No digas… ¡denúncialos!

Por Guillermo Robles Ramírez

Estoy en desacuerdo con las personas que de palabra señalan delitos y no se atreven a denunciarlos formal y judicialmente y si los que expresan esa o esas acusaciones las hacen funcionarios gubernamentales, con mayor razón crítico y desapruebo esa falta de valor civil o veracidad de lo que afirman porque con esas falsedades solo buscan protagonismo y como se dice coloquialmente, lo hacen para “llevar agua a su molino”.

Conforme a nuestro código penal, acusar solo de palabra se está atentando en perjuicio de la honorabilidad de la persona calumniada o injuriada.

Es el caso de nuestro Presidente de México, Andrés López Obrador, se la pasó en toda su Administración gobernando bajo esta modalidad.

Cuando Andrés López Obrador, inició como mandatario, su primera calumnia fue sobre el robo de combustible a base de “ordeñar” los ductos de Petróleos Mexicanos, fue más que persistentes, sino aseguró que de ese delito sabían y estaban plenamente informados los expresidentes, Vicente Fox Quezada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto.

A los tres, así como a altos directivos de PEMEX que estuvieron durante el mandato de los tres ahora expresidentes de México, de palabra solamente y a través de los medios de comunicación, los acusó directamente que estaban enterados del alto índice de ese delito señalado por López Obrador como “omisión” en el robo de combustible.

Pretendiendo darle validez a su denuncia de simple palabra, se la pasó diciendo en sus mañaneras a los periodistas que “es evidente que sabían, tan se sabía que el sistema de información lo encontramos establecido, no así el sistema de información sobre homicidios o robos”.

También estuvo indicando que había una especie de ceguera y cuestionó que no fue posible que nadie se haya dado cuenta de que se robaban mil “pipas” de combustible al día desde tiempo muy atrás.

Pero no ha sido la única injuria cometida por el Mandatario de México, Andrés López Obrador, ya que lo mismo sucedió con programas como Comedores Comunitarios, Guarderías, ProMéxico, Atención a Jornaleros Agrícolas, Modernización y Rehabilitación de la Infraestructura Aeroportuaria, Pueblos Mágicos, el Apoyo a las Actividades de Seguridad y Logística para Garantizar la Integridad del Ejecutivo Federal. La eliminación de instituciones como el Instituto Nacional de Desarrollo Social, pero los más afectados han sido los programas que la lista sigue, como el de las Escuelas de Tiempo Completo, el del Fondo Minero, Sistema Nacional de Investigación Agrícola, y la lista continua. Actualmente, su estocada final, o al menos eso parece, ahora es en contra del Poder Judicial con la eliminación de 13 fideicomisos de los 14 que tienen.

En cada uno de ellos, incluyendo el último mencionado, ha cometido calumnia o injuria, asegurando de la existencia de corrupción, y desvíos de recursos, pero eso sí, sin aportar ninguna prueba como en los casos anteriores, es decir, todo ha sido de pura palabra.

Al igual con el ataque constante de calumnias e injurias en contra del gremio periodístico, que sin prueba alguna no se cansa de acusar de ser una prensa vendida, o “chayoteros”.

Justo es a todas sus “acusaciones de palabra” que ha hecho públicas con “santo y seña”, lo que extraña que el “preciso” no haga formal denuncia ante la Procuraduría General de la República, o la autoridad que corresponda.

Ha expresado su preocupación por “nuestro México” por estos indiscriminados saqueos, diciendo que no está de acuerdo, aunque en ningún momento ha dicho que hará la denuncia judicial.

Los refranes no son gratuitos y justo es que hay que tener en la mano los pelos de la burra para acusar, porque de lo contrario se está cometiendo una injuria o calumnia que los ofendidos pueden revertir la acusación.

Por muy Primer Mandatario que sea quien esté injuriando, la ley tiene que aplicarse sin restricciones, condiciones ni reservas y más si quien atenta contra la honorabilidad de un tercero o más, es parte de la impartición de la justicia y aplicación de las leyes de nuestro país.

No dudo, en lo personal, que Andrés Manuel López Obrador, tiene pruebas de sobra y testigos que “me canso ganso” si lo pide el Preciso, claro que acudirían ante las autoridades judiciales a declarar lo que saben, sin embargo, insisto desconocer por qué López Obrador, hace solo señalamientos de palabra y se atreve a injuriar. Algo que ha sido la huella de este actual gobierno llamada la Cuarta Transformación, que sin prueba alguna más que la palabra, han hecho a diestra y siniestra lo que quieren con el país, quedando claro que la gobernabilidad solo existió para atacar a los que consideraron sus enemigos, es decir, para el bien personal y no la de los mexicanos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023) www.intersip.org

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