Libertad y Sociedad 2 de 2
Por Arom Leamsi
Jacinto Canek dijo:
—¿Y para qué quieren libertad si no saben ser libres?
La libertad no es gracia que se recibe ni derecho que se conquista. La libertad es un estado del espíritu. Cuando se ha creado, entonces se es libre aunque se carezca de libertad. Los hierros y las cárceles no impiden que un hombre sea libre, al contrario: hacen que lo sea más en la entrada de su ser. La libertad del hombre no es como la libertad de los pájaros. La libertad de los pájaros se satisface en el vaivén de una rama; la libertad del hombre se cumple en su conciencia.
Ermilio Abreu Gómez
En la primera parte de este documento, hice referencia a la conveniencia de clasificar la idea de libertad en dos categorías: «Libertad de» y «Libertad para». Veamos en qué consisten y en que se diferencias estas dos formas de Libertad.
La libertad de, expresa ante todo, la idea de libertad como competencias del sujeto, como atributos del yo. Alude al conjunto de potencias para actuar, facultades para saber y voliciones para querer, que le permiten al hombre hacer, o no hacer, algo en el contexto de una sociedad concreta.
Lo que enfatiza la libertad de, son las posibilidades físicas, las competencias cognoscitivas, y los recursos volitivos con los que se cuenta como individuo. La libertad de, expresa el concepto positivo de la libertad, es decir, indica las posibilidades de ejecutar acciones y operaciones.
En sentido negativo, la libertad de, señala las limitaciones que impiden actuara allí donde querríamos hacerlo y no podemos, o cuando pudiendo actuar no lo hacemos por carecer de voluntad o valor suficiente para intervenir, entre otras combinaciones posibles.
La libertad nunca es dada; se gana (A. Philip Randolph)
En una sociedad tribal (sin Estado), la libertad de, es la imperante, lo que limita sus posibilidades de Legislación. Una sociedad tribal no dispone de medios suficientes para imponer por sí misma su Constitución Política. Por lo que sus libertades están muy atenuadas. Sólo puede servirse de la tradición oral, en materia legislativa.
En estas sociedades, la máxima libertad pertenece al que más puede por la fuerza, y quien tiene la mayor fuerza tiene el máximo poder, posee la Mayor Libertad de; en el contexto de estas sociedades no es más libre quien más sabe, sino quien más puede, pues su libertad de «hacer» no está limitada; al tenar mayor fuerza no hay quien se le oponga.
La segunda categoría de libertad, la libertad para, implica e integra la libertad de, es decir, la acción del individuo determinada por sus potencias, facultades y voliciones, para orientar su acción hacia una finalidad concreta, la cual imprime a la libertad una dimensión teleológica, de cuyo éxito o fracaso dependerán futuras condiciones evolutivas.
Lo que enfatiza y objetiva la libertad para, es ante todo, los logros obtenidos por las acciones del sujeto libre, de modo que, en este caso, la fuerza de la libertad para «actuar», está sobre todo en los bienes materiales obtenidos gracias a la acción del sujeto que ejercen su libertad de.
También, la libertad para, puede ser positiva o negativa, no por la implicación en el curso de las operaciones ejecutadas de las potencias, facultades o voliciones de los individuos, sino sobre todo por relación al grado de eficacia, intervención o impacto que demostrará el resultado teleológico de la acción llevada a cabo. La libertad para implica la posibilidad o no, de hacer algo para algo o alguien, en un contexto dado. Crear el contexto que permita hacer algo para un fin, es la lucha que tiene que entablar el individuo para hacer valer su libertad para, conociendo su libertad de. En conclusión, la Libertad sólo es posible dentro de un sistema normativo, es decir, en una sociedad. La libertad del ser humano está objetivada en cuanto se es capaz de expresar su Libertad de y su Libertad para.
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