Se desvanece el sonido de la guitarra

Por Guillermo Robles Ramírez
El día de hoy lunes es día feriado como se ha venido haciendo anualmente el tercer lunes de cada noviembre, para la conmemoración del 20 de noviembre, dando inicio a la Revolución Mexicana dirigida por Francisco Madero en 1910, y aunque con el tiempo se le ha restado importancia porque tal parece que lo único que resalta es día de descanso, en donde a una gran parte de los mexicanos se les ha olvidado que a través del Plan de San Luis, se trataba de un levantamiento en armas para derrocar la prolongada dictadura porfirista.

Pero siempre es bueno recordar nuestra historia y saber el por qué, su importancia ya que mientras no se haga seguirán saliendo nacionalismos sin fondo, sin cuerpo, sin fundamentos, solo puras palabrerías y porras sin peso como: ¡México no hay dos¡, ¡bien México, sí se puede¡, ¡México unido!, o bien, el clásico ¡Viva México! Pero existe una pregunta que me cuestiono cada vez que escucho alguna de las exclamaciones mencionadas anteriormente: ¿Realmente sí existe ese nacionalismo?, o ¿México vive dentro de ti o fuera de tu existencialismo?

La Revolución Mexicana, no sólo trajo justicia a los desprotegidos, sino que hoy en día nos inunda de anécdotas de las múltiples peripecias que nos hace imaginar las travesías de aquellos héroes que por diferentes caminos a lo largo y ancho del país recorrieron los caminos dejando una historia en cada paso que daban.

Teniendo como único acompañante aquellas guitarras que se escuchaban con las notas tristes de una canción, las voces de aquellos hombres en donde alguna vez se quebraron de sentimiento por la pérdida de un ser querido, un compañero, la distancia de la familia y por qué no el de algún amorío, siempre acompañado de las lágrimas surcando por las mejillas de aquellos que se encontraban en la revolución sentados en la orilla de aquella fogata. Noches de campamento, las casas de un poblado quedando atrás, jóvenes que se habían juntado a aquellas fuerzas de la revolución y se habían alejado de su amor, dejando como testimonio muchas letras de canciones compuestas en los descansos de batallas en donde narraban sus historias de aquellos combates, recuerdos del pueblo y la esperanza de una victoria en donde sus canciones fueron la huella de sus almas en donde juraban que algún día regresarían a su familia y con sus amadas.

Es el caso de Coahuila, cuna de la Revolución Mexicana por cuyos poblados de Piedras Negras, San Pedro, Monclova, Ramos Arizpe, Torreón y otras comunidades coahuilenses, en donde aún hay quienes parecen escuchar los cascos de los caballos en los que venía el General Murguía reclutando a gente para defender, decía, “los ideales de Carranza”.

Voces y guitarras que pintaban una melancólica tarde luego de la batalla, donde trovadores, componían corridos de las andanzas de éstos hombres revolucionarios, en donde al son de la prosa y el verso, hablaban de la muerte de los generales Fierro o las luchas de Francisco Villa.

Son tan pintorescas estas historias que los autores de las anécdotas hacían imaginar y hasta parecer que escuchas el resuello de los caballos y el sonar de la trompeta de batalla, gracias al tino mexicano de pasar de generación en generación las historias de valientes anécdotas revolucionarias.

Pero las voces se fueron apagando con el trascurrir de los años, las lágrimas  se fueron secando y los amores olvidando con la indiferencia de las autoridades en restarle importancia a los valores civiles dentro de las instituciones educativas para dejarlos al criterio de sus directores y solamente son recordados a una minoría de la sociedad principalmente a las amas de casa porque por ahí se les ocurrió una que otra escuela hacer una representación improvisada que pareciera una comedia de la Revolución Mexicana.

La mayoría de los  mercados del país conocidos con el nombre de Mercado Juárez, Villa o cualquier otro nombre de algún personaje héroe llenos de disfraces así como vestimentas y máscaras de Emiliano Zapata, Pancho Villa, Venustiano Carranza u otros, no pudiendo faltar las Adelitas  para la venta, sin embargo, cada vez es mayor su olvido debido a  que muchos de los mercados del país se quedaron con una gran cantidad de inventarios que seguramente guardarán para el próximo año en espera de que la Revolución Mexicana no sea olvidada.

Los festejos han ido de más a menor, con el paso de los años ha sido motivo de noticia la cancelación de la conmemoración oficial por las manifestaciones de cualquier índole. La primera vez que se tiene registrado sobre la cancelación de la ceremonia del 20 de inicio de la Revolución Mexicana, con la manifestación en el año 2014 por la muerte de los estudiantes de Ayotzinapa. Y posteriormente salieron otro tipo de manifestaciones, aunque también se ha dado el caso de su cancelación ha sido por motivo de condiciones desfavorables climatológicas, aunque para ser honestos antes del 2014 nunca había sido un impedimento para hacer actos conmemorativos para el 20 de noviembre.

Por otro lado, las instituciones educativas federales y estatales han convertido el 20 de noviembre, en un día de kermes para sus estudiantes en donde la suspensión de clases fue desde el inicio del horario que se imparte la enseñanza en las aulas. Los estudiantes sin uniformes y emocionados por las kermesse dejaron a un lado el recuerdo y conmemoración del 20 de noviembre con la autorización evidentemente de las autoridades educativas siendo cada vez mayor la degradación de los valores cívicos. Es por eso por lo que digo el sonar de aquella guitarra está dejando de tocar, aquellas historias que eran las noticias del pueblo mexicano, sin embargo, no se puede borrar de nuestra historia una fecha tan importante ya que es el aniversario de 115 años del inicio de la Revolución Mexicana, un acto importante que transformó la dirección de la historia del país. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org

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