Nada funciona sin supervisión

Por Guillermo Robles Ramírez

Siempre he estado convencido que los problemas del presente son el resultado del desorden del pasado. Por alguna razón la mayoría de nuestras autoridades solo piensan en el presente y la planeación a corto plazo, es decir, dos o tres meses a lo mucho.

Apatía, flojera, poco popular políticamente, sabrá Dios, cuál será el motivo pero de que así funcionan nuestras autoridades lo es. Solo por mencionar uno de muchos lo vemos actualmente con el tema del tráfico vehicular. Cada día resulta molesto y tedioso el salir a manejar para hacer nuestras actividades diarias o básicas como es el ir a trabajar, y llevar a los hijos a la escuela pero sin importar el medio de transporte ya sea particular o transporte público así como los taxi, el problema es el mismo. Y es aquí donde todos se deben de preguntar o al menos los afectos con este problema del tráfico: ¿quién tiene la culpa?.

Un problema que personalmente considero que se pudo haber evitado desde hace años, y más en Coahuila, tanto por autoridades estatales así como las locales.

Por un lado si el gobierno estatal no hubiera aflojado el paso o la firmeza de mantener el control vehicular por medio de operativos permanentes para no dejar que circulen vehículos “chocolates”, con la clásicas placas no oficiales, ni siquiera por el gobierno federal como las que siguen entregando organizaciones particulares como lo es Onappafa, la Unión Campesina Democrática (UCD), y otros más, que solo se han beneficiado ellos mismos muy a pesar de la ya autorización de la legalización de vehículos extranjeros por parte del gobierno federal y a través del SAT.

Y por otra parte si las autoridades locales a través de su Departamento de Policía de Tránsito  hicieran bien sus labores de salir a la calle pero sobre todo a los principales calles, avenidas y bulevares de mayor circulación para detener a esos vehículos irregulares sin placa oficial o al menos expedida por un gobierno estatal, no se estaría sufriendo al día de hoy con la saturación de vehículos de particulares pero también públicos ya que muchos de ellos circulan con una sola placa y la otra se la ponen a otra unidad pública.

Hace muchos años cuando la Secretaría de Finanzas y para ser preciso en enero del 2008, prohibió la expedición al libre albedrío de permisos de circular sin placas de vehículos automotrices en general, algo que era exclusivamente para la compra de vehículo nuevo o cambio de propietario. Eso acabó en definitiva un gran negocio para muchos municipios coahuilenses, así como para agentes de tránsito y funcionarios de diferentes niveles de recaudadoras de renta y Dirección Municipales de Tránsito y Vialidad. Ya anteriormente vendían a diestra y siniestra los permisos para circular sin placas fomentando e incrementando el número de propietarios de unidades automotrices que no se preocupaban con el número de unidades motrices que podían circular sin traer placas.

Pero muy a pesar de ello pasaron los años y en lugar de solucionar un problema causaron un enorme desorden pues los agentes de tránsito encontraron un negocio más lucrativo de dejar circular todas esas unidades sin recibir una multa a cambio de la clásica mordida, es decir, el soborno de las “cocas o café” de no menos de $200 o $500 pesos mexicanos, aplicando según el tamaño del sapo será el tamaño de la piedra.

Todo este desorden del pasado que se ha ido arrastrando con el pasar de los años, nos ha traído un problema en la actualidad en donde además del exceso del parque vehicular de particulares; ahora se tiene el problema de la contaminación. Y es ahora hasta entonces que se pretende retomar una medida o propuesta que se metió en la congeladora sobre la regulación de la circulación de vehículos para descongestionar las calles y  vías principales con la versión coahuilense de “hoy no circula”.

Algo que personalmente considero que será un total fracaso puesto que ni siquiera se ven agentes de tránsito en la capital de Coahuila, haciendo su labor debidamente y ante esta apatía existen muchos saltillenses circulando con vehículos sin placas, otros sin luces, o placas vencidas de dos o más años, así como carros y camionetas “chocolates”, que solo contaminan.

Antes de retomar una propuesta se debería de meter en cintura a los agentes de tránsito para ver resultados y valorar si vale la pena o no el aplicar el “hoy no circula”, porque de nada servirá si se aprueba o aplica tal medida si las autoridades locales no se ponen las pilas o mejor dicho los agentes de tránsito local y no solamente de Saltillo, sino del resto de las cabeceras municipales para hacer cumplir la leyes de tránsito. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México, Presea Trayectoria Humberto Gaona Silva 2023).www.intersip.org

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