Los Reyes Católicos y el destino de América

La Habana (PL) La llegada de los europeos al Nuevo Mundo destruyó la
vida y desarrollo natural de los pueblos originarios de estas tierras,
como resultado de las ambiciones de los Reyes Católicos, de otros monarcas y aventureros codiciosos.
La mayor parte de la ocupación y colonización de América la realizaron su nieto Carlos I y el hijo de este, Felipe II, bajo una política ya trazada en gran medida.
A menos de un año del primer viaje de Cristóbal Colón, el Papa
Alejandro VI, en su famosa bula del 4 de mayo de 1493, dividió el
denominado Nuevo Mundo para ser conquitado solo entre España y Portugal.
El reparto fue confirmado por el Tratado de Tordesillas, el 7 de julio de 1494, sentando un privilegio objetado por otras potencias europeas.
Durante siglos mucho se ha ponderado el carácter civilizador de los
viajes de navegación iniciados por Colón, en 1492, seguidos en pocos
años por numerosos marinos, pero nunca debe olvidarse sus nefastas
consecuencias para millones de seres humanos del continente bautizado
como América.
Los cuatro viajes colombinos marcaron el inicio de la cruenta
colonización europea en regiones ignoradas y desataron la ambición sin
límites por conquistar hasta el último rincón de la Tierra.
No hay duda que tal suceso marcó un antes y un después en la historia mundial; estos viajes abrieron la era de los grandes descubrimientos geográficos que, en pocos años, revolucionaron la ciencia, el comercio, las relaciones entre las potencias europeas y confirmaron la teoría de la redondez de la Tierra.
Pero también desencadenaron el genocidio de pueblos enteros como ocurrió en las llamas Antillas (Caribe) y de millones de pobladores del territorio continental, despojados de sus tierras, riquezas, libertad y gran parte de sus costumbres.
VIAJE A LO DESCONOCIDO
El misterio y la leyenda cubren buena parte de la figura de Cristóbal Colón, el osado marino genovés que se atrevió a penetrar más allá del mundo conocido, abriendo una nueva etapa en la Historia de la Humanidad.
Su principal objetivo era la búsqueda de una nueva ruta al Oriente
navegando hacia el poniente, contrario a los célebres viajes al este de Marco Polo, y sin pensar en la existencia de un continente desconocido por el resto del Mundo.
Aunque soñador, dominaba el uso de la brújula y las cartas de navegación y reunió información para elaborar su proyecto que presentó inicialmente al rey portugués Juan II, en 1483.
Después, a los reyes de Castilla y de Aragón, Isabel y Fernando, en 1486, mientras su hermano Bartolomé Colón hacía lo mismo con los monarcas de Francia e Inglaterra.
Según sus cálculos, si efectivamente la Tierra era redonda, navegando rumbo a occidente, llegaría a la India, Cipango (Japón) y Catay (China), en el oriente, donde se afirmaba existían grandes riquezas.
Aunque discrepaba sobre las distancias, compartía la idea del sabio
florentino Paolo del Pozzo Toscanelli; conocía su Correspondencia y Mapa de 1474.

El apoyo a su empresa que los asesores reales de la corona española rechazaban por irrealizable, vino tras la rendición de Granada, en enero de 1492, último bastión de la dominación árabe en España, iniciada en el año 711.
El 17 de abril de 1492 los futuros Reyes Católicos Isabel y Fernando firmaron con Cristóbal Colón las denominadas Capitulaciones de Santa Fe en las que le otorgan los oficios de Almirante de la Mar Océana (vitalicio y hereditario) y de Virrey y Gobernador de todo lo que descubriera.
Ello incluía también la décima parte de todas las ganancias de su almirantazgo, el derecho de ventilar todos los pleitos referidos a las nuevas tierras, participar con la octava parte de los gastos de cualquier armada y recibir la octava parte de los beneficios.
Tras recibir el visto bueno de los futuros señores de cuanto descubriera, Colón obtuvo el financiamiento para armar su primera expedición rumbo al Océano Atlántico con tres naves (las carabelas la Pinta y la Niña y la nao capitana Santa María) y una tripulación de 90 hombres.
El 3 de agosto de 1492 partió del puerto de Palos de la Frontera, Huelva -a orillas del río Tinto-, vía Islas Canarias donde tomó provisiones para sus naves.
En momento en que los expedicionarios desesperaban y exigían el regreso, arribaron el 12 de octubre de 1492 a la isla de Guanahaní -primera tierra del Nuevo Mundo-, en las Lucayas o Bahamas.
Expresa en su diario de Navegación que las gentes del lugar su todo lo tomaban y daban de buena voluntad lo que tenían, pero al Almirante le pareció que eran muy pobres.
Existen varios cuadros famosos sobre este hecho, realizados según la imaginación de los autores, sobre la toma de posesión por Colón de las tierras encontradas en nombre de los reyes Isabel y Fernando, de Castilla y Aragón.
En la búsqueda de Cipango (Japón), Colón supo que había otras tierras al sur, al sudeste y al noreste y decidió desde el siguiente día continuar navegando; así fue bautizando a otras islas: Santa María de la Concepción, Fernandina, Isabela, Cayo Fermoso e Islas de Arena.
El 27 de octubre avista Cuba, donde desembarca al siguiente día y la nombra Juana; el 6 de diciembre descubre Haití (La Española) y el día 25 funda Villa Navidad, con los restos de la Santa María que había encallado.
A su regresó el 15 de marzo de 1493 a España fue recibido con grandes honores; llevó consigo muestras de oro, productos de estas tierras y de sus habitantes que erróneamente llamó indios; uno de sus tripulantes introdujo el luego famoso tabaco.
UNA REINA GUERRERA
Se dice, de acuerdo con una leyenda, que la reina simpatizó con Colón y empeñó sus joyas en la empresa.
Aun en vida de Isabel, el 20 de marzo de 1503, una ordenanza permitió al gobernador de Las Indias -radicado en La Española-, servirse del trabajo de los indios para sacar más provecho del oro -decía-, pero advertía que no fueran maltratados y se les pagaran sus jornales.
El 30 de diciembre del propio año la Reina estableció la obligatoriedad del trabajo indígena y mantenía las restantes disposiciones sobre buen trato y pago; pero sólo la primera parte se puso en vigor; la segunda se convirtió en letra muerta.
Reina de Castilla y León (1474-1504), Isabel era hija de Juan II de
Castilla y de su segunda esposa Isabel de Portugal (nieta del rey Juan I el Grande); con el apoyo de parte de la nobleza, ganó la guerra de sucesión que tuvo lugar a la muerte de su hermano Enrique IV de Trastámara.
Desde hacía más de un siglo los Reinos de Castilla y León, unificados en 1230, ocupaban la mayor parte de la Península Ibérica.
Nacida el 22 de abril de 1451, en Madrigal de las Altas Torres, Avila, falleció el 26 de noviembre de 1504, en Medina del Campo, Valladolid; su matrimonio con el infante Fernando de Aragón, en 1469, unió la dinastía de los Trastámara de las Coronas de Castilla y de Aragón.
Ambos contribuyeron decisivamente a la consolidación en el futuro del estado centralizado (Castilla, Aragón, Valencia, Cataluña) al que se integró, además, el pequeño reino de Navarra en 1512.
Al tiempo que nacía el futuro imperio colonial español, los Reyes
Católicos -título otorgado en 1496 por el papa Alejandro VI- proyectaron una política de acercamiento al Sacro Imperio Romano Germánico y a Inglaterra, y de mantenimiento de la paz con Portugal.
Planearon el establecimiento de alianzas en Europa mediante el matrimonio de sus cinco hijos con representantes de las casas reinantes en los poderosos países vecinos; y sus hijos y nietos llevaron coronas reales diversas.
El primer monarca español de la Casa de Austria, Carlos I fue coronado como Rey de España (1516-1556) y emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (Carlos V 1519-1556); se afirmaba que en sus tierras nunca se ponía el sol.
Su heredero Felipe II (1527-1598) prosiguió la política guerrerista de su padre y se llevó de América grandes recursos para sostener numerosas guerras. Reinó en España (1556-1598) y Portugal, incorporado en 1580 con su imperio ultramarino en África, Asia y América-; dominó el Rosellón, el Franco Condado, los Países Bajos, Sicilia, Cerdeña, Milán, Nápoles, Orán, Túnez, Filipinas y las tierras americanas.
Pocos fueron los momentos de paz en la larga historia del imperio colonial español.

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