Hay quienes consideran que la creatividad es una habilidad con la que se nace. En México eso es algo que se da mucho, logrando el reconocimiento por parte de países en donde la primera característica que tienen sobre los mexicanos es que poseemos una gran capacidad de ser creativos.

Pero en la mayoría de los casos esa creatividad por la que nos hemos distinguido en otras partes del mundo, es más reconocido por nuestra habilidad para adaptarnos a situaciones adversas o la carencia de adquirir las cosas nos convierte más creativos.

Muchas de éstas ocurrencias mexicanas para solventar las situaciones pueden caer hasta en lo más chusco, como también lo hay aquellas ideas que logran tener éxito.

Esta misma característica por la cual nos distinguen, se ha convertido y puesto en nuestra contra al momento que es utilizada por quienes delinquen de una manera organizada y sin tocarse el corazón. Sus métodos de operación cada vez los hacen más complejos para cometer delitos que son difíciles de calificar cuando éstos son dirigidos a los menores de edad.

Al menos en los alrededores de la ciudad de Saltillo, más en los ejidos, un grupo de criminales han estado operando con disfraces de payasos, monjas y enfermeras para secuestrar niños para el robo de órganos, sin embargo, por parte de las autoridades en específicola Procuraduría Generalde Justicia hasta el día de hoy no han tenido ninguna denuncia de manera formal, ni tampoco se ha encontrado el cuerpo de un menor de edad sin órganos. Todo indica que son solamente rumores o al menos por parte de las autoridades dejando todo al mejor benefactor que es el beneficio de la duda.

Por parte dela Secretaríade Salud, se ha advertido a la población que por parte de ellos no existe ningún tipo de brigada para alguna campaña de vacunación de las tres instancias del IMSS, ISSSTE y Secretaría de Salud, haciendo un llamado a la población de que aquellas personas con uniformes falsos de enfermeras se trata seguramente de gente farsante e inclusive, mal intencionada.

Mientras se descarta o se confirman dichos sucesos de manera oficial por lo pronto el que ha causado más pánico entre los saltillenses es el grupo de delincuentes disfrazados de payasos que ofrecen dulces a los niños para posteriormente ser víctimas de secuestro y robo de órganos.

Esto, que hasta el momento empieza a convertirse en una leyenda urbana y una sicosis tanto para los padres de familia e incluyendo a los menores de edad, está causando un gran temor a los payasos, afectando a quienes realmente se dedican a ésta profesión caracterizados en llevar felicidad y hacer reír al público infantil.

La vida sin maquillaje de un personaje que se viste de payaso en sí ya suele ser tan compleja como el de cualquier persona. Llenos de situaciones adversas, deudas y lo más triste enfrentar el reproche de los compañeros del mismo gremio, al momento de su transformación dejan todo eso fuera para sacar de sus poros el espíritu del niño que llevan dentro, dispuestos a animar las fiestas infantiles y enriquecer el conocimiento en las clases de valores en las escuelas a las que son invitados.

Sus espectáculos sin carpas y sin mayores aplausos que el de pequeños grupos de infantes, reflejan esa lucha desesperada por mantener vivo a un personaje que le dan vida por medio de un maquillaje y sus atuendos que los identifican como payasos buscando cada uno el convertirse en el payasito consentido de los niños.

Conociendo el lado humano de cada uno de ellos es fácil darse cuenta que la felicidad reflejada en un rostro maquilado no es más que la máscara de lo irreal, aunque del corazón les salen hacer las delicias de los pequeños que se suman a los espectáculos realizados por ellos y con música y canciones aprenden, a la vez que se divierten.

No es justo que mientras existen personas que detrás de un maquillaje además de hacer reír y entretener al público infantil, por otro lado, exista gente sin escrúpulos dedicados al tráfico de órganos usurpando y manchando la figura de los amigos de los niños creando esa fobia entre los chiquitines en donde ahora se cuidan para que literalmente no se los cargue el payaso. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org