoras se hacen torpes, propias por la edad, y por muy buena trayectoria que tenga es muy riesgoso que un paciente cediera someterse a una operación.
Hay que ser realistas que para tener resultados es necesario la depuración en el comando policíaco, para el bien de los ciudadanos, y también aquellos que se dejaron engordar, es responsabilidad de ellos mismos por mantener un trabajo a sabiendas de que los requisitos para la permanencia de su servicio requiere tener una óptima actividad física y condición.
No es lo mismo para aquellos funcionarios que hacen trabajos administrativos que sí pueden estar obesos o gordos, siendo irrelevante para poder realizar su función; y quedándoles únicamente la conciencia de tener que atenderse el problema de obesidad por cuestión de salud, más que por imagen.
No hay que justificar la relajación de los requisitos para permanecer al servicio público de seguridad, haciendo un cambio de conceptualización en el entrenamiento físico, para que se deje de utilizar como un método de castigo, dominación, y humillación por parte de los superiores; sufriendo lo mismo para aquellos que han laborado por muchos años, queriéndolos incluir en tareas que se requiere de mucha actividad física.
También hay que cuidar que se cumpla la reglamentación de éstos, ya que la mayoría de los policías de tránsito pasan mucho tiempo inactivos en los vehículos oficiales, pero también se les ve públicamente en horas laborales y muy seguido; ingiriendo alimentos, como tortas, tacos, gorditas, refrescos, etc., sin contribuir mucho que digamos a una buena nutrición.
La falta de reactivación al departamento de la medicina preventiva; en el caso de tener una programación y chequeo calendarizado con la ayuda de un especialista de nutrición, es algo que se desconoce si cuentan con ese programa o servicio, pero en el caso de que no, sería bueno incluirlo o reactivarlo como también darle una actualización al mismo. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva) www.intersip.org
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