Guillermo Robles Ramírez

Se nos acaba el agua

Por Guillermo Robles Ramírez

El tema de salud está en todos lados, cegándonos en otros asuntos o mucho menos el acordarnos en fechas importantes o aquellas conmemoraciones internacionales que sirven para hacer conciencia en nuestro entorno.

Estamos muy saturados de información con la pandemia del Covid-19, y sobre todo a las autoridades locales, estatales y exceptuando las federales que avanzan igual que las largas y pausadas conferencias mañaneras de AMLO.

En este mes de marzo que concluyó, y para ser preciso el pasado 22 de marzo se conmemoró El Día Mundial del Agua, siendo muy poca su difusión o al menos en nuestro país, y mucho menos para quienes dirigen las cabeceras municipales y gobernadores de México, que se les vio muy aguados o asustados por el coronavirus.

El agua es de suma importancia para nuestra región ya que geográficamente los coahuilenses se encuentra habitados en una entidad de zona desértica en su mayor parte territorial.

Muy a pesar de esta desventaja ocupamos el quinto lugar en el país con cobertura asegurada del vital líquido potable superando el noventa por ciento, o al menos eso fue hace más 8 años atrás porque no se han publicado recientes estudios sobre ello.

Pero como no todo lo que brilla es oro, ya que de acuerdo a una investigación publicado hace varios años atrás, realizada por Dr. Jürgen Mahlknecht, Director del Centro del Agua para América Latina y el Caribe, con 31 publicaciones internacionales sobre el tema de agua subterránea/hidrogeología y geoquímica ambiental, aseguraba un alto riesgo de abastecimiento a los mantos acuíferos de Arteaga, Saltillo, Ramos Arizpe, es decir, la Región Sureste de Coahuila.

Preocupante los resultados de su diagnóstico porque el hecho de que exista agua, ésta se ve amenazada por contaminantes como el arsénico y plomo que se verá afectada a un corto plazo, algo que se vive en la cabecera municipal de Torreón, Coahuila.

Sumándole a las variantes en contra la sobreexplotación de los mantos acuíferos es otro de los enemigos principales poniendo en riesgo el abasto de agua, no teniendo más pozos disponibles para extraer este vital líquido según reportes de la Comisión Nacional del Agua; el último acuífero en gastar toda su disponibilidad fue el de la Región Manzanera-Zapalinamé, no quedando uno nuevo de donde sacarle más.

Es importante hacer conciencia sobre el cuidado del agua y empezar a buscar opciones para potabilizar el agua contra los contaminantes de minerales que ponen en riesgo la vida de los coahuilenses, y una mayor vigilancia por parte de las autoridades sobre todo para aquellas industrias metalúrgicas que con sus accidentes de fugas de amoniaco ponen en riesgo la salud de toda una comunidad como en el municipio de Torreón, con Peñoles.

Muy a pesar de las grandes cantidades de agua que han aportado y aportarán en los nuevos ciclones, huracanes y tormentas tropicales para este 2020 por todo el territorio de Coahuila; siempre serán insuficientes para recuperar la sobreexplotación que en un pasado fueron objeto los pozos en Coahuila.

Lo que los habitantes del Sureste y en general de Coahuila no consideramos es el hecho de que son muchos los “popotes” que absorben el agua, mientras que por otra parte es demasiado el desperdicio y mal uso de este recurso natural no renovable y pasan los años, sin avanzar en la cultura del agua. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org

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