REFLEXIONES FEMENINAS

¿Y LA LIBERACIÓN FEMENINA?

POR ADRIANA SÁNCHEZ VAENZ

En el pasado la mujer era una niña buena que debía complacer al marido en todos los sentidos, y peor aún, la religión decía que debía obedecer al hombre, ser prácticamente la sirvienta que le tenía que cuidar la casa y a los hijos hacerlos “personas de bien”, no tenía derecho a votar y por ende ni siquiera pensar que una  fémina demostrara su punto de vista u opinión sobre temas importantes como política o simplemente que su pensamiento estuviese en desacuerdo con lo que el hombre de la casa decidiese, en sí de lo único en las únicas conversaciones en las que una mujer podía participar libremente, eran las pláticas de “sociedad”.

Pero luego vino una época de “liberación” fuera el corsé, fuera el brasier y fuera el yugo machista, pues ahora la  mujer se convierte en un ser “independiente”, un ser donde ella manda ante la sociedad, pero para qué teníamos que mostrarles a los hombres que éramos igual que ellos, si no lo somos, allí es donde estuvo el error.

Porque ahora la mujer moderna, yo la llamaría esclava moderna, tiene que hacerse cargo de TODO, pues de menos antes ellos mantenían la casa, aunque la mujer tuviera su dinero extra y también mantenían a la esposa si se divorciaban, pero ya no, hemos llegado a un grado totalmente horrible respecto a las relaciones sentimentales. Hoy si salimos con un chico cada quien paga su cuenta, sino es que el aprovechado termina enjaretando la cuenta a la mujer, luego si te llegas a divorciar ruégale a Dios que tu ex no pierda el empleo, pues aparte de la renta, los niños, la despensa, la luz, el agua, el gas, los gastos escolares, la ropa, ¡HAY QUE MANTENERLO!

Estoy deacuerdo que trabajar es una cosa hermosa, pero siempre y cuando tu dinero sea eso, tuyo. No estoy en contra de los derechos de la mujer, al contrario los apoyo enteramente, pero considero algunos hombres se han aprovechado de la situación, simplemente la mujer sigue ganando menos en el trabajo que el hombre.

La liberación femenina no  existe así como la pintan, esta es sólo una cortina de humo en la que le dicen a la mujer, eres independiente, por eso trabajas, ya nadie te maltratara, y sigue habiendo mujeres golpeadas, eres libre de ocupar un puesto de alto rango, pero no te subirán el salario porque no alcana el presupuesto y así mil cosas más, que solamente son una farsa.

Es por esto que hay que luchar por dar a la mujer su lugar, su respeto y sobre todo su valor, es decir si la mujer quiere trabajar que lo haga, pero que no mantenga la casa si tiene marido, no le veo problema en pagar la luz o la despensa para apoyarlo, pero que nunca quitarle su responsabilidad que como hombre tiene y esa es dar un gasto, pues sino terminarían manteniendo al marido.

Y chicas si salen con un chavo, por favor no le paguen nada, almenos que sea su cumpleaños o quieran consentirlo de vez en cuando, pues el hecho de que ahora la mujer tenga derechos, no le da el derecho al hombre de ser un patán mantenido. Una ocasión un hombre me dijo: “Me da miedo que las mujeres con las que salgo me suelten un discurso feminista porque les abro la puerta del carro”.

El pobre no debería de tener miedo de ser caballeroso y conquistar a una mujer con flores, cartas y detalles, al contrario debería sentir que la mujer vale tanto que debe conquistarla sin importarle lo que le cueste. Sé que hay hombres que en verdad ponen en vergüenza a su género, por la manera tan detestable en la que tratan a su pareja, pero a esos hombres, son  a los que les debe dar una bofetada y marcharse, para continuar en la búsqueda de un caballero, que te amé, te respete en todos los sentidos, que te valore, en el que puedas  confiar, y sobre todo al que puedas amar sin miedo a que muestre el cobre, pero para encontrar este hombre que sin duda existe, debes primero sacudirte al macho que tienes a tu lado, después no salir corriendo tras el primero que te pase enfrente solamente porque te sientas sola, mejor disfruta un tiempo con la mejor persona con la que puedes estar, es decir tu misma y por último dejar que él solito llegue.

Pero sobre todo recuerda “Él que quiere azul celeste, que le cueste”  o ¿Acaso no vales lo suficiente para que tengan hermosos detalles contigo? Yo creo que cada mujer vale más que el oro y que depende de ti, mujer, mostrarle al mundo que eres única, y a tu pareja que si no te cuida, puede irse, al final tu vales demasiado y mereces lo que vales, NUNCA MENOS.

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