Manolo no olvida
Uno de los muchos valores familiares es seguramente aquellos lazos que existen dentro de la misma familia en donde la unión y la lealtad siempre debe de estar por encima de cualquier situación.
El ejemplo más común es aquellos lazos entre hermanos o hermanas como también puede ser una combinación de ambas en aquellas familias en donde hay hijos varones y mujeres. Podrán estar peleados, pero seguramente en momentos difíciles siempre se ayudan, como también compartir esas ocasiones de felicidad, o al menos ese es el concepto general de unión familiar.
Pero cuando se habla de hermandad entre países, estados o municipios políticamente se maneja bajo otros esquemas, intereses o imagen.
En tiempos antaños el concepto de hermanamientos entre pueblos se hacía con el propósito de unir fuerzas para poder resolver conflictos y así ambas comunidades se van consolidando en supremacía entre ciudades o países en sus diferentes rubros como la economía, lazos comerciales y hasta militarmente.
En tiempos modernos su práctica continua, pero con otros matices para vincular solidaridad para crecimiento industrial, educativo, comercial y cultural. Por mencionar casos concretos, Saltillo es ciudad hermana de Guadalajara, Monterrey, Austin, Texas; Lasing, Michigan; Delegación Cuauhtémoc, CDMX; Holguín, Cuba; Guatemala, Alma, Quebec; entre otros más de acuerdo a la relación contenida en la organización Sister Cities International, Inc. (SCI).
Dicha organización diplomática fue creada en 1956 con el propósito de hacer lazos entre diferentes partes del mundo para el intercambio cultural, educativo, asociaciones, asistencia humanitaria y comercio.
No es algo nuevo o extraño que exista este tipo de hermandad, inclusive para Estados de nuestro propio país para el bienestar de la comunidad, sin embargo, sí resulta algo raro que se formalice un reconocimiento de hermanos entre municipios del mismo estado.
En particular la ciudad de Saltillo entre los países y ciudades a las que se les considera hermano, la más importante sin lugar a dudas es la de Austin, Texas. Esto no significa que las otras ciudades no sean importantes, sin embargo, en particular Saltillo y Austin tienen una relación más antigua de lo que pueden imaginar.
Hubo alguna vez en donde estas dos ciudades estuvieron unidos, siendo Saltillo la capital de lo que se conocía como Coahuila y Tejas en donde la Constitución de 1824 combinó dos antiguas provincias españolas, es decir, Coahuila y Texas en un estado gemelo.
No fue hasta después de tres años cuando se promulgó de manera oficial el 11 de marzo de 1827 en donde los ciudadanos del estado fueron designados como Coahuiltexans, derivando una combinación de ambas entidades.
Pero no fue hasta la guerra de independencia de Texas entre octubre de 1835 y abril de 1836 cuando ese conflicto se separó por problemas entre gobierno mexicano y colonos anglosajones en Tejas cuando el presidente de México, Antonio López de Santa Anna, dejaba sin efecto la antigua constitución federal de 1824.
Como se observa existe una gran historia de años que ambas entidades comparten y que muy a pensar de ese conflicto han sabido ser buenas ciudades hermanas en donde lamentablemente tanto gobernadores como ediles de Coahuila han olvidado a Austin, Texas como ciudades hermanas.
Hace mucho tiempo que no se sabe o al menos en los medios de comunicación no se le ha dado esa importancia, de que un representante de Coahuila, es decir, algún edil principalmente de Saltillo por su relación historial como alguna vez que fue capital de ambas provincias, visitara la ciudad de Austin, para continuar esa hermandad.
Es una gran sorpresa que el alcalde electo de Saltillo, Manolo Jiménez Salinas, sostuviera en esta semana una reunión de trabajo con el alcalde actual de Austin, Steve Adler, y parte de su administración como lo fue con los representantes de Seguridad, Bombero y Turismo.
Es muy grato saber que Manolo Jiménez Salinas, tuviera la iniciativa de encender nuevamente la famosa pipa de la paz, para no solamente fortalecer los lazos entre dos ciudades que seguramente dejará derrama económica, convenios educativos entre ambas ciudades, e intercambio de estrategias en el tema de seguridad entre otros.
Sin lugar a dudas Manolo Jiménez Salinas, está sacando la casta dejando claro que será un buen alcalde que retomará valores que nuestro Saltillo tiene y que con el pasar del tiempo muchos ediles le han restado importancia por no ser tan populares y prefiriendo dejarlo en manos del olvido. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013) www.intersip.org
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