Nuevos reyes del camino

Por Guillermo Robles Ramírez

En el pasado a los “traileros” o, choferes de carretera, se les llegó a denominar los “reyes” del camino. Las razones, las ignoro totalmente, empero, me supongo que era por los largos trayectos en horas y kilometraje que hacían esos trabajadores del volante para llevar mercancía de consumo diario a las diversas comunidades del país.

Esa figura ha desaparecido en la actualidad, siendo sustituidos por otro grupo a quienes ahora son los “reyes” del camino y por trabajar como conductores de transporte pesado, sino son ahora los delincuentes de carreteras que han  proliferado hartamente sin que la Guardia Nacional, antes conocidos como la Policía Federal de Caminos, hayan podido atajar el avance de esos sinvergüenzas; que es un hecho cada vez están más apoderados de las carreteras causando millones de pérdidas al comercio en general, desde el productor hasta el vendedor, sin faltar el desabasto de los productos que se roban.

La delincuencia en carreteras ha subido de tal manera que la Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicano, CONCAMIN, ya se cansaron de pegar el “grito en el cielo” calificando de alarmante este fenómeno, al que o le ven visos de disminuir, ya no de erradicarlo.

Desde los últimos dos años, se han registrado miles de latrocinios en carreteras federales lo que significa un promedio de 31.1 robos diarios reportados oficialmente datos publicados por el Sistema Nacional de Seguridad Pública; cantidad que supera el promedio por mucho de otros países respecto a este tipo en carreteras federales.

La carretera con mayor incidencia es la de México-Puebla-Veracruz. El segundo lugar se coloca la carretera México-Saltillo y tercer lugar el “Circuito Exterior Mexiquense”.

Los productos más robados son alimentos y bebidas, químicos y combustibles, productos farmacéuticos, autopartes, ropa, tabaco, zapatos y electrónicos. De los granos, los latrocinios más recurrentes son de trigo, maíz y soya; otros han sido varilla, placas de acero, cemento, productos químicos y de esos productos el más afectado es la varilla.

Además de la pérdida económica en mercancía, hay que agregar en ocasiones el robo de las unidades, así como amenazas de muerte, golpizas, baleados y secuestro de los conductores motivando ello que se reduzca el número de conductores interesados en laborar para el transporte federal o llamado de carreteras.

Pese a su intervención y a la caída en enfrentamientos de policías de las diversas corporaciones, los gobiernos federales y estatales prácticamente están imposibilitados de resolver el problema por su crecimiento; además de que estos delincuentes cada vez emplean métodos y sistemas más sofisticados para apoderarse de todo tipo de productos, así como armas de fuego de uso exclusivo del Ejército Mexicano.

De hecho, los industriales y particularmente los productores de alimentos y artículos de mayor consumo en la industria acerera, de la construcción y otras más, están secuestrados por estos cárteles del camino.

Es duro decirlo y más aceptarlo, que de hecho estamos “secuestrados” por los ahora “nuevos reyes” del camino.

Esta impotencia oficial para combatirlos ha dado lugar a que se integren más y nuevos grupos de los mal llamados nuevos “reyes” del camino. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org

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