Por Arturo Ríos Ruiz

*Clase media aspiracionista 

*AMLO e hijos a todo lujo 

El presidente aseguró que, para darle más al pueblo, su gobierno analiza dar una “vuelta de tuerca” al gasto de la administración. Con ello puso sobre la mesa pasar de la austeridad republicana a una fase superior de “pobreza franciscana”.  

Así se define la expresión “pobreza franciscana” hace referencia a la orden de los franciscanos, fundada por San Francisco de Asís, quien siempre trató de imitar a Jesús al escoger una vida de pobreza. Una de las características de los monjes de esta orden es el voto de inopia, por el que llevan una vida austera. 

Eso es doctrina, ni los curas las acatan, el mismo Papa, Francisco instó a los sacerdotes católicos a vivir con alegría “incorruptible y misionera”, evitando convertirse en “suntuosos y presuntuosos”. La realidad es que pocos prelados le hicieron caso ¿Cuántos subalternos le obedecerán a AMLO? 

El mandatario, dio a conocer que su idea hace falta darle más al pueblo ya través de la pobreza franciscana” que consiste rebajar el presupuesto que sería inevitable la disminuir su capacidad de servicios, con efectos nocivos a la población. Se interpreta caminar hacia la pobreza en toda la sociedad. 

Debería comenzar con él mismo, vive en un Palacio que tiene un costo de cien mil pesos diarios, es decir, su hospedaje en recinto federal, donde vivieron virreyes y presidentes. Nos cuesta a los mexicanos más de 6 millones de pesos mensuales. 

Afirma el medio Etcétera, que, a través de datos abiertos, los impuestos de los mexicanos pagarán cerca de 500 millones de pesos por los 5 años y 10 meses de estancia en la residencia del Zócalo capitalino. 

Ni cómo comparar con su vástago que gasta por su arrendamiento en Houston, como lo hace su hijo José Ramón por la casa gris, que fue todo un escándalo que le tomó más de un mes al mandatario defendiéndolo sin convencer 

Después de aquel resultado sorpresivo del 6 de junio pasado, en que Morena perdió entre otros, la supremacía en el Congreso, López Obrador, arreció los ataques a la clase media, la llamó “aspiracionista”, al atribuirle la pérdida de votos en esas elecciones, por lo que prometió crear un nuevo estrato social. 

Según la definición de la Real Academia Española la palabra ‘aspiración’ es una acción o efecto de pretender o desear algún empleo, dignidad u otra cosa. Algo distinto a lo que el presidente tachó como individualismo.  

En México existen 43.9 millones de pobres, de acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación, Coneval, ellos la viven, practican la Pobreza Franciscana desde que nacieron, pero el presidente también se refiere a sus subalternos bajarle su presupuesto que se reflejará en menos atención y resultados.  

Hay que comprobar cómo viven Manuel Barltlett, ejemplo de suntuosidad, Marcelo Ebrard, Monreal y todos los demás. Castigar más el presupuesto para re empezar, en un momento que lo más esencial como la salud, IMSS e ISSSTE, ni medicinas tienen desde hace seis meses ¿Qué más castigo no espera? 

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