Por Guillermo Robles Ramírez

Contra todo lo que se pueda decir, en el país y en este momento si hay un sindicato privilegiado y afortunado, es el de los trabajadores del Instituto Mexicano del Seguro Social. Tienen condiciones de trabajo que nadie más tiene, cuentan con un régimen de jubilaciones y pensiones que ni las empresas más ricas del país lo otorgan a sus empleados de confianza. En términos generales y para ser más claros y directos, son trabajadores de lujo.

Y cómo no considerarlos así de ostentosos, pues, no hay que olvidar que llegaron a tener hasta un equipo de fútbol soccer dentro de la Liga Mexicana, conocido como Halcones de Oaxtepec, fundada en 1979, siendo propiedad del Instituto Mexicano del Seguro Social, pero como todo en exceso es malo terminó vendiéndose en los años noventas.

Pero continuando con el cuerno de la abundancia dentro de este instituto de salud pública federal, dentro de sus normativas, contratos escritos y/o verbal, se establece que los hijos de los actuales trabajadores tienen prioridad, sobre cualquiera cosa, a ingresar como empleados del IMSS. Es decir, no cuenta la capacidad, perfil, potencial, conocimientos, etc., porque basta y es suficiente con ser hijo de un trabajador.

El promedio de jubilación actual de esos empleados es de 53 años, debido a que sus años laborales para poder jubilarse son menos que el resto de la población, es decir, solamente se requiere entre los 34 y 35 años de servicio, mientras que para el resto de la población tendrá que trabajar hasta entre los 60 y 64 años de edad eso si aplicaron de la Ley del 1973, tendrás que trabajar 24 años más para alcanzar las 1250 semanas cotizadas estamos hablando que tendrías unos 89 años de edad para lograrlo.

Por un lado, los pensionados del IMSS tienen asegurado sus próximos 37 a 42 años si el promedio de vida está entre los 75 y 89 años de edad, mientras que el resto de la población evidentemente es mucho menor y no se diga para quienes aplican a la Ley del 1973 solo “disfrutaran” de una jubilación de 2 a 3 años.

También se les otorga con el último salario que percibía y que es un 150 por ciento en total comparado al sueldo real que cobraba en activo, debido a las prebendas sindicales que se les han dado a través de los años.

Ya no seguimos enumerando más canonjías y privilegios que tiene el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, por no irritar a quienes no tienen la fortuna de laborar en ese Instituto.

En este momento el IMSS tiene tres trabajadores activos por un pensionado, calculándose que dentro de 10 años el porcentaje puede alcanzar que de 3 activos haya 2 pensionados y de seguir las cosas así, el IMSS corre el riesgo de tener más trabajadores jubilados que activos.

El IMSS es una de las instituciones del gobierno federal que a la fecha no tiene solo una carga fuerte, sino que es enorme por concepto de gastos de pensiones que pagan a los jubilados del SNTSS. Algo que se solucionó momentáneamente con el aumento de semanas cotizadas en la Ley 1997, pero que ahora ya no es suficiente y entre otras de las medidas tomadas es ese gran interés de estar aumentando el salario mínimo a sabiendas de que las nuevas generaciones no alcanzaran una jubilación en la que le apuestan a pocos años de vida para mantener mientras que gracias a los impuestos que pagan los trabajadores a través de sus recibos de nómina, así como también la parte patronal por medio del Sistema de Pagos Referenciados, más conocido como el SIPARE, va a servir para resolver la estructura administrativa del IMSS que va arrastrando el costo financiero para quienes actualmente están jubilados así como los que se encuentran en proceso a jubilación. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org