La terquedad y antojitos se la acaban

Cada vez entre el mismo gremio médico no se ponen de acuerdo sobre cuáles son las enfermedades más mortales en nuestro país. Ahora se considera tres en específico.

Pero como siempre los mexicanos todo lo que se refiere o la palabra prevención no se encuentra dentro de su vocabulario, ni mucho menos en su estilo de vida, porque eso significaría romper con los malos hábitos alimenticios.

Las muertes siguen aumentando sin importar qué, y como todo buen mexicano somos obcecaos, tercos e incrédulos al no cuidar lo que uno come pues existe entre nosotros que comida sin grasa o manteca no es comida y menos si no es de la calle.

Es esta misma comida tan rica que los mexicanos consideramos y además típica siendo el causante de miles de muerte por motivo de la diabetes mellitus, infartos y males crónicos representando más del 45 por ciento de las muertes en México.

El Sistema Nacional de Salud Mexicano afirma que, de las 32 entidades federativas, en 23 estados la diabetes es el principal enemigo y aunque reincidencia de esta enfermedad puede variar dependiendo de la entidad que tiene la mayor incidencia en los estados federativos de Guanajuato, Tlaxcala, México, Puebla, Michoacán y Tabasco.

Solo como una medida estadística los certificados de defunción de hace cuatro años atrás señalan que el motivo de muerte es más por la diabetes mellitus, siendo doloroso que a partir del 2012 esta enfermedad ha tenido un rápido ascenso.

Los médicos han declarado tajantemente que los mexicanos que han muerto por diabetes, es porque éstos se han atendido demasiado tarde, además de que no acudieron a las campañas preventivas.

Pero aun siendo peor, aquellas pocas personas que fueron atendidas a tiempo, son muy tercas en querer cambiar sus hábitos alimenticios y en lugar de cuidarse comen deliberadamente todo tipo de antojitos mexicanos como si fuera la última vez de su vida haciendo caso omiso a las indicaciones del médico porque no pueden resistirse de la gastronomía mexicana.

Existe la convicción por parte de las autoridades del sector salud nacional que al menos por cada persona que fallece por diabetes, existe otra que padece de esa enfermedad, pero todavía no lo saben hasta el momento que inician con las complicaciones o síntomas que muchas de las veces ya es demasiado tarde para tratarlas de una manera no tan agresiva o que puedan responder al tratamiento.

No es muy alentador el panorama sino es escalofriante y catastrófico el reconocer que si bien es cierto que la gente tiene la información y además que existen programas municipales, estatales y federales, los mexicanos en términos generales no están dispuestos a dejar la comida que le hace daño porque es la más rica y mucho menos tener cuidados y educación de la enfermedad.

La Secretaría de Salud, sabe que necesita cambiar las estrategias implementadas hasta estos momentos y no tirar la toalla bajo el argumento de no poder combatir la genética de los mexicanos o muchos menos la gastronomía mexicana, pues son las cantidades de ingesta y no la comida en sí.

Adaptar un régimen alimenticio de acuerdo a las necesidades de los mexicanos puesto que al eliminar el refresco en las dietas de quienes padecen ese mal, lo vienen sustituyendo por bebidas endulzadas siendo más la cantidad de azúcar a consumir a que si fuera un refresco normal; eso solo por mencionar un ejemplo.

La falta de ejercicio depende también mucho de espacios públicos, pero sobre todo qué tipo de ejercicio hay que hacer según la edad que se tenga, pero también serviría mucho algún instructor dispuesto a cubrir esas plazas de sus diferentes Dependencias o Instituciones de Deportes que solo viven del presupuesto y que al final ni siquiera apoyan a quienes se lo merecen. Existen muchos atletas que han ganado medallas de oro, pero no gracias al apoyo de las instituciones gubernamentales del deporte, sino por recursos propios.

Existen muchas dependencias de gobierno que se pueden reactivar para que los mexicanos puedan llevar una vida sana porque la diabetes está ganando la batalla, y generando más gasto público en el sector salud porque este afecta otras enfermedades como la insuficiencia renal, problemas del corazón o ceguera, una hemodiálisis entre otras enfermedades más que al final del día les cuesta a nuestras instituciones gubernamentales de salud. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria “Antonio Estrada Salazar” 2018) www.intersip.org

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