Ramón, el “magazo”

Como todo en la vida, hay a quienes se les puede recordar por sus logros o fracasos y aunque cada quien es forjador de su destino en lo general aquellas personas que andan en malos pasos nunca lo quieren reconocer porque se consideran omnipotentes y sin defectos, siendo éstas “cualidades”, como indispensables cada vez más frecuentes en los funcionarios públicos principalmente en los altos rangos como suele suceder en un incremento quienes fungen como Presidentes Municipales en el país.

Mientras son alcaldes, toda decisión es tomada como una dictadura y en el mejor de los casos como una oligarquía en donde solo unos pocos buscan su propio beneficio solapando y aplaudiendo al jefe todo aquello que en su diminuto espacio de ser pensante considera como trabajador representante a favor de los ciudadanos.

Una vez terminado su periodo de administración aquellos acaldes serán premiados por sus actos con el recuerdo de un buen presidente municipal o como un tirano abusivo acostumbrado al nuevo esquema de gobernar en donde quienes cometen hechos ilícitos, gozan de la impunidad de las autoridades en donde nada más fingen hacer investigaciones sin resultados en concreto o al menos ante el nulo avance lo hace pensar así como si fueran valores entendidos.

Se hace cada vez más común que al término de la administración de los Ayuntamientos en el país, los expresidentes municipales se desaparecen como magos.

Reconocidos como los mejores ilusionistas del mundo y superando aquellos que trabajan en los mejores casinos de las Vegas, Nevada, desaparecen recursos como el dinero correspondiente a Hacienda del impuesto sobre el trabajo, que como retenedores deben reintegrar los patrones, lo que para obligaciones fiscales se descuenta del salario que se paga a todo empleado metido a la nómina.

Hay otros quienes se especializan en desaparecer pasivos de proveedores por el simple hecho de retener las facturas en cualquier área departamental de los ayuntamientos, haciendo todo lo imposible para que éstos no lleguen a los departamentos de Tesorería y así no reportarlos como deuda pública.

Esos son nada más por mencionar muchos de los trucos que hacen los alcaldes en su momento de administración, pero una vez terminado su período como presidentes municipales salen a la luz pública algunos de sus actos de “magia” o sea el arte de desaparecer mañosamente facturas y hasta dinero.

En esta ocasión, uno de los mejores trucos de ilusionistas lo tenemos con el “¡ magazo !”, del exalcalde coahuilense, Ramón Oceguera Rodríguez, quien a un año fuera de su cargo desapareció dos camionetas con un valor total de 1.4 millones de pesos en donde a la fecha no se sabe en dónde están. Una de ellas es una Silverado y la otra una Cherokee blindada la cual su acto de “magia” salió a flote al momento de la recepción del actual alcalde de Ramos, Ricardo Aguirre Gutiérrez, solamente se presentó su compra reflejada dentro de sus activos como propiedad del Ayuntamiento de Ramos Arizpe, sin embargo, solamente se les dejó el recuerdo con una factura de ambos vehículos sin saber el paradero de éstos al trascurrir un año de solicitar ambas camionetas.

Ahora los ramosarizpenses se preguntan qué otras cosas más logró desaparecer el “magazo” de Ramón Oceguera, pero el mejor acto de magia que ha hecho al día de hoy es su propia desaparición porque no aparece en ningún lugar público, pues sabe bien que como cualquier mamífero roedor que ha, unos con una cola corta pero otros con una muy pero muy larga, se hacen escurridizos para que no sean cuestionados por la prensa y ahora por el Ministerio Público por la desaparición de dos vehículos que fueron comprados durante su gestión municipal.

Esto seguramente despertará el celo entre el gremio de ilusionistas en México, ya que el arte de engañar al ojo es muy poco valorado y remunerado en el país comparado con la industria de Las Vegas, en donde el truco de magia es un ejercicio caro por la presentación de sus producciones de ilusionistas. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013)

Deja un comentario