No es un problema externo

En recientes días la Fiscalía del Estado de Coahuila, da a conocer de manera breve un análisis de lo que va del año con respecto al tema del suicidio, llegando a la conclusión de cada grupo de diez personas que se privan de la vida; nueve de estas lo anuncian de manera verbal u otro medio.

En un resumen por regiones se habla por promedio en Sureste cincuenta, Laguna 33, Zona Centro 22, y norte 23. Son muchas muertes con motivo de suicidios en tan pocos meses.

Cada vez son más recurrentes los actos de suicidios entre la gente joven de los 10 a 18 años de edad; en donde ante la negativa de un permiso algunos amenazan con quitarse la vida, algunos lo cumplen. Otros lo hacen mal terminando en hospitales con lesiones graves.

Este problema dejó de ser un conflicto meramente del núcleo familiar, en donde el índice ya empieza a ser una carga social, es decir, un problema más social a la que las autoridades deben de atender; como si no fuera suficiente la que ya se tiene por su misma naturaleza.

Es cada vez más recurrente que la muerte entre los jóvenes de 10 y 18 años de edad que la misma defunción o fallecimiento de las personas de la tercera edad.

Es evidente que los padres victimarios de este tipo de tragedias, les resulte más fácil culpar a las redes sociales y el contenido de las series televisivas o transmitidas por Internet. ¿Será válida esta suposición?

Las redes sociales son un fenómeno relativamente nuevo y se ha esparcido en todo el mundo peor que una pandemia hasta el grado que hay gente que vive con carencia, pero eso sí; no le falta al menos su teléfono celular inteligente u otro medio para tener disponibilidad a las redes sociales.

No siendo suficiente con ello. Esta misma tecnología se ha convertido en los nuevos sustitutos de padres de familias, es decir, se ha convertido en las nuevas “nanas” que, sin importar la edad de los niños y niñas, siempre tienen algún dispositivo electrónico o el celular de algunos de los papás para que se entretengan.

Sí existe una relación muy fuerte entre el suicidio y las redes sociales. En donde representa sin lugar a dudas un peligro. Pero sobre todo para las personas más vulnerables mentalmente o emocional en la que influye directamente cualquier tipo de decisiones equivocadas.

El problema no es el Internet y sus contenidos, al igual que las redes sociales sino la falta de una cultura y conciencia por parte de los padres en donde los valores se han dejado a un lado.

Hasta en muchos de los casos inconscientemente piensan equivocadamente que esa es una obligación que debe de ser enseñada tanto en instituciones educativas de gobierno, así como las privadas y lo que es aún peor. Algo que se debe de adquirir en el mucho cibernético, sin importar de cuál red social este de moda en su momento.

La falta de atención y dedicación a los hijos es uno de los principales causantes por el cual orillan a la juventud a tomar decisiones equivocadas. La falta de guía y no precisamente tecnológica es el principal motivo por el cual el incremento de suicidios está dañando a nuestro tejido social. La culpa no externa sino dentro del núcleo familiar y sus carencias de calidad de tiempo y dedicación. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org

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