Notarios para promesas
Por Guillermo Robles Ramírez
Existen muchos rubros que los políticos van dejando con el tiempo en el olvido, siendo motivo de tema solamente en los momentos en que se requieren en épocas de elecciones de cualquier tipo, ya sean locales, estatales y federales.
Pero como siempre una vez ya llegado a la silla son olvidados, así como lo hacen tanto los diputados, senadores y legisladores del país, quienes son muy amantes de echarse la pelotita uno al otro en la que tienen a los ciudadanos buscando respuestas con los funcionarios federales y estatales teniendo que estar aguantando sus burlas cada vez que los despachan de regreso porque supuestamente no les corresponde atenderlos, y lo mismo sucede con los congresos locales, lavándose las manos como y diciendo que ese problema se soluciona con los diputados y senadores federales.
Este es el pan nuestro de cada día que se ha hecho costumbre en nuestro país en la que ha durado años, convirtiéndose en décadas. Sin embargo, los problemas no esperan y se van haciendo un problema social en la que en un país como el de nosotros, en la búsqueda de la competitividad no solo es una cuestión de economía, sino también de política, y leyes acompañadas con castigos. Un ejemplo de muchos se encuentra con el Congreso Estatal de Coahuila, quien al hacer leyes para la “dizque” protección animal solo está sancionado el maltrato, pero del resto de las prohibiciones, solo quedan ahí, es decir, se prohíbe, pero no se castiga como el no soltar a los animales sin supervisión, recoger las heces de perro, y así el resto del reglamento donde viene la palabra “prohíbe”, pero sin acompañarse de un castigo económico o administrativo por parte de las autoridades locales.
Sin embargo, existen asuntos mucho más importantes que han pasado los años sin darle continuidad como el tema de la prevención y atención de la salud mental, así como el trato digno a toda persona que padece algún tipo de trastorno de la mente, ha hecho que se haga en diferentes entidades del país, aunque siendo muy contadas, una Ley de Salud Mental.
Aunque su motivación no fue un hecho aislado, sino por señalamientos de organizaciones internacionales en donde han indicado a nuestro país que la salud mental se ha dejado al descuido total, en donde el pasar de los años ha reflejado un incremento en los índices o estadísticas nacionales reflejando su omisión por parte no solamente de autoridades locales, estatales y federales, sino de quienes hacen las leyes en México.
Dentro de las enfermedades mentales sin lugar a dudas, la que más preocupa es la que te lleva a su víctima al suicidio, en la que existen aquellos que han causado polémica legal, como son los suicidios inducidos, es decir, en aquellos en las que alguien provoca la muerte o bien las que no existe una categoría, sino por tendencias de las redes sociales.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía, es decir, el INEGI, saca una medición que cada vez va en incremento, en lugar de contenerse, es decir, ya no se está hablando a la baja, sino al menos que no sigan subiendo los casos de suicidio.
Su principal método ha sido el ahorcamiento y estrangulamiento en donde adolescentes entre 14 a 19 años han sido su mayor parte. Como se puede observar, los datos y estadísticas están realizadas por los mismos mexicanos y abiertos ante los ojos de todos, incluyendo aquellos internacionales, quienes cada vez nos observan más detenidamente.
Precisamente organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) son quienes hacen los señalamientos con base en nuestras propias estadísticas y mediante recomendaciones en las que aquellos quienes hacen las leyes en México se pusieran las pilas en proteger a este sector de la población que va cada vez más a la alza.
Ante los ojos internacionales, México, no cuentan con las características dentro de los tratados internacionales, violentando los derechos fundamentales como el reconocimiento de la capacidad jurídica de quienes lo padecen, pero lo más importante es que al momento de hacer esta ley no se considera a la población a las que van dirigidas como a quienes consumen drogas y personas con discapacidad psicosocial.
Pero no es de extrañarse que en nuestro país quienes hacen las leyes, siempre es detrás del escritorio en donde no le preguntan pareceres a la población, y que son olvidados una vez que lograron sacarles provecho a las elecciones, ya sea directo o indirectamente al momento en el que van ganando alguna alcaldía o gobierno estatal en donde seguramente el color del partido ganador se beneficia de ello.
Coahuila en estos momentos se encuentra en periodo de elecciones y existen diputados que pretenden reelegirse, pero en ninguno de los casos he visto que sus promesas de campaña vayan acompañadas de algún notario público, pero tampoco por parte de ninguno de sus sectores distritales se les ha ocurrido contratar a una notaría para que sé de fe de las promesas que hacen. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org
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