¿Se acaban los bosques o terminan con ellos?
Por Guillermo Robles Ramírez
La inmoderada tala en la sierra de Arteaga, igual que en otras de Coahuila como las del Municipio de Múzquiz, es cada vez más inmoderada y criminal.
Una situación que no es nueva porque se ha denunciado públicamente muchísimas veces en medios de comunicación serios y formales, es decir, aquellos que representan periódicos locales que han iniciado desde la prensa escrita y que en la actualidad se han modernizado a la era digital.
Denuncias públicas de los medios que no se han limitado solamente en una nota informativa, sino también han realizado en un pasado reportajes de investigación periodística sobre esta problemática de muchísimos años atrás y que a la fecha sigue sucediendo.
Pero el problema va más allá de Arteaga, porque esta tala clandestina sucede también en la Comarca Lagunera del lado del Estado de Coahuila, la vegetación de sus “cerros” llámense sierras o montañas, brillan por su ausencia las autoridades federales, a tal grado de que existen “corridos”, chascarrillos y frases hirientes y fuertes sobre esos cerros “pelones” y cuyo “canto guerrero” lo conoce cualesquier torreonense y basta y sobra conque se lo pregunte a quien conozca originario de la Perla de La Laguna.
Luego se va a la Región Centro, que abarca Monclova, Castaños, Frontera y sus alrededores, en donde la vegetación se reduce a simples matorrales, ocurriendo lo mismo en la Región Carbonífera y si se continúa a Piedras Negras y Ciudad Acuña, ocurre lo mismo, siendo su excepción de por aquellos rumbos el Municipio de Múzquiz, particularmente la zona conocida como Maderas del Carmen, localizado en las cabeceras municipales de Múzquiz, Villa Acuña, y Ocampo; llegando a la conclusión de que somos un Estado semidesértico pero rico en fauna, flora, vegetación de nuestros ecosistemas.
Toda esta historia viene al caso porque es doloroso y sobre todo saber que las pocas zonas boscosas son taladas y reducidas a una mínima expresión por un pequeño grupo de personas que comercializan la madera que sacan de los árboles derribados sin importar si se trata de árboles viejos improductivos o bien, de troncos residuos de incendios. Aunque existen teorías sin fundamento alguno sino lo que dice la gente que dichos incendios han sido provocados deliberadamente, para hacer negocios desde la reutilización de la madera quemada hasta para la construcción de complejos habitacionales bajo el concepto de “coexistir”, y tener la “experiencia” con la naturaleza.
Los camiones donde se cargan los enormes troncos por los caminos vecinales de Arteaga, que proceden de los puntos boscosos más ocultos, son vistos por todos los vecinos de la sierra, pero nadie quiere hablar de este vergonzante saqueo, dizque porque son gente “conocida” de la región y muy “influyente”.
Es decir, se trata de coahuilenses conocidos y enemigos de la vegetación de la que viven bien y a placer, lo que es realmente una total incongruencia.
Si usted pregunta a cualesquier familia de la sierra de Arteaga, quién está saqueando el único producto que da la sierra y que es la madera de sus pinos y otros árboles de múltiples variedad, le responden que, según ellos no saben e inmediatamente se cierran porque tienen miedo a represalias, pero particularmente a que dejen de trabajar en los aserraderos clandestinos cuyos propietarios o responsables son harto conocido de los arteaguenses que dicen dizque no saben quién está acabando con la sierra de Arteaga, el único pulmón del que miles de coahuilenses pueden disfrutar, al menos por un corto o mediano plazo. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
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