Pensamiento lateral: Ecocidio en Malecón Tajamar

No queremos un medio ambiente. Lo queremos completo.
Anónimo.

Cancún, su sólo nombre se vende casi sin necesidad de promoción. Desde su construcción a inicios de la década de los setenta del siglo pasado, nunca se pensó el potencial económico y turístico que tendría en tan poco tiempo. De los poco más de 29 millones de turistas internacionales que visitan México, 10.1 millones hacen escala en Quintana Roo, y de ese total, 4.3 millones visitan Cancún. Su atractivo no sólo es natural, al contar con una larga cadena de hoteles de una extensión de más de 25 km, sino que además es punto estratégico de descanso al encontrarse ubicado en medio de otros destinos que integran la Riviera Maya: Isla Mujeres, Cozumel, Playa del Carmen, Holbox y Tulum. Todos los destinos quedan a corta distancia.

TURISTAS QUE VISITARON MÉXICO, QUINTANA ROO Y CANCÚN EN 2014.

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Fuente: Elaboración propia con datos de la Secretaría de Turismo del estado de Quintana Roo: http://sedetur.qroo.gob.mx/estadisticas/indicadores/2014/Indicadores%20Tur%20-%20Diciembre%202014.pdf.

Su desarrollo urbano –que tiene un sistema arquitectónico denominado plato roto- ha estado acompañado de severas irregularidades, particularmente la zona que da acceso a la playa. Construcciones de grandes complejos hoteleros han coadyuvado a la degradación ambiental y la erosión de playas al grado de dragar arena del fondo del mar para rellenar las playas, como se hizo luego del paso devastador del huracán Wilma en octubre de 2005.
Hoy Cancún vive nuevamente un capítulo de la destrucción del ecosistema que lo ha caracterizado cuando era territorio virgen. Hace un par de días, maquinaria especial ingresó a lo que hoy se conoce como Malecón Tajamar y en 48 horas destruyeron decenas de hectáreas de manglar y un sinnúmero de flora, fauna y diversas especies silvestres. Todo con el amparo y/u omisión de la autoridad de los tres niveles de gobierno.
Pero para entender este grave atentado contra la naturaleza es preciso retroceder 10 años y conocer la larga cadena de antecedentes que orillaron a lo que hoy es un desierto en medio de la poca selva tropical que nos queda en Cancún. Un mes después del paso del huracán Wilma, FONATUR abrió la oferta de 5 lotes para su venta, 2 de ellos con uso de suelo hotelero, 2 para club de playa y uno más para uso comercial. En total puso a la venta casi 50 mil metros cuadrados de superficie. Su ubicación está en la zona conocida como Playa Delfines (conocido popularmente como El Mirador). La transacción alcanzó los 325 millones de pesos y el comprador de 2 de los lotes en venta fue la empresa de capital italiano Bi&Di.
La empresa tenía contemplado construir edificios de 20 pisos pero el uso de suelo que determina el Programa de Desarrollo Urbano de Cancún (PDU, y vigente desde junio-julio de 2005) establecía que la altura máxima de construcción era de 4 niveles, lo que imposibilitaba a la empresa desarrollar sus torres.
Bi&Di demandó a FONATUR por presunto fraude en la compra-venta puesto que el uso de suelo que ofrecían no correspondía a lo estipulado en el PDU de Cancún. En agosto de 2011 el juicio resulta favorable para la empresa y FONATUR tenía que reembolsar los 325 millones más intereses y pagos por concepto de predial.
A finales de octubre de 2013 tomó posesión el nuevo Delegado de FONATUR en Quintana Roo, Juan Carlos González Hernández (primo del exgobernador y hoy Senador Félix González Canto). Su primera intervención tuvo que ver con la modificación del uso de suelo del Malecón Tajamar con la finalidad de realizar proyectos inmobiliarios. En esas mismas fechas, el gobierno estatal y la Secretaría de Turismo Federal supervisaban la inversión de más de 518 millones de pesos que se estaba llevando a cabo en la zona multicitada en materia infraestructura pública.
Finalmente, en abril de 2014, FONATUR y Bi&Di llegaron a un acuerdo legal para solucionar la demanda interpuesta por los empresarios italianos. A cambio de no exigir el dinero, FONATUR entregaba 10 lotes ubicados en Malecón Tajamar para continuar con sus proyectos de inversión. El delegado de FONATUR en Quintana Roo ignoró qué destino le darían a esos terrenos por parte de la empresa, pero que según el uso de suelo únicamente permitía la construcción de condominios.
El 28 julio de 2015, mientras se llevaba a cabo la devastación de una zona de Tajamar que comprendía manglar y varias especies animales, el titular de FONATUR, Héctor Gómez Barraza, afirmó que no se violentaba ninguna ley ambiental puesto que los permisos de Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) ante SEMARNAT datan de febrero de 2005 y 2006, es decir, un año antes de la modificación del artículo 60 TER de la Ley General de Vida Silvestre (2 de febrero de 2007), misma que hoy prohíbe cualquier actividad que dañe el flujo hidrológico del manglar.
Por su parte, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) interpuso el 31 de julio un amparo contra la MIA otorgada a FONATUR que le permitía modificar el entorno de Tajamar y construir, entre otros desarrollos, oficinas, comercios, apartamentos y un hotel de negocios. En la propia querella se destacó que resulta extraño y hasta contradictorio que en la autorización se señale que el predio no presenta características naturales relevantes o excepcionales, cuando en la misma se establece que, del total del predio, el 64 % (37.61 ha) comprende vegetación hidrófila, entre ellas manglar primario, manglar secundario y manglar de Conocarpus-Rhizophora. Aunado a ello, también se evidenció la destrucción de diversas especies de flora como palma chit, así como de fauna: cocodrilos, iguanas, ranas, aves marinas e incluso migratorias.
Ante esto, la PROFEPA inició una investigación detectando que los propietarios no acreditaron el Estudio Técnico Justificativo y los Programas de rescate de las especies de flora y fauna que se encontraban en las casi 7 hectáreas devastadas, entre otros. Ante ello, procedió a suspender los trabajos de la empresa.
A finales de septiembre, más de 100 niños solicitaron un amparo que les fue concedido en contra de la devastación de la zona que comprende Tajamar. Ante ello, FONATUR advirtió que más de 900 millones de dólares estaban en riesgo de perderse por los amparos tramitados. El pasado 16 de enero, más de 100 vehículos y personal operativo ingresaron en la madrugada para iniciar los trabajos de desmonte en la zona. Amparados con la protección de la policía municipal y la omisión de la Policía Federal, en menos de 48 horas habían devastado más de 50 hectáreas de manglar, flora y fauna que habitaba en el lugar.

ANTES Y DESPUÉS DE LA DEVASTACIÓN DEL MANGLAR EN MALECÓN TAJAMAR.

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Fuente: http://www.sinembargo.mx/18-01-2016/1600897

¿A qué obedece la celeridad dada a la destrucción de decenas de hectáreas con manglar en el Tajamar? No hay que ir muy lejos: en primer lugar, es una obra que en 2013 inauguró el Presidente de la República; representa una inversión de más de 900 millones de dólares y sólo el gobierno mexicano ya invirtió más de 500 millones de pesos en infraestructura carretera, peatonal y alumbrado; el permiso que otorga la MIA tiene una vigencia de 10 años, misma que concluye en febrero de 2016, es decir a unas cuantas semanas y; una nueva demanda de Bi&Di ocasionaría que éstos exijan su pago en lugar de un nuevo lote para construir.
Lo cierto es que luego del ingreso de la maquinaria se ha hecho evidente en redes sociales la destrucción no sólo de manglar sino de animales que ahí residían, demostrando así que la empresa responsable no cumplió con la obligación legal del traslado y resguardo de las especies que habitan en dicha zona.
Pero si se debe hablar de responsables, el primero, desde una perspectiva personal, es FONATUR. Desde la venta de los lotes a la empresa italiana en 2005 que originó un conflicto legal, pasando por el acuerdo de entregar predios del Malecón Tajamar a sabiendas que existe fauna y vegetación protegida por la ley y, que además ha solicitado la ampliación de la MIA para que las empresas terminen la construcción de los alrededor de 22 proyectos agendados: desarrollos comerciales, estacionamientos, oficinas, zonas residenciales (3,600 viviendas), torres condominales y hasta una catedral para la Iglesia Católica.
Poco le ha interesado a FONATUR la degradación del ambiente. Se ha ocupado más en garantizarle a las desarrolladoras condiciones para construir en lugar de coadyuvar a la conservación de espacios que, irónicamente, han servido de protección natural contra los huracanes, de la misma infraestructura hotelera.
Si se utilizaran los datos de 2009 sobre la destrucción de manglar en México, lo sucedido y aún pretendido hacer en Malecón Tajamar equivaldría a desmontar lo que en 11 días se destruye en el país. Esto quedará en la historia y, en un mediano plazo, se construirán nuevos complejos habitacionales y comerciales. A lo mejor con sistemas amigables con el ambiente. ¿Por qué no?
El tintero.

Mientras se concluye la presente columna, un Juez de Distrito otorgó a un grupo de ambientalistas la suspensión provisional del desmonte y relleno en el Malecón Tajamar. La SEMARNAT, por su parte, aduce tener los documentos que permiten la limpieza del lugar. Esta historia no termina aún.
Senadores del PAN han solicitado la extradición del ex Gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, para que sea juzgado en México. De acuerdo con ellos, la PGR debe pedir el expediente que el gobierno de Estados Unidos tiene sobre el ex dirigente priísta y, simultáneamente, congelar sus cuentas bancarias y asegurar sus propiedades. Se les olvida a los Senadores que fue la PGR quien lo absolvió de toda culpa.
El dólar y el barril de petróleo a la par. Ambos llegaron a la paridad: 18.90 por cada dólar y por cada barril. Histórico.

* Internacionalista, Maestro en Ciencias en Estudios en Relaciones Internacionales, investigador independiente y analista político. http://columnapensamiento.blogspot.mx/

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