No hay que “chillar” tanto
La tecnología ha rebasado la imaginación del hombre así como sus aplicaciones en donde ahí tiene mucho que ver la creatividad del individuo o bien de las mismas autoridades.
Pero hablar de tecnología es un tema muy basto y muy genérico a su vez pero siendo más específico es el uso de los videos así como la aplicación que ha tenido las cámaras de seguridad de video.
Existen muchas personas que tienen un gran escepticismo al uso de las cámaras de vigilancia de la ciudad y no se hable de las de circuito cerrado para comercio o particulares.
Para quienes piensan que no sirven, sus motivos siempre serán diferentes, y justificadas por la creatividad de la mente. La pérdida de la privacidad es la que más predomina y la sensación de que nada más están vigilando cada uno de tus movimientos cuando un vecino pone todo un circuito cerrado, llegando hasta el extremo de no querer pasar por el frente de su casa y todo por la fobia de ser capturada por las imágenes grabadas con los dispositivos de seguridad que están acechando durante las 24 horas; y esto resulta molesto para la mayoría de los vecinos que se encuentran alrededor o inclusive haciendo mofa: “como si eso fuera a detener a los ladrones”.
Tal parece que éstas medidas hacen que la gente no confíe en nadie. Ahora bien lo mismo sucede cuando las autoridades instalan las cámaras urbanas en lugares estratégicos de las avenidas principales, vías alternas de acceso rápido, o sectores donde se generan conflictos.
Mientras los escépticos siguen pensando en lo mismo, esto no va a detener la tecnología y está comprobado que al incremento de la inseguridad que se vive en el país, éstos equipos de vigilancia están teniendo cada día mayor demanda siendo de los productos con mayor venta y sobre todo las nuevas generaciones que vienen con aplicaciones que desde una unidad móvil se puede tener acceso.
Si bien es cierto que no son instrumentos para evitar la delincuencia en general incluyendo muertes, lesionados, robos o hasta enfrentamientos entre el crimen organizado, lo que sí es una realidad es que éstos dispositivos han ayudado para evitar que se repitan los mismos hechos y como ejemplo está Inglaterra que después de haber hecho una gran inversión en estos equipos electrónicos conocido como el “Anillo de Acero”, ha comprobado que ha bajado los actos de terrorismos hasta un 15 por ciento.
Otras ciudades del mundo ya están pasando por lo mismo como en Nueva York, donde existen tres mil ojos electrónicos que vigilan las 24 horas para prevenir o darle seguimiento a los delitos.
Ésta nueva tecnología de vigilancia está siendo más popular en nuestro país en donde ya en muchos estados de la república las cámaras urbanas y sí funcionan, el problema no es la tecnología sino los operadores y los usos que se les den.
Como todo en un principio y también muy al estilo mexicano la introducción de estos equipos para la supuesta vigilancia en la ciudad fueron equipos utilizados en donde los operarios saciaban su lujuria y fantasías sexuales con el voyerismo motivo por el cual ante los ojos de la ciudadanía las cámaras de vigilancia siempre fue una inversión no justificable sino no fue hasta enero del 2011 en donde quedó demostrado que sí sirvieron las imágenes captadas en el Casino Royale en la exclusiva zona de San Jerónimo Monterrey, cuando el terror y pánico se apoderó de los clientes cuando comandos armados entraron en el casino abriendo fuego.
Para los incrédulos, y fóbicos de las cámaras, comprobado que son de gran ayuda como fuente de información, para resolver delitos, su verdadero uso es utilitario, las herramientas de video cámaras son para disuadir, pero no para acabar con el problema, sino simplemente reducirlo y trasladarlo de un sitio a otro controlado por un tablero. El buen uso ha permitido sofocar a tiempo delitos hasta de enfrentamientos de delincuencia organizada en diferentes estados de la república.
Ahora bien el uso de esta misma tecnología se ha estado aplicando también para delitos menores como son el controlar la velocidad en diferentes calles y avenidas en donde la demanda de vehículos rebasó la cobertura de los agentes de tránsito siendo imposible poder estar presente en la ciudad. Pero ahora una simple foto multa a domicilio ha causado la molestia de muchos ciudadanos que al final no quieren reconocer que no respetan los límites de velocidad y algo tan sencillo e inofensivo para los conductores se ha visto reflejado cómo se puede bajar el índice de accidente de manera drástica.
Es triste la realidad en donde los ciudadanos solamente funcionan a base de macanazos para que respeten lo que por obligación como conductores deben de hacer pero sobre todo con el simple hecho de tener una herramienta de tecnología también erradicó tanto la extorsión de los agentes de tránsito así como el soborno por parte de los conductores hacia la autoridad. Como verán no todo es tan malo como parece solo es cuestión de acostumbrarse y no “chillar” por lo que tanto nos quejamos de la corrupción del país porque hay que comenzar con alguien y ahora le tocó a la ciudadanía. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org
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