
Poco amor a la institución
Por Guillermo Robles Ramírez
En cada administración de gobierno federal y sin importar el color del partido porque hasta el que se da golpes de pecho de cero corrupciones de la Cuarta Transformación; no falta que en más de un medio de comunicación de reconocido a nivel nacional. Aquellas publicaciones denunciando
Durante cada gobierno federal en turno, no falta la población en medios de comunicación públicamente de irregularidades, desvíos y raterías que se cometen desde hace años y seguirán registrándose, en las distintas áreas del Instituto Mexicano del Seguro Social.
Hablamos de las diversas delegaciones estatales y regionales del Seguro Social en el país. Desde la “perdidas” de equipo sofisticado como son aquellas conocidos como Rayos X, Resonancia Magnéticas que nunca llegaron a sus filiales de diferentes entidades federativas, hasta medicamento.
Pero entre otros de los numerosos saqueos puede mencionarse el que algunos de sus médicos llamados familiares y especialistas que “benefician” con la entrega directamente de medicamentos a gente no afiliada y que si bien es cierto que esas personas necesitan esas medicinas por cierta enfermedad que padecen, no debe distraerse ni olvidarse que el IMSS cuesta y, por cierto, mucho dinero, a los trabajadores, a patrones y al gobierno.
Y es que esas “donaciones” que hacen algunos doctores familiares y especialistas, no es a gente de pocos o nada de recursos económicos, sino a personas de mediana hacia arriba en economía y que comprar el o los medicamentos, sin lesionar el patrimonio de quienes pagan cuotas.
Aunque no se justifica, que esas “entregas bondadosas” se hicieran a enfermos que no son derechohabientes del IMSS y que no tienen recursos para atenderse sus enfermedades que padecen, pues esa clase de mexicanos no alcanza ni siquiera el tener una relación con un médico de dicho Instituto.
Resulta y sale a la luz pública con este tipo de conductas, una total incongruencia, pues hay pacientes a quienes se les retrasa la entrega de su medicamento porque dizque no se tiene de momento en existencia, cuando que sí hay en existencia para regarlos o donarlos a gente que puede comprarlos.
Independientemente de un sin fin de desvíos y triquiñuelas que se cometen en perjuicio del ya muy trasquilado y esquilmado patrimonio del IMSS, a raíz de cada revisión que se hace sexenalmente cada vez que entra un nuevo Presidente de México, o igualmente unos meses antes de salir.
Pero lo más curioso del caso es que cada vez que sale a luz pública algunas de las irregularidades que sucede dentro del Instituto Mexicano del Seguro Social, no existe una investigación que inicie o al menos que concluya la misma sino solo queda en pura retórica. Y en honor a la verdad, a la falta de la continuidad de las “investigaciones”, hay tantas mentiras y personas involucradas que como se dice coloquialmente, muchas veces es mejor no rascarle para que no salga más pus a la herida.
Siempre se cuestionó el argumento sin sustento del expresidente Andrés Manuel López Obrador, sobre las corruptelas en las guarderías subrogadas por el Seguro Social.
Pero hay que reconocerlo que sí tenía la verdad ya que con el tiempo han ido saliendo a flote que algunas de estas guarderías, fueron denunciadas públicamente en algunos medios de comunicación, así como en redes sociales, la normalidad o costumbre de que estas estancias infantiles no tenían la vigilancia, ni supervisión de que realmente estaban atendiendo un determinado número de niñas y niños.
Una de sus mañas más bajas que hacían muchas de estas guarderías subrogadas por el Instituto Mexicano del Seguro Social, era que personal se daba a la tarea de clonar las tarjetas de las niñas y niños para registrar la asistencia de estos y con base en ello, el IMSS pague hasta por los beneficiados que no acuden a la y las guarderías.
Y lo peor de todo es que se asevera que funcionarios de diferentes niveles del IMSS, tenían conocimiento de ello, pero fingían demencia, sordera y ceguera, que al menos se consideraba un hecho o se presumía de la existencia de “gratificaciones o atenciones” por esa apatía que cuesta dinero no al IMSS, sino a quienes aportan el dinero para su sostenimiento que son los trabajadores afiliados, los patrones de éstos y el gobierno.
Todas estas denuncias públicas evidentemente se dieron a conocer en la medida que cada propietario quienes se les fueron retirando el subsidio viéndose a la necesidad de cerrar, siendo hasta entonces cuando son ellos mismos quienes hacen de conocimiento público de la realidad que durante años estuvieron escondiendo porque obviamente también se veían beneficiados y en otras ocasiones hasta por temor a represalias prefiriendo callar.
Es un hecho, que estas corruptelas a las que el Seguro Social y directamente sus funcionarios hacen que no vean y escuchen, se cometen en los diferentes municipios de México, sin excepción alguna, en donde se tenían estancias y guarderías subrogadas. Y lo mismo con aquel personal médico que destina horas de consulta y medicamento a familiares y amigos que ni siquiera se encuentran afiliados al IMSS, lo que habla en si del poco amor que tienen los funcionarios a la institución que le deben su alimentación, techo, educación de la familia y todo. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org
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