Por Guillermo Robles Ramírez

Hay quienes afirman que, en Coahuila existe un poco más de un millón de perros entre callejeros y hogareños, por otra parte, nadie duda y es irrefutable, que hay canes hasta decir basta, al menos en las comunidades coahuilenses. Y lo peor, su proliferación es mayor en las colonias y sectores de la periferia.

Mencionar o sugerir que se haga una razzia para acabar con los perros callejeros para luego sacrificarlos en alguna perrera o un rastro, además de criminal e inhumano, sobrarían las voces de protesta, pero quienes condenan esas acciones, no dan opciones o alternativas de qué hacer con tanto perro callejero, problema que por desgracia tiene cada uno de los 38 municipios de la Entidad, pero que además no es un conflicto exclusivo de la Entidad, sino de todas las regiones del País.

En otros países del Mundo y para no ir tan lejos, nuestros vecinos del Norte, tienen sanciones fuertes para aquellos dueños de perros que deambulen por las calles. Bueno, hasta en aquellos casos en que el animal defeque en la vía pública y su dueño no levante el excremento.

En México y concretamente en Coahuila, se desconoce si existe una ley o reglamentación que proceda contra los propietarios de aquellos canes que anden sueltos en la calle.

El problema de Coahuila y el resto del país es precisamente el que los canes anden sueltos en la calle y no precisamente porque proliferen o sean más que la población humana, sobre todo porque vemos con mayor regularidad, niños, jóvenes y adultos mordidos por perros sin que haya mediado provocación alguna.

La mordedura de estos perros callejeros es más frecuente de lo publicado en medios de comunicación, en donde evidentemente se hace notar aquellos casos con mayor gravedad, como lo fue en el mes de julio en la cabecera municipal de Piedras Negras, que un adulto fue atacado por cinco perros de raza pitbull, que debido a la gravedad masiva de estos canes murió a las pocas horas

En Monclova un feroz perro se echó encima del niño y le causó graves heridas en la cabeza. Un bravo Rottweiler, en la colonia Ciudad Deportiva de Monclova, mandó al hospital por sus mordeduras a una señora. Y podemos enumerar otros muchísimos casos sucedidos lo mismo en Saltillo que en Torreón, Sabinas, Rosita, Ramos, Arteaga y otros municipios de la Entidad.

El mismo problema lo tienen en Monterrey, constantemente los medios de comunicación dan a conocer a menores y adultos atacados por perros callejeros. Existen antecedentes en Guadalupe, N.L., de al menos una persona que mató de un balazo a una perra bóxer porque de la calle entró a su casa y se le echó encima. El colmo de los colmos, las autoridades municipales de Guadalupe, Nuevo León, metieron a la cárcel al hombre que mató a la perra, pese a su argumento que lo hizo en protección de su vida.

Total, que el problema de los perros callejeros sigue ahí y tanto los defensores anónimos de animales, y las leyes de protección a la vida animal siguen sin solucionar el problema de los animales callejeros y los ciudadanos nos seguimos preguntando; ¿qué hacer con los perros callejeros? Se multa a sus propietarios que los traigan en la calle, sin bozal o cadena para que no ataquen al primero, se vean o seguimos iguales. Dejar que las cosas vayan ocurriendo y ya. Ese es el principal dilema. Así como las leyes que se hacen para proteger a los animales, sin asignación especial de dinero, para que las autoridades locales puedan invertir en cuadrillas de control canino que puedan cubrir la demanda ciudadana. Porque leyes sin presupuesto siguen siendo normas que valen madre. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México). www.intersip.org