¿Nos deshumanizamos?
Por Guillermo Robles Ramírez
En la medida en que crecen las cosas u objetos en general y en particular las poblaciones de cualquier país, nos vamos deshumanizando paulatinamente, perdiéndose en muchos casos la esencia de la vida misma.
Este endurecimiento sentimental de los humanos que ha avanzado desmedidamente en los últimos 20 a 25 años y en especial de unos diez años en adelante. Hay veces que me cuestiono hasta dónde irá a llegar.
Mi propia forma de ser y además parte de mi formación como periodista me cuestiono muchas cosas, y al mismo tiempo me gusta formular preguntas con otras personas para tener una diversidad de opiniones y llegar a una conclusión o bien ampliar mi propio criterio.
Y retomando lo planteado en el inicio de esta columna, y a quienes conozco les hago la misma pregunta, es decir, ¿hasta dónde va llegar ésta deshumanización?; y es precisamente lo que ignoran a quienes les pregunte o no saben contestar, respondiendo con el clásico “quien sabe; pero para que te preocupás”.
En los últimos años, por mencionar un ejemplo y hablando exclusivamente de México, han proliferado los asesinatos a mujeres que cada vez son más sanguinarios; igual recién nacidos abandonados en botes de basuras o en lotes baldíos; la falta de respeto a nuestros padres y abuelos y en general a los adultos mayores; proliferan los cuerpos sin vida de hombres atados de pies y manos y con una mordaza en la boca con marcados signos de tortura; la agresividad ha ido en aumento, etc., etc.
También hemos sido testigo por las noticias por la prensa escrita que circula a nivel nacional, en donde ha habido casos en donde menores de edad entre los doce y catorce años apuñalan a su hermanito o hermanita dándole la muerte a otro menor de escaso cuatro o cinco años de edad.
Los suicidios han ido en aumento desmesuradamente, muchos por cuestiones baladíes o por decepción amorosa; la indiferencia del gobierno federal actual ante los atentados del crimen organizado que disparan en plazas comerciales o en calles y avenidas de alta circulación sin importarles si hay familias enteras.
Una indiferencia en la población femenina cuando hay un niño asesinado, pero cuando se trata de una niña, las manifestaciones y tomas de calles es lo primero que se hace, pero ese el resultado ante la misandria que hoy sufren los hombres sin importar edades.
También la deshumanizamos violaciones a niñas y niños se multiplican; los “encostados” siguen apareciendo en mayores cantidades; son más cada vez los menores adictos a drogas de alta intoxicación dejando de ser la preferida la mariguana para recurrir a la cocaína, cristal y otras de mayor afectación; los abusos sexuales a infantes por sacerdotes católicos sin parar y, otras muchas tragedias que han inundado en los últimos años.
Algunos sacerdotes en sermones durante las misas que ofician, exhortan a los padres de familia a “disciplinar” a sus hijos descarriados, ignorando que la obediencia a las mamás y papás en general ha desaparecido en los hogares mexicanos y en no pocos las peleas y discusiones de los padres e hijos son más frecuentes.
Hay quienes dicen que las mejores épocas fueron las de generaciones pasadas, sin embargo, en lo personal mí opinión es que los mejores años son los que cada quien ha vivido, para los jóvenes de hoy no hay barreras, la obediencia desapareció en la generalidad de los hogares mexicanos, las drogas las consiguen con mucha facilidad, chavalas de la actualidad se embarazan con una simpleza que lo ven natural.
¿Esta deshumanización hasta donde nos va a llevar? Esa es la interrogante principal no para las chavalas ni los chavos que están disfrutando su juventud. Nosotros, los viejos de ayer y anteayer, disfrutamos la vida a nuestra manera y con otras reglas más estrictas, posiblemente porque no había tanta libertad o porque los tiempos han cambiado diametralmente, sin saber será para bien o mal. Eso, el tiempo nos lo dirá. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org
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