Por Guillermo Robles Ramírez

            La recaudación de impuestos en México nunca ha sido clara, es decir, ni antes ni ahora con el gobierno federal de AMLO. No se dice cuánto se recauda de impuestos y menos cómo instrumentar la captación de nuevos contribuyentes que se encuentran en la informalidad, sino siempre buscan esos incrementos con los mismos que existen registrados.

            Para casos menos relevantes, Hacienda emplea tecnología avanzada como el famoso FIEL, es decir, la Firma Electrónica Avanzada donde obliga a todos los contribuyentes que ya están registrados acudir personalmente en determinado tiempo para repetir sus datos personales, sin importar sus garantías individuales para que se haga un banco de información personal y “fichándolos” con la captura de imagen del iris, registro de las huellas dactilares y fotografía digital, haciendo sentir a todos como si fueras el peor que un delincuente o el más buscado.

            El caso es que para ciertos renglones recurren a la tecnología más avanzada, no ocurriendo esto para lo más importante como es la creación de un padrón de causantes no cautivos, es decir, a los evasores fiscales que son quienes redituaría captaciones de impuestos cada vez mayores.

            Los focos rojos ya empiezan a verse en diferentes partes del país sin importar el tamaño del municipio, que en caso concreto se sufre en distintos municipios de Coahuila, pero además del resto del país, siendo todo consecuencia de una mala planeación fiscal que reactive la economía de México, provocando y generando la economía informal o los famosos contribuyentes fantasmas en donde Profeco está haciendo el trabajo que le corresponde a la Secretaría de Hacienda.

            Tanto en Coahuila, así como en otras entidades federativas del país mismo las oficinas de las Delegaciones de Profeco, se encuentran ya saturadas de las denuncias de muchos consumidores víctimas de la mala administración del gobierno federal, por un sin fin de proveedores de contratistas como son los carpinteros, plomeros, electricistas, entre otros, prestadores de servicios de mantenimiento o reparación de casas, que una vez ya pactado el trabajo se salen del presupuesto original, cobrando por encima de lo acordado en un principio, dejando en ocasiones a medias los servicios contratados e inclusive mal hechos orillando a los consumidores a tener que acudir a ésta dependencia para darle cumplimiento a la cultura de la denuncia en donde muchas veces puede prosperar o igual no porque se trata de prestadores de servicios dentro de la informalidad.

            Lo indignante, más que sorprendente es el hecho de que muchos de esos prestadores de servicio no existen porque no están dados de alta en la Secretaría de Hacienda, por lo tanto, no hay domicilio fiscal y menos pagan impuestos como tampoco dan de alta en el Seguro Social a sus trabajadores, dificultando la tarea a Profeco e imposibilitándose de poder actuar.

            La Secretaría de Hacienda no cuenta con cuadrillas de fiscalistas ni gente en la calle que estén verificando que esos proveedores y prestadores de servicios estén registrados en Hacienda y también cumpliendo las normas del IMSS como es que estén dado de alta a sus empleados o bien a familiares que hacen la función de trabajadores, provocando fuertes evasiones fiscales que se supone hacen falta al erario federal para cumplir con sus metas.

            Es comodina la posición de “Lolita”, que se concreta a estirar la mano para cobrar impuestos, mientras el trabajo se lo hacen otras autoridades, y teniendo ahí una lista nueva de quienes son los que se encuentran dentro de la informalidad como para que la Secretaria de Hacienda y Crédito Público entre en acción exigiendo el requisito mínimo para su inscripción a la formalidad.

            Esa apática y nulo interés ha provocando que durante años el padrón de contribuyentes fiscales dentro de la formalidad no crezca de manera importante siendo siempre los mismos contribuyentes quienes tienen la carga total de generar impuestos, así como sus incrementos. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018) www.intersip.org