Que lo hagan ellos

Por Guillermo Robles Ramírez

No sé la razón ni el argumento que en su tiempo se expusieron para justificar los hace años los municipios coahuilenses se han echado a cuesta la responsabilidad y compromiso de pagar con los impuestos de toda la ciudadanía, el gasto, por cierto, muy alto, del arreglo navideño de las calles de las ciudades en la época decembrina.

Lo justo sería que los propios comerciantes se encarguen por su cuenta del arreglo navideño del sector comercial de la ciudad respectiva, pues a final de cuentas esta tradición y costumbre forma parte de la motivación para las ventas navideñas, es decir, no tiene otra finalidad más que comercial y mercantilista, por tanto, son los comerciantes quienes deben hacerlo, pero desde hace años los municipios coahuilenses se han echado a cuesta propia la responsabilidad y compromiso de pagar por los adornos navideños.

Un gasto que no deja nada más que eso, es decir, una erogación de dinero de todos los contribuyentes, y que con los recortes del presupuesto federal, además de la tardanza de hacer las transferencias, ha orillado que muchos de los ediles dejen de hacer obras prioritarias para canalizarlo a la compra de focos, líneas eléctricas, instalación u hasta nuevos adornos y por años, los ayuntamientos coahuilenses dejaron de cubrir necesidades y demandas básicas para “cumplirles” a los comerciantes que exigen y reclaman como si fuera una obligación.

Hay ciudades del país en donde a través de un patronato formado por el comercio organizado de la localidad, se encarga de todo lo concerniente a estos arreglos navideños. En otras poblaciones se hace de manera bipartita, es decir, entre el municipio y los comerciantes.

Estamos en buen tiempo para que los municipios coahuilenses dejen a un lado esas “malas costumbres” de con impuestos comunitarios hacerse responsables de adornar la ciudad con motivo de la época decembrina y dejar que los comerciantes se hagan responsables de lo que justa y directamente les corresponde, bueno, siendo de manera bipartita, es decir, entre el municipio y los comerciantes. También los hay aquellos que se concretan solo a pagar el consumo de la energía eléctrica.

En Coahuila estamos en buen tiempo para que los municipios coahuilenses, si es que les interesa y desean motivar a los posibles clientes a que, dentro del calor navideño, compren más.

A lo más que pueden llegar los municipios, si es que disponen de dinero, es colocar adornos navideños en algunos paseos públicos como plazas y ciertos camellones de los principales sectores de la ciudad. El sector o área principal comercial, que por su propia cuenta lo arreglen ellos, los propios recursos, para que algunos presidentes municipales dejen de “chillar” porque no tienen con qué hacer el gasto navideño.

En fin, de que sí representa un gasto para todos los ciudadanos, vía impuestos, es irrefutable.

Viene a colación el comentario, porque dos que tres alcaldes coahuilenses dicen andar “bien brujo(a)”, para hacerle frente a compromisos morales o de costumbres que ahora ya no se pueden dar ese lujo como es la instalación del alumbrado navideño, y lo malo es que la costumbre se hace ley. Como si fuese obligación de los ayuntamientos coahuilenses. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México).  www.intersip.org

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