Se defienden hasta….

Por Guillermo Robles Ramírez

Se defienden hasta con los dientes y por eso continúan los abusos y oposición de los asalta-taxis para instalar taxímetros en sus vehículos y así sus cobros por los servicios prestados a la ciudadanía, sean más justos y apegados a las tarifas aprobadas.

Lo anterior en aquellos municipios coahuilenses considerados “chicos”, pero en realidad ya no lo son en la actualidad, pero si son comparados como aquellas cabeceras municipales como Torreón, Saltillo, Piedras Negras, o Monclova, siguen siendo pequeños, mas no obstante significa que el uso de taxistas no sean necesarios.

Hay municipios coahuilenses que viven del pasado solo cuando les conviene como son Allende, Abasolo, Acuña, Castaños, Cuatro Ciénegas, solo por mencionar algunos en donde los taxistas siguen haciendo de las suyas porque las autoridades no quieren problemas ni complicarse su existencia, acabando con los abusos y cobros arbitrarios que hacen los taxistas, aprovechando además de la apatía e indolencia de las autoridades de tránsito, el hecho de que nunca han accedido ni permitido la instalación de los taxímetros.

En otros casos, solo fingen impartir justicia, dejándolo todo en diálogos, y reuniones la instalación de taxímetros a sus unidades, pero al final no concluyen en nada.

Pero también hay que mencionar que en aquellos en donde sí existe la homologación del uso de taxímetros en estas unidades, al momento de que las autoridades locales, es decir, sus Ayuntamientos solicita el cambio de nuevos o renovación del taxímetro se topan con el rechazo de lo agremiados del volante, argumentando que los que tienen se encuentran en buen estado: ¿Será?

No hay municipio en Coahuila, en donde exista un taxi y que éste represente o existan las arbitrariedades y abusos de los taxistas, aun en la ciudad capital que ya le encontraron la maña en donde incluso muchos de ellos se encuentran efectivamente trabajando pero modificados, en donde alteran estos aparatos para cobrar más. La falta de supervisión por parte de las autoridades locales de que se encuentren funcionando en buen estado es difícil de ejecutar por la carencia de personal y también al escuchar de alguna verificación aquellas unidades de transporte público se hacen ojo de hormiga prefiriendo dejar fuera de circulación el taxi o sacándole la vuelta para no ser identificados.

Pero el mejor factor que tienen los taxistas a su favor en la mayoría de las ciudades coahuilenses es que cuentan con la ayuda de la apatía de sus autoridades viales, en donde obviamente seguirá el gran negocio al aplicar las tarifas que más les place.

Si bien es cierto que existen tarifas oficiales para los servicios de los taxistas, éstas no son respetadas y se manejan al arbitrio de los trabajadores del volante que normalmente cobran bajo el criterio, y la necesidad del conductor o chofer.

La pregunta que se hacen los usuarios del transporte de taxis es que no es posible que los malos, es decir los taxistas abusones, puedan más que las autoridades, pues el hecho que se oponen a instalar taxímetros, o que se renueven los aparatos demuestra el poder y la fuerza que tienen los concesionarios.

La solución del problema, definitivamente, es la instalación y operación de taxímetros que deben ser impuestos y obligados por las autoridades municipales, si es que dejan los “malos”, hablando en aquellas ciudades en donde todavía no son implementados. Pero por otro lado en aquellos municipios en donde se encuentran operando dichos taxímetros renovarlos sin necesidad de preguntarles pareceres. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva) www.intersip.org

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