¿Saldo blanco 2 de octubre?
Por Guillermo Robles Ramírez
Sin temor a equivocarme, por los años transcurridos y la edad de aquellos entonces jóvenes estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional, debe ser actualmente reducido el número de participantes y testigos vivientes de estos sangrientos hechos que marcaron para siempre una fecha trágica para la generación de 1968.
E igualmente sin temor a equivocarme, muchos por no decir la mayoría de los jóvenes que ayer toman como pretexto el 2 de octubre de cada año, dizque para salir a la calle a manifestarse contra el gobierno de aquel entonces, y sin importar el sexenio y año, porque para lo mismo un gobierno que otro o el actual es lo mismo; sin embargo no se ven adultos de la tercera edad en esas manifestaciones. Solamente jóvenes que han escuchado a personas de edad avanzada aquellos relatos sobre los destellos de esa matanza. Pero también sin temor a mentir muchos de esos adultos, ni siquiera conocen lo más mínimo de la historia, porque ya quedan pocos sobrevivientes que estuvieron presentes durante el masacre de Tlatelolco. Aun así motivan a jóvenes a que salgan a “protestar” y apoyar algo que no solo no vivieron, sino que tampoco se dan tiempo de leer para regularmente “empaparse” cómo inicio, por qué encendió los ánimos de los entonces jóvenes de aquellos ayeres, pero salen a inconformarse o sencillamente hacer mitote y exhibirse, además de aprovechar la situación para al menos algunos, saquear y cometer actos vandálicos a cuanto se les ponga frente a ellos.
Aunque las autoridades manejan el concepto de “saldo blanco”, es un término que cada vez más utilizado a desmedida y manipulado, es decir, es simplemente para decir que no hubo muertos en alguna manifestación, sin embargo, en ese juego de palabras sobre el “saldo blanco”, no entran los daños materiales o agresiones físicas que no llegan a una muerte, pero eso no significa que una marcha como el recién pasado domingo para conmemorar el 56 aniversario de la matanza de Tlatelolco; no hubo destrozos o actos de pandillerismo.
Una marcha que no solo sucede en la Ciudad de México, sino también en otras ciudades del país, para mostrar solidaridad y protesta por los caídos de 1968.
¿Sabrán y conocerán, aunque sea poco, estos chavos estudiantes de la presente generación, lo que ocurrió la tarde del miércoles 2 de octubre de 1968 en la plaza de las Tres Culturas”, en la ciudad universitaria?
Esto me recuerda los años, de cuando era estudiante, dos buenos amigos, por cierto, ambos chilangos, las fuertes discusiones que se enfrentaban entre copa y copa, cuando tocaban tópicos del mencionado 1968.
En una de esas noches de “competencia” de quien sabía más o conocer a una amistad de la familia que había participado más sobre el inicio y terminación de estos criminales hechos, uno de los chilangos retó al otro que mostrara o dijera si había andado en la “refolufia”, es decir, en las marchas callejeras o en la concentración masiva de Tlatelolco, algo que obviamente por ser una generación de sus abuelos dijeron no haber participado, aunque si reconozco que tenían información fidedigna porque los dos habían tenido familiares que participaron en ese movimiento, aunque uno como estudiante y el otro como reportero.
Y, como era de esperarse, la burla no esperó y, santo remedio, jamás ni en ningún otro año en que se recordaba el 68´s, participaron en la conversación sobre ese tema como si hubieran estado presentes. Pero al menos sí tenían conocimiento de los hechos y no como las generaciones actuales que no saben qué sucedió; sin embargo, sí participan para hacer desmadres o actos de pandillerismo.
En fin, así como algunos reconocen que la matanza de estudiantes del 68 fue inútil e innecesaria, igual sucede cuando los jóvenes de ahora preguntan: ¿Qué México tendríamos, si las metralletas del ejército no hubieran disuelto la mega manifestación?
El hubiera no existe, una disculpa, ¿para quién?, es decir, sobran dedos de las manos para contar los sobrevivientes quienes recuerdan cada año el gobierno federal en turno se disculpa, sin embargo, la verdad nunca saldrá al aire, por lo tanto tampoco existe a quien hacerle justicia, en caso de que exista un culpable viviente. Nunca faltara una verdad o mentira, así como las versiones de que estaban involucrados estudiantes venidos de Francia, una versión que será solo para hacer ruido, o eso al menos es lo que se dice. También se asegura que la mayoría de los líderes del 68´s terminaron aplacados o silenciados, jurando lealtad con importantes puestos públicos en el gobierno federal de Luis Echeverría Álvarez; sucesor de Gustavo Díaz Ordaz, Presidente en turno en la matanza de 1968. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
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