La patrona de México

Año con año, el día 12 de diciembre es una fecha muy especial para los mexicanos en donde se unen y se solidarizan para venerar la imagen de la patrona de México, reuniéndose miles de fieles peregrinos caminando de mano con imágenes, altares y cualquier otro símbolo que lleve o represente a la Virgen María.

Y es que hablar de la Virgen de Guadalupe, es hablar de quien es considerada hoy un símbolo nacional, una imagen que se ha convertido en un estandarte para todos aquellos mexicanos, que profesan la religión católica y en algún tiempo formó parte de nuestra historia con los insurgentes de la independencia de México, en donde el padre Miguel Hidalgo, en su paso a Guanajuato, tomó del santuario de Atotonilco, la imagen de la Virgen de Guadalupe como símbolo de su ejército.

Se trata, de una de las apariciones que mayor impacto ha tenido desde su origen entre la población, ya que su fe se ha desbordado, pese a las especulaciones que giran en torno a su existencia.

Su presencia se hace más fuerte al iniciar el mes de diciembre en donde se escuchan en las calles las danzas de los matachines para rendirle honor en su día el 12 de diciembre.

Las principales avenidas de cada pueblo y municipio, ciudades sin importar el tamaño que sea, los mexicanos van honrándola en sus peregrinaciones desde principio del mes y conforme se acerca su fecha la presencia de millones de trabajadores caminan por las calles orando, dando gracias a la morenita por sus innumerables milagros.

Desde su origen, la Virgen de Guadalupe se convirtió en objeto de devoción oficial y popular en la Nueva España, que se sustentó en la historia de las apariciones al indio Juan Diego, representando la dignificación e incorporación de esa raza, excluida por los recién llegados.

De ésta forma, criollos, mestizos e indios se unieron en la devoción común y la virgen ayudó a limar diferencias de castas, unidas por el fervor religioso y nacional.

Aun y cuando la Virgen de Guadalupe es considerada una de las apariciones más importantes, famosa por los miles de fieles que la veneran y dan fe de su poder para bien de todos, su imagen ha sido sometida a numerosos estudios por pintores, restauradores y científicos, quienes han tratado de comprobar si efectivamente es una imagen sobrenatural o de “algo” preparado para creer.

Todavía en éstos tiempos los investigadores tratan de establecer si es un caso de ilusión óptica o un hecho paranormal que rodea a la Virgen.

Los misterios que hay detrás de la historia de las apariciones de la virgen son varias, van desde el porqué de su aparición hasta la lectura que le dan a las estrellas que cubren su manto y hasta el misterio de sus ojos, que se dice tiene grabadas siluetas que según científicos corresponden a 13 personas que se encontraban en el momento exacto en que Juan Diego desplegó la tilma repleta de rosas ante el obispo Zumárraga.

Ante éste misterio, científicos de la NASA han utilizado tecnología digital similar a la empleada en las imágenes que se reciben desde los satélites, para analizar las figuras impresas en los ojos de María.

Incluso estudios oftalmológicos realizados a los ojos de María han detectado que al acercársele luz, la retina se contrae y al retirar la luz, se vuelve a dilatar, tal cual como ocurre en un ojo vivo.

Lo mismo sucede con la temperatura de la fibra de maguey con que está construida la tilma, se descubre que milagrosamente la misma mantiene una temperatura constante de 36.6 grados, similar a la del cuerpo de una persona viva.

Para el año de 1983 dos investigadores, Mario Rojas y Juan Hernández, estudiaron el caso de las estrellas que aparecen en el manto de la Virgen, llegando a la conclusión de que la disposición de las mismas coincidía con la posición de las estrellas en el firmamento mexicano el 12 de diciembre de 1531 a las 10:37 de la mañana, momento en que, según datos que la misma Iglesia ha señalado, ocurrió el milagro guadalupano.

No obstante y a pesar de los misterios que envuelven a la Virgen de Guadalupe, la fe hacia la llamada patrona de los mexicanos es tan grande que hay quienes consideran que de ninguna manera se habrá de ver empañada.

El pueblo mexicano va seguir creyendo en ella, es un mensaje de ayuda, de aliento y eso se ve reflejado en el amor tan grande y la devoción que los mexicanos tenemos hacia ella.

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